El frijol es una especie de cosecha anual, originaria de Mesoamérica y Sudamérica, sus numerosas variedades se cultivan en todo el mundo para el consumo, tanto de sus vainas verdes como de sus semillas frescas o secas.

Junto con el maíz y el chile, el frijol forma parte de lo que se conoce como la trilogía de alimento de la época prehispánica, en este contexto los nahuas llamaban ayocotl al frijol, al llegar los españoles se estableció como frisol, que proviene del catalán fesol, y éste del latín phaseolus, que hacía referencia al conjunto de plantas proveedoras de alimento en forma de leguminosa. Fabas, habas, habichuelas, porotos, caraotas, judías o alubias.

Las plantas de frijol son hierbas rastreras y trepadoras de tres hojas. El color de sus flores tiene tonalidades rosas, lilas y violetas. Sus semillas son lo que conocemos como frijol y tiene forma de riñón. Pertenece a la familia de las leguminosas junto con los chicharos, las habas, la soya, los mezquites y los huizaches. Lo que conocemos como frijol es la semilla que se extrae de la vaina ya madura, pues la vaina tierna se llama ejote y normalmente se utiliza como verdura y guarnición. En el mundo se conocen alrededor de 150 especies de frijoles, de las cuales 50 se encuentran en México con gran variedad de tamaños, colores y requerimientos ecológicos.

Por su alto contenido en proteínas y minerales, es básico para la alimentación de la población; ocupa el segundo lugar en importancia después del maíz. Es muy saludable porque es una de las legumbres con menos contenido de grasa, tiene un bajo contenido de azúcar y destaca por su alto contenido de fibra; además, es rico en calcio y potasio, así́ como en antioxidantes que ayudan a reducir los problemas del corazón.

En todos los estados de la república mexicana se siembra esta leguminosa que tiene más de 70 variedades, entre las que destacan: los claros, negros, pintos y flores, siendo Zacatecas el estado que ocupa el primer lugar en superficie sembrada y volumen de producción, que representan 34.8 y 29.9% respectivamente, del total nacional.

México ocupa el 4to lugar en producción de frijol a nivel mundial,  con un total de 1 millón 294 mil 634 toneladas anuales. El frijol forma parte de más del 60% de los platillos de la gastronomía mexicana.

Las variedades más tradicionales que se producen en nuestro país son el peruano, amarillo, azufrado, canario, mayacoba o mantequilla, pinto, flor de mayo, bayo, canelo, rebocero o acerado, ayocote, yegua o patole y negro.

Por su parte, FIRCO  otorga apoyos a través del Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria a los productores que estén interesados en incrementar sus posibilidades de negocio en el cultivo del frijol básico o bien dando valor agregado a su producto.