Su Majestad don Felipe VI, Rey de España.

Su Majestad doña Letizia, Reina de España.

Distinguidos representantes de los Poderes Legislativo y Judicial de nuestra Nación.

Honorables integrantes de la Comitiva Oficial de España.

Integrantes del Gabinete del Gobierno de la República.

Señores Gobernadores.

Cuerpo Diplomático Acreditado en México.

Muy distinguidas y distinguidos invitados.

Señores representantes de los medios de comunicación.

Señoras y señores:

Es un alto honor recibir en Palacio Nacional a los Reyes de España, en el marco de su primera Visita de Estado a México.

Hace un año tuve la alta distinción de ser recibido en el Palacio Real de Madrid por el Rey don Juan Carlos I.

Ahora, es un privilegio contar con la presencia de Sus Majestades en ésta, su primera Visita de Estado al Continente Americano.

Esta deferencia hacia los mexicanos es muestra inequívoca de la amplia y sólida relación de amistad, diálogo y cooperación que han construido nuestras naciones en el tiempo.

España y México comparten una historia que se entrelaza, una identidad común, inquebrantables lazos fraternos y, una renovada visión de futuro, sustentada en nuestra alianza estratégica.

Como lo expresó Carlos Fuentes, Premio Cervantes y Premio Príncipe de Asturias: en el Siglo XXI, caminamos juntos, con ustedes, los españoles que son nuestra familia inmediata. Nos necesitamos, pero también el mundo del futuro necesita a España y a la América española. Fin de la cita.

Son muy diversas las ocasiones que he tenido oportunidad de reunirme con el Rey don Felipe VI, varias de ellas como Príncipe de Asturias. En cada uno de nuestros encuentros, siempre me ha externado su especial afecto por México.

Sepa, su Majestad, que ese sentimiento es recíproco.

El pueblo de México lo respeta y lo quiere desde aquellas Visitas Oficiales que, como heredero de la Corona, realizó a nuestro país entre 1991 y 2012.

Además, los mexicanos siempre han seguido con atención a la Familia Real y su aportación al desarrollo de España.

Sabemos que la Corona fue clave en la transición democrática, en su apertura al mundo y en la construcción de la identidad Iberoamericana.

Ahora, es la generación de Su Majestad la que habrá de guiar a España hacia una nueva etapa de desarrollo y prosperidad, enfrentando con determinación las aceleradas y profundas transformaciones que están teniendo lugar en todo el mundo.

Esto se ha hecho patente en la decisión de Su Majestad Felipe VI de encabezar una Monarquía renovada para un tiempo nuevo, acercándola más a la sociedad a la que sirve.

Sobre los principios de integridad, austeridad y transparencia, su Monarquía cuenta con el respaldo de los españoles.

Con una visión moderna, se ha propuesto fortalecer la confianza en las demás instituciones de España, garantizar el estado de bienestar y preservar la unidad de su país dentro de la pluralidad.

Estoy seguro de que su reinado y liderazgo consolidarán a España como una potencia política, social, cultural y económica; como una nación que influye positivamente en Europa, Iberoamérica y en el mundo.

Con especial agrado, reconozco su convicción de fortalecer aún más la excelente relación de nuestras naciones.

Por estos motivos, el día de hoy ha sido un honor entregarles a sus Majestades la Condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca, en Grado de Collar, que es la máxima distinción que otorga nuestro país a extranjeros por sus servicios prominentes, prestados a la Nación mexicana o a la humanidad.

De igual forma, para mi esposa y para mí, ha sido un privilegio recibir la Condecoración de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, una de las más antiguas del mundo. Agradecemos sinceramente esta deferencia.

Los vínculos bilaterales entre España y México nos llenan de orgullo, porque han superado distancias, trascendido periodos de Gobierno y prevalecido frente a cualquier coyuntura.

Ante los grandes desafíos y posibilidades que se presentan, España y México han emprendido, con visión y determinación, reformas que comienzan a reflejarse en el bienestar de nuestras poblaciones.

Este año nuestros países vivieron importantes procesos electorales, que dan cuenta de la vitalidad y pluralidad de ambas democracias.

Todas estas coincidencias fortalecen nuestra cercanía, de ya casi cinco siglos, de aquellos primeros encuentros, surgieron, no sólo la España y el México de hoy, sino también el conjunto de naciones de lo que orgullosamente hoy formamos parte, o somos parte en Iberoamérica.

Reconozco el compromiso de la Corona Española de seguir tendiendo puentes transatlánticos, a partir de la Cumbre Iberoamericana.

Como lo señaló su Majestad en Veracruz, en diciembre pasado, y quiero citar textualmente: Iberoamérica unida tiene mucho que ofrecer al mundo y a la humanidad, aportando su visión y su energía en la construcción de un futuro mejor.

Sus Majestades don Felipe VI y doña Leticia:

México es y será siempre un amigo y un aliado estratégico de España. Somos sociedades hermanas que se han apoyado y fortalecido mutuamente.

Sin duda, la España peregrina engrandeció a México, con la llegada de genios del arte, la música y el pensamiento universal, así como de hombres con arraigado espíritu emprendedor.

A partir de estos vínculos indisolubles, seguiremos trabajando en unidad para aprovechar las oportunidades y construir el futuro que merecen españoles y mexicanos.

Por ello, les quiero invitar a que hagamos un brindis en honor de Sus Majestades.

Al hacer este brindis, quiero pedirles a Sus Majestades transmitan al pueblo de España el profundo cariño y afecto de la Nación mexicana.

Por ello, quiero brindar, en primer lugar, por Sus Majestades don Felipe VI y doña Letizia.

Brindar por el pueblo hermano de España y por la fraternidad y la amistad entre nuestras naciones. Y porque el trabajo conjunto que nos convoca y esta alianza estratégica, nos permita generar condiciones de mayor bienestar para nuestras sociedades, para la de España y para la de México.

Salud.