Señoras y señores.

 

            Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.

 

            Quiero saludar y agradecer la muy honrosa invitación para estar con ustedes en este evento.

 

            Al Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales, a Manuel Herrera Vega, a quien felicito y reconozco, realmente, por estas iniciativas que ha tomado al interior de esta Cámara, para seguir promoviendo el desarrollo de la industria competitiva, innovadora de nuestro país.

 

            Quiero saludar al Presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República.

 

            A los integrantes del Gabinete del Gobierno de la República.

 

            A los señores Gobernadores.

 

            Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores y de otras entidades federativas que están aquí presentes.

 

            A los dirigentes de distintos organismos empresariales, que acompañan a este evento.

 

            De igual manera, a dirigentes de organizaciones sindicales que están aquí, entre nosotros.

 

            A los titulares de organismos autónomos que están presentes.

 

            A toda esta gran representación de mujeres y hombres que forman parte de la comunidad industrial de nuestro país.

 

            A los expresidentes de CONCAMIN.

 

            Y, particularmente, también, saludo con respeto a las familias que están aquí presentes, de quienes son parte de esta comunidad industrial, de quienes han sido reconocidos y galardonados el día de hoy, a través de CONCAMIN, por su participación y contribución al desarrollo nacional.

 

            Señores representantes de los medios de comunicación.

 

            Señoras y señores:

 

            Es un gusto, nuevamente, reunirme en esta 22ª Reunión Anual de Industriales y encontrarme con las mujeres y hombres que hacen de su actividad productiva, un importante motor del crecimiento económico y del desarrollo nacional.

 

            A lo largo prácticamente de un siglo, la CONCAMIN ha sido protagonista de la evolución de nuestra economía.

 

Hoy, este organismo integra a 108 cámaras y asociaciones de todo el país; cuenta con 33 comisiones de trabajo; nueve ecosistemas productivos, que en su conjunto generan un tercio del Producto Interno Bruto Nacional.

 

            Una economía que crece de manera sostenida e incluyente, permite crear oportunidades y mejores empleos para todos, elevando así la calidad de vida de la población.

 

            Conscientes de ello, la responsabilidad del Estado y de esta Administración es, precisamente, el haber decidido emprender un amplio y profundo proceso de transformación económica.

 

            Su objetivo es romper inercias e iniciar una nueva etapa de crecimiento acelerado, a partir de una mayor productividad.

           

            Con ese propósito, concretamos las reformas estructurales; estamos dando un fuerte impulso al desarrollo de infraestructura, y hemos puesto en marcha diversas políticas públicas en favor de la formalidad y la innovación.

 

            Celebro constatar que esta visión del desarrollo es compartida por la actual dirigencia de la CONCAMIN.

 

En especial, destaco el proceso de planeación estratégica que ha conducido. Con base en él, hoy esta confederación atiende las necesidades de sus agremiados, vinculando a cada industria con un ecosistema productivo, con alguna región del país y con los temas transversales que les interesan.

 

            Igualmente, destaco que su propuesta para crear valor, a partir de la innovación, la competitividad industrial, los encadenamientos productivos y la generación de talento, está alineada con la política de fomento industrial y de innovación que tiene el Gobierno de la República.

 

            En este sentido, la CONCAMIN y el Gobierno de la República coincidimos en la necesidad de impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación.

 

            En los primeros tres años de esta Administración, 2013-2015, el gasto Federal de ciencia y tecnología ha superado los 239 mil millones de pesos. Esta cifra prácticamente dúplica lo invertido durante los primeros tres años de la pasada Administración.

 

            Y vamos por más. A pesar de que 2016 será un año de austeridad, gracias al respaldo de la Cámara de Diputados se destinarán 91 mil 650 millones de pesos al Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación; es decir, tres mil 584 millones de pesos más.

 

            Para complementar este esfuerzo, es importante que el sector privado participe e invierta más en investigación y desarrollo.

 

            Hoy apenas el 25 por ciento del gasto en inversión y desarrollo experimental, en México, es de origen privado.

 

Esta proporción contrasta con el promedio de inversión privada en este rubro en los países de la OCDE, cuya participación es del 60 por ciento; y en países líderes en innovación, como Corea y Japón, que supera el 75 por ciento de inversión de origen privado.

 

            Por ello, celebro que la CONCAMIN esté decidida a encabezar y multiplicar los esfuerzos de las cámaras empresariales del país en materia de innovación.

 

         También, valoro su disposición y energía para concretar una gran alianza que permita crear sinergias entre los esfuerzos de la CONCAMIN y la política industrial y de innovación que ha venido ejecutando el Gobierno de la República en los últimos años.

 

            Hay que ser muy claros: la política industrial de esta Administración está basada en la apertura comercial, no en el proteccionismo.

 

La política industrial de México ahora se sustenta en el fortalecimiento de nuestra competitividad, no en el establecimiento de barreras que inhiben la competencia.

 

            Nuestra política de fomento industrial se construye a partir de la confianza en nuestras capacidades para triunfar, y no en el temor de ser superados.

 

            La evidencia más reciente de esta nueva actitud, de esta confianza en nosotros mismos, es el acompañamiento de la CONCAMIN durante la exitosa negociación del TPP; el acuerdo comercial más amplio, audaz y avanzado del mundo.

 

            Para las micro, pequeñas y medianas empresas, el TPP y las reformas estructurales constituyen una sólida plataforma para colocar sus productos en el exterior.

 

En este sentido, hoy, la industria mexicana tiene nuevos instrumentos para conquistar más mercados, desarrollar capacidades y establecer más encadenamientos productivos.

 

            Todo ello permitirá impulsar un desarrollo regional más equilibrado, fortalecer nuestra integración productiva en América del Norte y consolidar a México como el puente más competitivo entre Europa, América y Asia.

 

            Por ello, celebro los esfuerzos que han venido realizando la Secretaría de Economía, la CONCAMIN y otras organizaciones empresariales, para identificar oportunidades en las cadenas productivas y definir acciones que permitan incrementar el contenido nacional.

 

            Esto significa que las grandes empresas exportadoras de México utilicen más insumos y bienes intermedios nacionales, generando, así, un círculo virtuoso en favor del mercado interno.

 

            Como se puede apreciar, las oportunidades que hoy ofrece nuestro país a sus industriales son cada vez más amplias y atractivas.

 

           Reconozco y aprecio la confianza, y optimismo, que esta Confederación tiene sobre el futuro del país, y celebro su decisión de creer y crear junto con México.

 

            Señoras y señores:

 

            A unos días de cumplirse los primeros tres años de esta Administración, hoy refrendo mi total compromiso con la transformación de México.

 

Seguiré dedicando toda mi energía, toda mi pasión y entrega al servicio de los mexicanos.

 

            Con decisión y firmeza, seguiré encabezando los esfuerzos del Gobierno de la República, para derribar las barreras que aún limitan el desarrollo pleno de nuestra sociedad.

 

            Aún tenemos mucho por hacer, pero vamos en la ruta correcta.

 

            Nunca como ahora, habíamos tenido una sociedad tan plural, tan informada y tan participativa.

 

Hoy, en México, la división de poderes es plena y efectiva. Los pesos y contrapesos funcionan, y además funcionan bien.

 

            La relación entre la Federación y los estados ha sustituido la subordinación por la coordinación.

 

            En sólo tres años, hemos creado o fortalecido instituciones como el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, la Comisión Federal de Competencia Económica, el Instituto Federal de Telecomunicaciones y el Instituto Nacional Electoral, así como el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales.

 

            Hemos sido totalmente respetuosos de la autonomía de estos órganos y de otros tan importantes, como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

 

            El Gobierno de la República es el primer interesado en que instituciones tan valiosas para el desarrollo nacional sigan siendo referentes de profesionalismo, seriedad e imparcialidad, que sigan contando con la absoluta confianza de la sociedad.

 

            Gracias a esta fortaleza de nuestras instituciones, a la confianza del sector privado y al trabajo diario de los mexicanos, hoy nuestro país, déjenme hacer brevemente un recuento de avances que hoy tiene México.

 

            Es hoy, México, el principal motor del crecimiento económico de América Latina.

 

En 33 meses, la inversión extranjera directa registra niveles históricos: más de 91 mil millones de dólares.

 

            La generación de empleos formales, en estos tres años, supera las cifras de los cinco sexenios anteriores en igual periodo. La tasa de desempleo es la más baja desde 2008.

 

            México tiene la menor inflación, desde que hay registro, hace más de 40 años.

 

El consumo está creciendo a tasas superiores al 9.8 por ciento y los ingresos fiscales se han fortalecido, dependiendo cada vez menos del ingreso petrolero.

 

            En suma, la combinación de estabilidad, visión de largo plazo, reformas estructurales, apertura al mundo, inclusión social y Estado de Derecho, constituye, sin duda, una fórmula ganadora.

 

            México se está transformado.

 

México está evolucionando.

 

            Con absoluta convicción, afirmo que en los siguientes años, México está destinado a ser una Nación imparable.

 

            Gracias a todas y a todos ustedes por ser parte fundamental y relevante del motor del desarrollo de nuestro país.

 

            Nuevamente, reitero mi felicitación al Presidente de CONCAMIN y, muy particularmente, a quienes el día de hoy han recibido reconocimiento por su participación en distintas tareas de conducción y de participación dentro de la industria, que han contribuido al desarrollo de nuestra Nación.

 

A don Juan Beckmann, un empresario exitoso, y a Gerardo Gutiérrez Candiani, como Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, mi reiterado reconocimiento y mi mayor felicitación.

 

            Muchísimas gracias.

 

            Si me permiten, voy a proceder a la declaratoria de clausura, después de ello podremos pasar a comer, porque yo creo que ya hay aquí rostros de hambre.

 

            Hoy, 27 de noviembre de 2015, me es muy grato declarar clausurados los trabajos de esta 22ª Reunión Anual de Industriales, de la CONCAMIN, seguro de que sus conclusiones contribuirán a fortalecer la política industrial y la innovación en México.

 

            Que sea para bien y el desarrollo de nuestra Nación.

 

            Felicidades nuevamente.