De manera coordinada el Sistema Nacional DIF y los sistemas estatales y municipales DIF, impulsamos la alimentación sana, variada y suficiente, para favorecer el desarrollo y bienestar de niñas, niños y adolescentes.

Es a través de la distribución de más de cinco millones de desayunos escolares diarios, en promedio, que contribuimos en la seguridad alimentaria de esa población y a la vez, ayudamos para evitar el ausentismo y propiciar un mejor aprovechamiento en las aulas. 

A través del consumo de los desayunos escolares, las niñas, niños y adolescentes que asisten a planteles oficiales del Sistema Educativo Nacional de zonas indígenas, rurales y urbano-marginadas, ejercen su derecho a la alimentación. Estas raciones alimenticias son diseñadas con base en los criterios de calidad nutricional, en las  características de la población y en los alimentos disponibles de cada región y a las que se suman acciones de orientación alimentaria para toda la familia. 

Los desayunos escolares se  preparan en dos modalidades, el frío, integrado por leche descremada (250ml.), cereal integral (30grs.) y fruta fresca (70grs.) o deshidratada (20grs) y el caliente, elaborado y supervisado por padres de familia, profesores y miembros de la comunidad organizados en comités y compuesto por una bebida, cereal integral, verduras, leguminosas o alimento de origen animal y fruta fresca.

El Sistema Nacional DIF está comprometido con hacer valer el derecho a la alimentación que fue reconocido en 1948, en el Artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos como parte del derecho a un nivel de vida adecuado y, consagrado en 1966 en el Artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.