El Juicio de Amparo ha sido y es, el principal instrumento de defensa de los derechos que las personas tienen para protegerse de los actos de autoridad.

Con la Nueva Ley de Amparo, son múltiples y profundos los cambios que se han logrado; principalmente a partir de tres rubros:

  • Primero. Se amplía la esfera de protección de los derechos.
    • Los Derechos Humanos previstos en los tratados internacionales serán objeto de protección directa.
    • Se dota de efectos generales a las sentencias de inconstitucionalidad de una norma general por parte de la SCJN, con lo que se tutelan los derechos de todas las personas, aun cuando no hayan interpuesto el juicio.
    • Se otorga la calidad de parte agraviada a quien tenga un interés legítimo, ya no necesariamente jurídico.
    • A partir de un análisis ponderado, no se otorgarán suspensiones del acto reclamado que causen más perjuicios sociales que beneficios para el quejoso.
  • Segundo. Se eleva la eficacia de la justicia mexicana.
    • La sentencia de todo “amparo para efectos” señalará con precisión los términos en que deba cumplirse.
    • Las promociones de juicio de amparo podrán efectuarse en línea, mediante el uso de la Firma Electrónica
  • Tercero. Se fortalece al Poder Judicial de la Federación, particularmente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
    • Se crean los “Plenos de Circuito”, a fin de que las contradicciones de tesis al interior de un mismo circuito, sean resueltas a través de los plenos.
    • Para asegurar el debido cumplimiento de las sentencias de Amparo, se robustece el esquema de sanciones.
    • La Suprema Corte de Justicia de la Nación podrá separar de su cargo y consignar ante el Juez de Distrito, tanto a la autoridad responsable como a su superior jerárquico cuando incumplan una sentencia de Amparo

Hoy, después de 172 años, se revitaliza el instrumento de control constitucional más importante de nuestro Sistema Jurídico, el juicio de amparo.