Chetumal, Quintana Roo. 23 de agosto de 2019. El director general de FONATUR, Rogelio Jiménez Pons realiza una gira de trabajo por Chetumal, Quintana Roo, donde presentó el proyecto del Tren Maya ante el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) local.

Durante la reunión, Jiménez Pons habló sobre el modelo financiero del Tren Maya, (10% público, 90% privado) e informó que el proyecto tiene un componente integral e incluyente cuyos beneficios impactarán al ámbito social, ambiental, cultural y económico de la zona.

En FONATUR estamos convencidos de que el Tren Maya tendrá que ser un proyecto de desarrollo integral, más que un proyecto de infraestructura y turismo”, dijo.

Posteriormente, el director general de Fonatur asistió al 5° Foro Académico-Legislativo sobre el Tren Maya en donde se dieron cita científicos de diversas instituciones del sureste, representantes de los tres órdenes de gobierno y los enlaces del Tren Maya en la región.

En su participación, el Antropólogo Margarito Molina del INAH en Quintana Roo, destacó que el INAH velará por todos los vestigios arqueológicos que se encuentren en la zona. Tenemos conocimiento, dijo, que en la zona existen datos de lugares en donde podrían estar albarradas, adoratorios, plataformas o inclusive algún templo. Agregó que entre Tulum y Puerto Morelos existen 37 sitios que podrían tener alguno de estos elementos arquitectónicos.

También existe la posibilidad de que en la ruta de Cobá Tulum el sistema LIDAR puede arrojar datos sobre monumentos arqueológicos no registrados”.

Agregó que la ciudadanía debe tener la certeza de que el INAH cuidará del patrimonio arqueológico con un equipo de profesionales y que hará las recomendaciones necesarias para que el trazo definitivo del tren no afecte sitios arqueológicos.

La Doctora Martha García, especialista en migraciones humanas del Ecosur, comentó que México está considerado un laboratorio mundial con relación a las movilidades humanas porque es un país de origen y retorno de migrantes, es también un país de destino y un país de tránsito y enfatizó que por todas estas complejidades: “No somos cualquier frontera”.

Francisco Rosado May, encargado de la oficina del INPI en Quintana Roo, aseguró que, si se garantiza el respeto a las comunidades, a los recursos naturales, las tradiciones y a la cultura se pueden encontrar mecanismos de desarrollo sostenible que permitan la participación de las comunidades en el proyecto del Tren Maya:

“El proyecto del Tren Maya no es mal visto por las comunidades, siempre y cuando se atiendan, se entiendan y atiendan sus preocupaciones y propuestas,”

Rosado May pidió que la consulta a los pueblos indígenas no sea una sola, sino varias, incluso que se hagan por comunidad, tanto en lengua maya como español. Agregó que esta información es la que permitirá que las comunidades tengan elementos para ir a una macroconsulta previa, libre e informada.

Por su parte, Oswaldo Villalobos, Enlace Territorial del Tren Maya en Calakmul aseguró que en el corazón del proyecto están las personas y que, a diferencia de los desarrollos turísticos pasados, ahora es necesario un modelo de desarrollo futuro más equilibrado:

“Quintana Roo atraviesa por una situación sumamente compleja, con respecto a la criminalidad, a la exclusión social e impactos negativos con respecto al cambio climático. Sin embargo, nadie más puede representar mejor la dualidad de las ventajas y virtudes del turismo, así como la disparidad entre la opulencia hotelera y la miseria de quienes trabajan en ellos”.

Carlos Manterola del Grupo Anima Efferus AC, habló sobre el impacto que ha tenido la red de carreteras construida en la península que es lo que, en las últimas décadas, ha afectado de manera particular a los jaguares. Agregó que con el Tren Maya se atenderá el impacto humano en esta especie utilizando algoritmos y tecnología, como las cámaras trampa para ubicar a los ejemplares en la zona y los pasos de fauna. Agregó que son obras que requieren mucho presupuesto, pero deben hacer y enfatizó: “Hay que dar toda la fuerza a la ciencia para ubicarlos en dónde se tiene que hacer”.

Cabe destacar que Fonatur-Tren Maya ha suscrito convenios con las instituciones y centros de los cinco estados del sureste las cuales, aportarán todo su conocimiento y expertise en cada etapa de la obra. Todas estas acciones son coordinadas por una mesa científica encabezada por el Dr. Javier Velázquez Moctezuma, coordinador científico del Tren Maya.

Al respecto, el director de Fonatur, Rogelio Jiménez Pons destacó que la inclusión de las instituciones científicas es parte de una nueva política que está impulsando Fonatur para incluir a la ciencia en la toma de decisiones, esto garantiza que el efecto de las obras de gran calado, como el Tren Maya, no vayan en detrimento ni de las comunidades, ni del medio ambiente.

Estamos hablando de cosas muy serias, de cosas que trascienden a las generaciones, trasciende a nuestros propios hijos y nietos a lo que hagamos hoy. En consecuencia, debemos tener aliada a la ciencia, a la academia, para que sea vigilante”.

En ese mismo sentido, el Dr. Javier Velázquez Moctezuma, aplaudió la iniciativa del Colegio de la Frontera Sur, del Foro Legislativo y el empeño del diputado Raúl Bonifaz por involucrar a la academia, a los ambientalistas, en este proyecto, que está respaldado, como muy pocos proyectos en el país, por la academia y el conocimiento científico.

“Es una demanda importante y ya de hace algunos años, que los grandes proyectos del país vayan acompañados de decisiones apegadas al conocimiento”.

El director de Fonatur comentó que en el caso de un desarrollo ferroviario el horizonte de planeación es de hasta 100 años y que para que un desarrollo sea sustentable se deben considerar cuatro factores: el factor económico, el ambiental, el social y el cultural.

Por su parte, el diputado federal, Raúl Bonifaz, presidente de la Comisión de la Frontera Sur en la Cámara de Diputados, señaló que muy pronto estará listo un informe de todos estos trabajos realizados por ambientalistas, ejidatarios, empresarios, la academia y organizaciones sociales, a través de un programa nacional de desarrollo.

Todos ustedes saben que México es muy rico en biodiversidad cultural y aquí en esta región tenemos que sacar el esfuerzo de las mujeres y hombres de la región que con sus manos han hecho de la artesanía un espacio que está en todo el mundo (…) Hoy concluimos una etapa que le hemos dedicado al Tren Maya y los que conformamos la Comisión de la Frontera Sur nuestro reconocimiento al Colegio de la Frontera Sur”, dijo.

Tras un breve encuentro con medios de comunicación, el director general de FONATUR hizo un llamado a los ejidatarios para que no vendan sus tierras y no se dejen engañar por especuladores.

Si ellos, los ejidatarios, aportan tierras, se convierten en socios inmobiliarios. Si nosotros ponemos una estación en una comunidad, la comunidad nos ofrece esos terrenos, terrenos suficientes, los ponemos en un fideicomiso y se hace un proyecto de desarrollo donde se privilegia el desarrollo territorial para crear una oferta y ellos tengan el usufructo de esa oferta. No hay desplazamiento, al contrario, se quedan como propietarios.

Finalmente, Jiménez Pons aseguró que el Tren Maya estará en operación en 2023 y que las obras en la Riviera Maya que irá de Cancún hasta Chetumal comenzarán en el primer semestre del próximo año.

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