Actualmente rondan diversos estudios dan cuenta sobre los desafíos que poseen las empresas en retener a la nueva generación de profesionales "millennials", una generación digital que se caracteriza por su constante inquietud por aprender, crear y buscar la satisfacción personal más allá de las remuneraciones, o la construcción de una carrera.

Meses atrás, Simon Sinek, orador ingles especializado en temas de liderazgo, expuso -en un video que se volvió viral en pocos días- sobre por qué los millennials no son felices y fracasan en el entorno laboral. En su opinión, son cuatro las causas: cómo los educaron sus padres, la adicción que desarrollan a la tecnología, la falta de paciencia y el ambiente competitivo del mundo laboral.

Varias investigaciones coinciden en que, muchos de los que pertenecen a la Generación Y, eligen el trabajo por el salario y la motivación, pero sólo se mantienen a bordo por la cultura y valores de la empresa y/o relación con sus jefes y responsables.

 Los jóvenes profesionales de hoy, son el actual motor del cambio, y por lo mismo las compañías debemos esforzarnos en abordar esta nueva necesidad. El deseo de los Millennials es trabajar en organizaciones que ponen foco en la tecnología e innovación, donde exista diversidad y trabajo en equipo, autonomía, buen ambiente laboral, relación con jefaturas y reconocimiento rápido. El mundo ideal, ese que sabemos que no es fácil de lograr.

Los Millennials, son diferente a otras generaciones de épocas anteriores. Por lo mismo, es imperante entender sus expectativas, necesidades y motivaciones, ya que son ellos los que están llamados a cambiar y dirigir nuestras empresas.

 Si las compañías no ajustan sus mecanismos para ganar la lealtad de la generación Millennial, arriesgan perder un importante porcentaje de sus trabajadores, y sin ellos la productividad y sostenibilidad de la empresa en el tiempo, serán tareas prácticamente imposibles.

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