Fuente: SRE

México y la Santa Sede establecieron relaciones diplomáticas el 21 de septiembre de 1992, después de que las reformas al artículo 130 de la Constitución Mexicana y la entrada en vigor de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público reconocieran la personalidad jurídica de las Iglesias y las asociaciones religiosas.

La Santa Sede es para México un actor de la comunidad internacional que ocupa un lugar central en los intereses estratégicos del país. Desde 1992, los nexos diplomáticos entre México y la Santa Sede han evolucionado positivamente, y se ha avanzado en la edificación de una relación respetuosa de contenidos específicos y útil para los intereses del Estado mexicano y de su política exterior.

Se han identificado importantes posibilidades de colaboración en áreas sensibles y de alcance mundial como la paz y la seguridad internacionales, la promoción de un orden internacional justo y el fortalecimiento de las Naciones Unidas y de la legalidad internacional.

Otros puntos de coincidencia son la solución pacífica de los conflictos, el combate al terrorismo, el combate al narcotráfico y al crimen organizado, la lucha contra la pobreza y la lucha contra la pena de muerte.

El Presidente Enrique Peña Nieto realizó una visita al Vaticano en marzo de 2013 con motivo de la Celebración del Inicio del Pontificado del Papa Francisco, en la que el Presidente aprovechó el momento para invitar al Papa a visitar México.