Este día se logró establecer a partir de la aportación de Hugh Hammond Bennet, científico norteamericano, conocido como el padre de la conservación del suelo ya que logró aumentar la producción de la tierra mediante la protección de la misma.

Hasta hace unas décadas, el término conservación no se aplicaba en relación al suelo. No existía una conciencia como tal acerca de la importancia del bienestar de los suelos ya que es esencial y fundamental para el mantenimiento de la parte de la Tierra en la que hay vida. El suelo es un sistema complejo en el que ocurren numerosos procesos químicos, físicos y biológicos para la vida misma y para la agricultura. El uso irracional del suelo genera una alteración de sus propiedades que puede hacer que pierda parcial o totalmente su capacidad de cumplir con su función.

Así mismo, el Día Mundial de la Conservación de los Suelos pretende ser un día en el que se conciencie a la población mundial sobre la importancia que tiene para los humanos, animales y plantas, es decir, para los seres vivos la conservación del suelo, de ello depende nuestra alimentación y vida.

Algunas causas de la destrucción de los suelos son la erosión, el transporte, la meteorización, sedimentación, malas prácticas de siembra, quemas y corta de los árboles.

Uno de los objetivos para celebrar este día consiste es para evitar la destrucción del suelo así como difundir acciones para regenerar todos aquellos lugares del mundo que se han visto demasiado erosionados y empobrecidos.

En muchos espacios públicos como privados del mundo se realizan diversas actividades como la siembra de árboles, e invitar a la población a ser cuidadosos con el medio que nos rodea que en definitiva en nuestro propio medio.

En el contexto de la Agro, el suelo es el medio más importante para lograr una producción adecuada para obtener alimentos de calidad, por lo que es de suma importancia que los productores se comuniquen con el suelo y a su vez con el cultivo para lograr las respuestas que desea, mediante las prácticas de manejo como laboreo, riego, fertilización, etc. Es importante destacar que cuando un suelo se encuentra en condiciones adecuadas para cumplir con su función ante la producción, se dice que es de buena calidad.

“La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas”. Bennett