-MODERADOR: Hace uso de la palabra el licenciado Manuel Velasco Coello, Gobernador del Estado de Chiapas.

-GOBERNADOR MANUEL VELASCO COELLO: Señor Presidente Enrique Peña Nieto:

Lo saludo con respeto y con cariño. Sea bienvenido a esta tierra, que lo recibe con los brazos abiertos.

Aquí, en Las Margaritas y en todo Chiapas se le quiere mucho. Le tenemos un aprecio muy especial, porque sabemos que usted es un aliado de Chiapas. Pero, sobre todo, le estamos muy agradecidos por el apoyo que siempre nos ha brindado.

Nos sentimos muy honrados que haya escogido a nuestro estado para iniciar aquí, el mayor esfuerzo social, emprendido por su Administración. Siempre contará con el respaldo de las y los chiapanecos, para caminar y trabajar unidos por un México más justo y más próspero. Un México con rumbo y visión de futuro.

Con mucho cariño, le damos la bienvenida a Chiapas, que es su casa, señor Presidente.

Quiero saludar, con afecto y con cariño, a mi amiga Angélica Rivera, Presidenta del DIF Nacional. Bienvenida a Chiapas.

Agradezco, de manera muy especial a las y los integrantes del Gabinete Presidencial, que son el equipo fundamental en la construcción del México que todos queremos. Nos honra mucho su presencia aquí, en el Estado de Chiapas. Muchísimas gracias.

Saludo, con gran aprecio, a mis amigos Gobernadores, que hicieron un gran esfuerzo para venir desde sus estados de la República y estar hoy, aquí, en Margaritas, Chiapas, acompañándonos. Muchísimas gracias.

Saludo, con mucho cariño, a cada una y a cada uno de ustedes de los 122 municipios del Estado de Chiapas que hoy nos acompañan aquí, en Las Margaritas.

Muchísimas gracias.

En un México tan diverso y poderoso en sus regiones, con gran riqueza en sus recursos naturales y humanos, no es posible que tenga lugar la carencia de alimentos.

En una Nación como la nuestra, con tanta tierra fértil y productiva, no debería de haber espacio para el hambre.

En pleno Siglo XXI, no podemos permitir que esta dolorosa realidad persista. Por eso, la Cruzada Nacional contra el Hambre, convocada por el Presidente de la República, es una tarea monumental que hoy nos une a todas y a todos los mexicanos más allá de ideologías y de colores partidistas.

Todos, sin excepción, estamos obligados a dar un renovado impulso a la política social para erradicar los rezagos que lastiman a millones de mexicanos que carecen de lo más indispensable.

El hambre no puede esperar. Es un imperativo moral atender esta urgencia con visión humanista, comprometida y solidaria. Se trata de encarar el problema del hambre como una gran emergencia nacional, sumando todas las voluntades, unificando a todos los órdenes de Gobierno, alineando todos los programas gubernamentales y movilizando todas las consciencias.

La convocatoria del Presidente de la República es un llamado de alerta, un llamado a tiempo para actuar como una República unida, y juntos vencer este desafío inaceptable.

Chiapas será su principal aliado en esta tarea, que es una prioridad para la generación que representamos. Es momento de cambiar el rostro de México, de Norte a Sur, de Oriente a Occidente, en todo momento y en todo lugar donde sea necesario actuar.

Todos unidos en torno a un mismo objetivo en común: un país sin hambre ni rezago social.

Aquí, en el Sur del país está el 14 por ciento de la población con más carencia alimentaria. Tan sólo en Chiapas, el 30 por ciento de la población no cuenta con los ingresos necesarios para adquirir la canasta básica; es decir, más de un millón y medio de chiapanecos están en pobreza alimentaria.

Tenemos cinco de los 10 municipios del país que registran los índices más altos de marginación. Y más del 50 por ciento de la población del estado vive en localidades menores de dos mil 500 habitantes, lo que, también, la dispersión poblacional es un problema estructural que nos dificultad atender las necesidades básicas en las comunidades más vulnerables.

Por eso, nuestro mayor reto es combatir la pobreza extrema y, con ello, erradicar el hambre. Tenemos la gran oportunidad de corregir los desequilibrios regionales que históricamente han existido.

Con el liderazgo del Presidente de la República, enfocaremos todos los esfuerzos para alinear todas las políticas públicas que nos permitan alcanzar este fin. Desde la alfabetización, desayunos escolares, cocinas comunitarias, los programas de agricultura familiar, la generación de ingresos, la creación de empleos, el incremento en la producción sustentable, la cultura de una alimentación saludable, la creación de los bancos de alimentos, la integración de los pequeños productores a los mercados locales y el fortalecimiento de las redes de protección social.

En Chiapas y en el Sur de México estamos listos para enfrentar este enorme reto institucional que significa la Cruzada Nacional Contra el Hambre. Tenemos todo para lograrlo. Contamos con la mayor diversidad cultural del país. Tenemos un enorme potencial productivo, recursos naturales abundantes y, lo más importante; un pueblo trabajador que está comprometido con la Patria.

Pero, sobre todo, compartimos con el Presidente de la República la capacidad de trabajo, nuestro deseo de servir, nuestra actitud de emprender y de hacer historia.

Desde el Sur de México, reafirmamos nuestro compromiso para consolidarnos como una región que empuje el desarrollo del país, viendo, en todo momento, por el futuro y el bienestar de las nuevas generaciones.

Señor Presidente:

Desde Chiapas, tierra donde empieza la Patria, veo con esperanza la presencia en Chiapas de la República. Veo con esperanza el coraje y la determinación de trabajar unidos para solucionar nuestros grandes problemas nacionales. Veo a un país comprometido con su gente y con sus nuevas generaciones.

Es tiempo de plasmar con voluntad generosa el México en el que creemos y que podemos hacer realidad, con el liderazgo de nuestro Presidente Enrique Peña Nieto. Un México a la altura de la gran Nación que todos queremos y anhelamos.

Finalizo con una frase del doctor Belisario Domínguez, héroe nacional y paladín de la libertad de expresión: Si cada uno de los mexicanos hiciera lo que le corresponde, la Patria estaría salvada.

Muchas gracias.

-MODERADOR: A continuación, escuchemos las palabras de la licenciada Rosario Robles Berlanga, Secretaria de Desarrollo Social.

-SECRETARIA ROSARIO ROBLES BERLANGA: Licenciado Enrique Peña Nieto, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos; licenciado Manuel Velasco Coello, Gobernador Constitucional del Estado de Chiapas; señor Jefe de Gobierno del Distrito Federal y señores Gobernadores; señoras y señores integrantes del Gabinete; distinguidos representantes de los organismos internacionales; invitados especiales; señoras y señores.

Muy buenas tardes a todas y a todos.

Señor Presidente:

El pasado 1º de diciembre, usted dio la instrucción de que la Secretaría de Desarrollo Social pusiera en marcha la Cruzada Nacional Contra el Hambre, en un plazo máximo de 60 días.

Hoy, cumplimos, arrancando esta Cruzada con gran entusiasmo, con una convocatoria a todos los actores de nuestra democracia plural y a toda la sociedad mexicana, para sentar las bases de un México incluyente. Y lo hacemos aquí, en territorito del pueblo tojolabal.

Usted puso el tema del hambre en la agenda pública, al expresar que es indignante e inaceptable que, a pesar de los avances que el país ha registrado, existan millones de mexicanos que lo padezcan.

Usted decidió incorporar como elementos centrales de su propuesta de Gobierno la erradicación del hambre y el compromiso de hacer efectivo el derecho constitucional de todos los mexicanos a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, como lo mandata el Artículo 4º de nuestra Constitución.

La Cruzada que hoy arranca, es una estrategia de política pública para combatir el hambre y contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional de la población más vulnerable del país.

Es una estrategia de carácter amplio, como enfoque multidimensional, que promueve un modelo de atención integral que va mucho más allá del asistencialismo y que tiene, en los hombres y las mujeres, sus sujetos fundamentales.

La Cruzada Contra el Hambre considera dos aspectos centrales: La producción y el acceso a los alimentos.

No es tan sólo una entrega de despensas, sino una estrategia que aspira a cambios estructurales, a transformaciones en fondo. Entre ellas, la de aumentar la producción de alimentos por parte de campesinos y pequeños productores, así como el cambio en el entorno de las comunidades que hoy padecen hambre, pero, también, otro tipo de rezagos y carencias sociales.

La Cruzada tiene cinco objetivos primordiales perfectamente compatibles con los Objetivos del Milenio y con la estrategia Hambre Cero impulsada por el Secretario General de la ONU.

Cero Hambre a partir de una alimentación y nutrición adecuada de las personas en pobreza multidimensional extrema y carencia de acceso a la alimentación. Eliminación de la desnutrición infantil aguda y mejoramiento de los indicadores de peso y talla de la niñez. Aumento de la producción de alimentos y del ingreso de los campesinos y pequeños productores agrícolas. Reducción de las pérdidas poscosecha y de alimentos durante su almacenamiento, transporte, distribución y comercialización. Y el impulso a la participación comunitaria y la movilización popular para la erradicación del hambre.

La Cruzada Nacional contra el Hambre es un esfuerzo que durará los seis años de Gobierno. Su población objetivo, es de 7.4 millones de mexicanos y mexicanas.

Algunos seguramente se preguntarán cómo llegamos a esta cifra. La respuesta es muy sencilla.

A partir de cruzar el número de quienes viven en condiciones de pobreza extrema y los que reportan carencia de acceso a la alimentación.

Se trata, entonces, de dirigir el esfuerzo hacia los que menos tienen, hacia los más pobres de entre los pobres, hacia los que tienen hambre, pero que también, viven en condiciones indignas, porque son ellos los que requieren la acción imperiosa del Gobierno y la solidaridad de toda la sociedad.

En el primer año, se iniciará en 400 municipios para extenderse paulatinamente para abarcar a la totalidad de la población objetivo. El único criterio para escoger estos municipios, es de carácter técnico.

Su definición se desprende de la información proporcionada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, CONEVAL, instancia con la que hemos estado en comunicación permanentemente.

En esta relación de municipios, se encuentran los que son eminentemente rurales, pero, también, de manera fundamental, se considera a la pobreza urbana, factor hoy de exclusión, generadora de violencias, enconos y resentimientos que es indispensable atajar.

Esta selección responde, también, a las recomendaciones de la CONEVAL, que en su Informe 2012 dice: El reto de abatir la pobreza municipal es doble. Reducir la pobreza rural de municipios pequeños y dispersos, así como disminuir la pobreza urbana que tiene un mayor peso en el volumen poblacional.

La Cruzada Nacional contra el Hambre está considerada, también, como una estrategia integral, pues los mexicanos y mexicanas a quienes está dirigida presentan más de tres y hasta seis carencias sociales.

Este enfoque precisa de la acción coordinada y concurrente de las diversas dependencias gubernamentales. De ahí, que se considera la creación de un Sistema Nacional de la Cruzada Contra el Hambre, que nos va a permitir alinear los recursos presupuestales de más de 70 programas de la Administración Pública Federal para cumplir con los objetivos que usted nos ha indicado.

Se propone, también, la creación de un Consejo Nacional de la Cruzada contra el Hambre, como instancia incluyente para el diálogo y la construcción de acuerdos entre los sectores público, privado y social.

Se va a actuar con transparencia, abiertos a la mirada de los ciudadanos, y atentos a sus voces, pero, sobre todo, como usted nos lo ha pedido, se van a medir los resultados, porque política pública que no es evaluada, corre el riesgo de convertirse en demagogia.

De ahí, que se hayan establecido una serie de indicadores para medir impactos, avances y, también, hay que decirlo, que permitan corregir a tiempo los errores.

La Cruzada tendrá como sustento y fortaleza la más amplia participación de la sociedad, para lo cual se promoverá la integración de comités comunitarios, conformados por ciudadanos que incidirán en el diseño, instrumentación y supervisión de las políticas que vamos a implementar.

Por último, se promoverá a partir del diálogo con gobernadores, con el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, con los presidentes municipales y jefes delegacionales del Distrito Federal, la firma de acuerdos integrales para el desarrollo incluyente, en los que se definirán las estrategias a implementar en cada una de las entidades federativas, así como objetivos claros y metas precisas.

Señor Presidente:

Hoy, se inicia este esfuerzo emblemático, pero es necesario dejar claro que es tan sólo el principio.

El éxito de la Cruzada dependerá de la suma de voluntades, de nuestra capacidad para articular acuerdos en el marco de nuestra compleja pluralidad, de nuestra decisión de poner a México por delante, de ser generosos con este gran país al que todo debemos.

En acatamiento a sus instrucciones, señor Presidente, en el transcurso de los próximos dos meses se realizarán las reuniones con los diversos niveles de Gobierno, así como con las organizaciones de la sociedad civil.

Se capacitará al ejército de promotores encargados de impulsar la participación comunitaria, se convocará a los jóvenes a involucrarse en las brigadas de trabajo para que, en el mes de la Cruzada, se desaten todas las energías, y millones de mexicanos sientan nuestra decisión de colaborar con nuestro granito de maíz, para que millones de mexicanos sientan nuestra mano solidaria.

Por lo pronto, hoy, en este acto, en este municipio simbólico de Las Margaritas, su Gobierno demuestra, una vez más, su compromiso con las causas más justas de la Sociedad.

Muchas gracias.

-MODERADOR: En estos momentos, toma la palabra el licenciado César Horacio Duarte Jáquez, Gobernador del Estado de Chihuahua y Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.

-GOBERNADOR CÉSAR HORACIO DUARTE JÁQUEZ: Muy buenas tardes.

Ciudadano Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto; señora Angélica Rivera, Presidenta del DIF Nacional; amigo Gobernador, joven Gobernador, Manuel Velasco. Y en su nombre, saludo a este extraordinario pueblo de Chiapas.

Señores Secretarios de Estado, Secretarias, Directores, miembros del Gabinete Legal y Ampliado del Gobierno de la República; colegas, amigos Gobernadores; Jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Hoy, es un gran día. Los Gobernadores de la República nos hemos citado en Chiapas, a convocatoria del señor Presidente de la República, para asumir el gran compromiso: el inicio de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, una Cruzada que concreta los pactos y acuerdos políticos y sociales del Gobierno de la República.

Nos entusiasma estar reunidos en este lugar emblemático de nuestras raíces nacionales. Este es el mejor signo de que el México incluyente empieza por donde debe de empezar.

Chiapas, al igual que buena parte del territorio nacional, enfrenta el problema de la pobreza extrema, que muestra su rostro más indignante en el hambre que padecen muchos mexicanos.

El Estado de Chihuahua no escapa a ello. Somos una entidad de enormes contrastes. Lo mismo enfrentamos la pobreza en lo más escarpado de la Sierra Tarahumara. En Chihuahua, según el INEGI, el municipio más pobre del país es Batopilas, Chihuahua.

Por eso, la lucha contra el hambre es una tarea que ha encabezado la prioridad en la agenda de mi Gobierno. La hemos asumido como una gran labor. Es impostergable para regresar la vida digna a las comunidades más pobres y, especialmente, a los indígenas.

Lo mismo vemos en el Sureste, en La Huasteca. Desde la Península de Yucatán hasta las Bajas Californias. Lo vemos en la Sierra Madre Occidental o en las costas del Pacífico.

Además, el problema del hambre se agrava por la compleja situación que, día a día, nos afectan los fenómenos naturales.

Hoy, los Gobernadores de los estados y los alcaldes de todo el país apreciamos, en su justo valor, la trascendencia de esta Cruzada Nacional Contra el Hambre.

Hay consenso, hay unidad en un marco de pluralidad y de respeto.

Una Cruzada que tiene como uno de sus grandes atributos, la voluntad de sumar recursos, esfuerzos y visiones de quienes representamos el rostro más cercano de nuestras comunidades.

En esta Cruzada, por su diseño y convocatoria, los actores públicos y sociales tenemos responsabilidades que compartimos y el deber histórico de coordinar todos los esfuerzos gubernamentales y aprovechar el potencial solidario de la sociedad mexicana. El Federalismo es una de las estrategias que desde la Conferencia Nacional de Gobernadores, hemos venido impulsando.

En ese sentido, refrendamos al señor Presidente de la República, nuestra disposición a participar, activamente, en este esfuerzo para reivindicar la dignidad de vida de tantos mexicanos desplazados de los beneficios del progreso.

Al mismo tiempo, le reiteramos que seremos la voz que convoque en nuestros estados y municipios, a la iniciativa privada, a las organizaciones sociales, al sector académico, a todos los ciudadanos, a aportar sus esfuerzos en esta lucha que busca abatir no sólo el hambre, sino el abandono, la enfermedad y la desesperanza.

Estoy seguro, señor Presidente, que esta Cruzada moverá a México, que despertará entre los mexicanos el aprecio y el reconocimiento a los derechos de los más excluidos; que despertará la consciencia sobre la gran responsabilidad que tenemos todos para sacar del olvido a los más marginados. Es un acto de elemental justicia abatir el hambre.

No tenga duda, señor Presidente, que esta Cruzada cuenta con la generosidad y el compromiso de los chihuahuenses y de todos los mexicanos, que haremos todo lo que esté en nuestras manos para asegurar que el alimento llegue hasta la mesa de las familias más pobres, aún aquellas que viven en las condiciones y comunidades más recónditas de nuestra geografía nacional.

La experiencia propia, la decimos que es atender el abasto alimentario. En Chihuahua he evitado la migración masiva, las familias serranas a las ciudades.

Si algo tenemos claro, es que estos pobladores no abandonan sus comunidades por que quieran. Lo hacen porque no les queda de otra. Enfrentarse a lo desconocido, a la discriminación, al mal trato, a renunciar a su querencia, a su tierra y a sus raíces.

Nos alienta, señor Presidente, que a 50 días de haber asumido su mandato como Presidente de la República, estemos constatando el cumplimiento de uno de sus compromisos más trascendentes y humanistas, como es la lucha contra el hambre y el arranque de una nueva dinámica nacional de construir acuerdos para mover a México.

Esta Cruzada y el modelo de coordinación y colaboración sobre el cual se construye, es un claro mensaje de que el desarrollo social del país, se está reformando radicalmente.

Y es, también, un claro mensaje de que no vamos a conformarnos con la buena gestión de la macroeconomía, mientras en México existan 13 millones de millones de mexicanos que carecen de todo, y 30 millones de mexicanos que carecen de lo necesario para alcanzar una vida digna.

Era tiempo de replantear las políticas sociales que han llevado sólo a un asistencialismo efímero y vacío, sin un futuro a quienes son hoy beneficiarios y que no garantizan, de ninguna manera, la transformación y su incorporación productiva.

El enemigo número 1 de México es el hambre y la pobreza. No hay más, no hay nada más doloroso que millones de mexicanos sufran las inclemencias de la desigualdad.

No hay escenario social más indignante que las enfermedades, la miseria y la vida sin esperanza de la niñez. No hay realidad más cruel que la fatalidad en la muerte por causas de exclusión pública o de indiferencia social.

Por eso, los gobernadores de las entidades federativas sabemos que la Cruzada Nacional Contra el Hambre afronta con singular responsabilidad histórica, la tarea de la justicia social más apremiante del país.

Ha dicho el Presidente Peña Nieto, que es inconcebible que en la era de las sorprendentes innovaciones científicas y tecnológicas, haya mexicanos condenados al hambre, a la enfermedad, a la muerte, evitable por una existencia sin vida.

El impulso del Presidente Peña Nieto de un Sistema Nacional de Seguridad Social Universal y el Sistema Nacional de Programas al Combate de la Pobreza, representan los retos de la sociedad abierta y de la democracia eficaz que postula el Gobierno de la República.

En la Cruzada Nacional Contra el Hambre, advertimos diagnósticos certeros y políticas públicas consecuentes, evaluables. El potencial económico de nuestro país es alentador. La educación, la ciencia, la tecnología, la innovación son inversiones de mediano y largo plazo que nos aseguran un porvenir cierto.

Sin embargo, ahí, donde un niño tiene hambre, donde una mujer vive condenada a la incertidumbre, donde un joven lleva al alma atrofiada por la desesperanza o la exclusión, donde un venerable anciano sufre su triste realidad y destino.

Ahí mismo, en todos esos lugares erosionados por la exclusión, la democracia participativa tiene una responsabilidad ineludible.

Ahí, donde las comunidades desarraigan su cohesión y pertenencia, donde la pobreza condena a millones a huir hacia cualquier parte, donde los pueblos son arrasados por los elementos de la naturaleza o el abandono, donde los sectores marginados de las ciudades son discriminados y vistos como focos de inflexión criminal.

Ahí, en todos esos lugares, la justicia distributiva debe poner en marcha políticas públicas que muevan a la gente a trascender sus destinos y liberarse de una existencia subhumana.

Por eso mismo, creemos que la Cruzada Nacional Contra el Hambre es el motor de un renacimiento político y social de nuestro país.

Ya es hora de hacer política que signifique hacer justicia. Ya es hora de hacer justicia que signifique redimir la miseria en que viven millones de mexicanos. Ya es hora de replantear las políticas públicas-sociales que han llevado a un gran esfuerzo financiero del país y que en el incremento de presupuestos, también, han incrementado los pobres y todos aquellos que han sido excluidos.

Amigas y amigos:

Es el tiempo de México. En la mesa del diálogo nacional, el Presidente Peña Nieto ha hecho visibles las heridas del México profundo, pero, también, ha puesto las soluciones que alivian la desigualdad que produce el injusto reparto de la riqueza.

El México incluyente es la propuesta fundamental del Gobierno de la República en la que nadie tiene derecho a ser indiferente.

Gobernadores, Presidentes Municipales, servidores públicos, organizaciones ciudadanas, instituciones educativas y científicas, agrupaciones sindicales y empresariales, todos tenemos un gran compromiso con la hora de México.

El carácter histórico de esta Cruzada Nacional Contra el Hambre, rompe las ataduras de viejos esquemas.

Hoy, gobernar debe ser hacer justicia. Y hacer justicia no es posible en la distancia, en la lejanía o en el progreso de la riqueza improductiva.

Hay que escuchar a todos. Hay que consolidar, sin duda, estos esfuerzos. Que con la Cruzada Nacional Contra el Hambre, se garantiza que los pobres no sean objeto de retórica, sino de justicia, que los recursos para ellos no se regateen en nombre, de colores ni de ideologías partidistas.

Empezamos a escribir, desde hoy, una nueva etapa de la democracia plural. Inauguramos una democracia eficaz, que se reflejará en una mejor calidad de vida para todos los mexicanos.

Asumir este gran compromiso, era obligado. Iniciar este gran reto de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, era inaplazable.

Para qué mover a México.

Nos lo ha dicho el señor Presidente: Hay que dejar el México que tenemos, por el México que merecemos.

Vamos, todos juntos, a mover a México.

Muchas gracias.

-MODERADOR: Invitamos al Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto, a que firme el Decreto del Sistema Nacional Contra el Hambre.