Con el fin de contar con una herramienta para orientar el diseño, seguimiento y la coordinación de las políticas públicas dirigidas a las personas jóvenes de entre 12 a 29 años, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en México y el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve) publicaron el estudio “Gasto público social en adolescencia y juventud, 2010-2016”.
De acuerdo con el estudio, las funciones a través de las cuales se canalizaron más recursos a la población adolescente y joven fue la educación, a la que correspondió un monto aproximado de 264.025 millones de pesos en 2016, que representó el 46% del gasto total invertido en este sector poblacional y la salud, a la que se le destino un recurso total de 141.88 millones de pesos.
Por otra parte, cabe destacar que las acciones y los programas dirigidos a atender de manera más específica algunas de las necesidades más apremiantes de la población que es adolescente y joven, como el embarazo adolescente o el empleo, cuentan con recursos casi insignificantes cuando estos se comparan con el total de los recursos que se dirigen a dicha población.
En el caso del embarazo adolescente, no existe un programa presupuestario que tenga por objeto abordar ese problema. Su abordaje forma parte del programa P020 del Ramo 12, Salud Materna, Sexual y Reproductiva, cuyo presupuesto ejercido en 2016 ascendió a casi 1.079 millones de pesos, de los cuales no es posible saber cuánto se destinaron a la prevención del embarazo.
En cuanto a los programas que abordan la cuestión del empleo, el Programa de Apoyo al Empleo destinó alrededor de 633,4 millones de pesos a la atención de dicha población a través de las siguientes modalidades: I) Becas a la Capacitación para el Trabajo que se dirige a personas de 16 años; II) Fomento al Autoempleo; III) Movilidad Laboral y, finalmente, IV) Repatriados Trabajando.
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