Cuando recibimos nuestro sueldo o gasto doméstico generalmente separamos ese dinero para priorizar en qué vamos a gastar de manera inmediata: pago de servicios, alimentación, transporte, vestido, entretenimiento, etcétera.
Lo mismo pasa con los recursos públicos que se dividen en dos tipos:
- Gasto corriente: Es el que se utiliza en lo más importante; para subsidiar programas sociales, para solventar los suministros y materiales de los servicios básicos de educación, salud, abastecimiento de agua, seguridad pública entre otros. También para pagar salarios de maestros, policías, médicos, soldados y demás funcionarios que presenten sus servicios. Aquí se incluyen las pensiones y jubilaciones y los gastos de operación del Estado.
- Gasto de inversión: Es el que se utiliza en la construcción de puentes, carreteras, escuelas, hospitales y otras acciones de remodelación, ampliación o mejora de inmuebles que requieren un mayor plazo para su culminación.
A través de www.transparenciapresupuestaria.gob.mx puedes revisar el comparativo de gastos, de acuerdo con las funciones a los que están destinados los recursos.
Construyamos juntos una cultura de la transparencia y la rendición de cuentas.
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