La mayoría de los ataques de phishing comienzan con la recepción de un correo electrónico o un mensaje directo en el que el remitente se hace pasar por un banco, una empresa u otra organización real con el fin de engañar al destinatario. Este correo electrónico incluye enlaces a un sitio web preparado por los criminales -que imita al de la empresa legítima- y en el que se invita a la víctima a introducir sus datos personales.

  • Nunca entregues tus datos por correo electrónico. Las empresas y bancos jamás solicitarán tus datos financieros o de sus tarjetas de crédito por correo.

  • Si dudas de la veracidad del correo electrónico, jamás haga clic en un link incluido en el mismo.

  • Si aún dudas de su veracidad, llame o asiste a tu banco y verifica los hechos.

  • Si recibes un email de este tipo de phishing, ignóralo y jamás lo respondas.

  • Comprueba que la página web en la que has entrado es una dirección segura ha de empezar con https:// y un pequeño candado cerrado debe aparecer en la barra de estado de tu navegador.

  • Cerciórate de siempre escribir correctamente la dirección del sitio web que desea visitar ya que existen cientos de intentos de engaños de las páginas más populares con solo una o dos letras de diferencia.

  • Si sospechas que fue víctima del Phishing, cambia inmediatamente todas sus contraseñas y póngase en contacto con la empresa o entidad financiera para informarles.

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