Las pequeñas comunidades vulnerables también representan prioridad para Diconsa y así queda demostrado cada mes en las inmediaciones del Espinazo del Diablo, Durango, región que conecta por la carretera libre con el puerto de Mazatlán, donde 215 personas de Huízar, localidad escondida entre la sinuosidad de lodosas brechas, reciben con puntualidad el abasto de comestibles nutritivos y artículos de primera necesidad, dio a conocer el subgerente estatal, Gerardo Rubén Ontiveros Palacio.

“Llevamos productos suficientes para que la población tenga asegurada su alimentación, incluso en temporada de lluvias cuando los caminos se tornan más complicados”, dijo el titular de la Unidad Operativa, encargada de operar el abastecimiento de comestibles y productos de primera necesidad en el estado de Durango.

Cuando esto sucede, los choferes de Diconsa se ven imposibilitados de llegar a los sitios acostumbrados, por lo que tienen la necesidad de planear, con los habitantes del lugar, fecha y hora para la entrega de mercancía. Son los propios lugareños quienes se encargan de recorrer los últimos tramos hasta la tienda comunitaria.

“Ahí, el alimento nunca falta. No importa que la comunidad sea pequeña o que sea remota y peligrosa por naturaleza, rodeada de profundos precipicios y angostos caminos”, añadió el funcionario “el compromiso de Diconsa es llevar alimento y así lo hacemos en el Espinazo del Diablo, apoyados con nuestra infraestructura y con el compromiso de nuestro personal”, acotó.

Este lugar de complicado acceso es sólo un ejemplo de las más de 24 mil localidades en las que Diconsa tiene presencia a través de sus 27 mil tiendas comunitarias a nivel nacional.

Debido a ello, ha establecido estratégicamente sus almacenes rurales, porque, a partir de ahí, sus vehículos de carga y gran carga se desplazarán hasta los lugares más recónditos con la encomienda de ofrecer garantía del derecho constitucional a la alimentación.

“Otro de los sitios duranguenses de gran importancia para Diconsa es la región de Las Quebradas, donde mensualmente se surten 270 toneladas de alimento que sirven para llevar alimento a las 78 tiendas comunitarias de Lagunas de Cerro Prieto y sus alrededores. Para llegar a donde residen sus pobladores, hay que transitar hasta 14 horas por voladeros, brechas y terracería”, explicó el jefe del almacén rural La Peña, Álvaro Ontiveros.

Para dar atención a ésta y muchas otras localidades escondidas entre la Sierra Madre Occidental, morada de indígenas tepehuanes, mexicaneros, huicholes, coras y tarahumaras, así como a otras zonas del estado, Diconsa Durango cuenta con un almacén central y 10 rurales, los cuales abastecen a más de 700 tiendas comunitarias y nueve tiendas móviles.