La jícama o nabo mexicano es una planta leguminosa originaria parte de la familia de las legumbres, su origen es de Centroamérica y México. Se cultivad especialmente por sus raíces tuberosas, las cuales son comestibles. La palabra jícama proviene del náhuatl xicamatl que significa “raíz de agua” erróneamente llamado fruto es más bien una raíz.

Es pariente del frijol que se desarrolla como enredadera de hasta 4 o 5 metros, con un tubérculo de hasta 30 centímetros que puede pesar hasta 23 kilos. Después de la conquista española es México, la jícama fue llevada por los españoles a las islas Filipinas, de donde se extendió a muchas partes de Asia.

Su sabor es dulce y almidonado. Generalmente se consume crudo, con sal, limón y chile o en ensaladas. También se come cocinado, en sopas, asada o frita. Es común la preparación de jugo de jícama. En contraste con el tubérculo, el resto de la planta se considera tóxico. La semilla contiene alto contenido del insecticida natural rotenona. En efecto, molida se puede usar para combatir plagas. Una vez retirada la rotenona, el aceite de las semillas se puede emplear para consumo humano.

El tubérculo contiene de 86 a 90% de agua, vitamina C, calcio, fósforo, potasio, hierro, así como trazas de proteína y de lípidos. Su sabor dulce proviene de la oligo-fructosa, que no lo metaboliza el organismo humano y resulta ideal para consumo de los diabéticos.

La jícama es cultivada en climas cálidos de Centroamérica, el Caribe, las regiones de las montañas de los Andes y el sur de Asia. Es baja en calorías pero alta en otros nutrientes vitales, la jícama es un poco contradictoria cuando se trata de su contenido de almidón, provee un cuarto de lo que se necesita diariamente en fibra por ración, promueve la salud ósea al mejorar la absorción de calcio proveniente de otros alimentos, protegiendo contra la osteoporosis, promueve el crecimiento de las bacterias “buenas” que mantienen un colon sano y tanto como una inmunidad balanceada además este delicioso tubérculo contiene cantidades sanas de potasio por lo que  promover la salud cardiaca, ya que los vegetales y las frutas altas en potasio están relacionadas con el descenso de riesgos de enfermedad cardiaca.

En México, el estado de Morelos se encuentra entre los principales productores de jícama en el país, la superficie aproximada es de 873 hectáreas que se siembran anualmente en el estado. La producción anual de 28 mil toneladas de jícama, coloca a Morelos, junto con Michoacán y Nayarit, como los principales productores del país. Existen dos clases principales de este alimento, la jícama de agua, de forma bastante redondeada y con jugo transparente y la jícama de leche, que tiene una forma más alargada y cuyo jugo es blancuzco, de ahí salen algunas variedades como son la cristalina, agua dulce y la criolla de Morelos.