El garbanzo como lo consumimos es la semilla de la planta del garbanzo. Se trata de una planta herbácea, de aproximadamente 50 cm de altura, con flores blancas o violetas que desarrollan una vaina en cuyo interior se encontrarán dos o tres semillas como máximo. Su periodicidad es anual. El garbanzo es una legumbre con importantes cualidades culinarias y nutritivas.

El garbanzo proviene de Turquía y de ahí se extendió al mundo. En México se empezó a consumir tras la llegada de los españoles. Actualmente, la mayor parte se cultiva en la India y México, este último destaca dentro de los primeros lugares a nivel mundial como productor. En México conocemos el garbanzo de color beige, pero en la India y Turquía países donde se concentra su origen se encuentran variedades rojas, negras y cafés.

En México se cosechan 13 millones 741 mil toneladas de garbanzo anualmente, siendo para exportación 2 millones 466 mil toneladas, esto último dejando una derrama económica de 2 mil 36 mdd al año.

Los garbanzos contienen fibra, potasio, vitamina C y vitamina B-6. Todo ello, ayuda a la salud de nuestro corazón, ya que reduce la cantidad de colesterol en la sangre, disminuyendo así el riesgo de enfermedades del corazón.

Debido a su alto contenido en fibra, los garbanzos ayudan a prevenir el estreñimiento y promueven la regularidad de un sistema digestivo saludable.

Es una buena alternativa de fibra para personas con diabetes ya que ayuda a mantener los niveles adecuados de azúcar en la sangre por lo que se recomiendan de 20 a 25 gramos al día para las mujeres y de 30 a 38 gramos para los hombres.

Desempeña un papel importante en la función de la enzima del hígado que ayuda a desintoxicar algunos compuestos que causan cáncer.

El garbanzo contiene vitamina K, hierro, fosfato, calcio, magnesio, manganeso, zinc las cuales contribuyen a la construcción y mantenimiento de la estructura y la resistencia ósea.

No cabe duda que esta leguminosa es una fuente de alimento completo que todo mexicano debe de incluir en su dieta diaria.