• Las artes ofrecen la posibilidad de reconocernos distintos luego de la pandemia; el mundo ha estado esperando este momento, dijo la titular del Inbal

 

El arte está haciendo posible una nueva manera de vivir, de soñar y de interrelacionarse con los demás, aseguró la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez López, al inaugurar las actividades de Réquiem for Justice, un encuentro internacional de artistas y escritores y escritoras por la justicia social, que se lleva a cabo del 27 al 30 de octubre en recintos del Centro Cultural del Bosque y el Colegio de San Ildefonso.

A nombre de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Inbal, Lucina Jiménez dio la bienvenida a la Ciudad de México a los más de 60 poetas, escritores, gestores y activistas culturales procedentes de más de 27 países del mundo, reunidos aquí por convocatoria de la organización Landcape for Hope y Action For Hope, y destacó que este encuentro se da justamente en un momento por demás esperado.

“El mundo ha estado esperando esta oportunidad de reencontrarnos y de recuperar la posibilidad de reconocernos distintos luego de la contingencia sanitaria por la Covid-19, la más grande que haya vivido la humanidad en tiempos recientes”, expresó en el acto inaugural celebrado en el Teatro del Bosque Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.

Acompañada de Lyne Sneige, actual presidenta del Consejo de Actions for Hope (organización que promueve los derechos culturales y proporciona modelos para practicarlos en la región de los países árabes, principalmente), Jiménez López resaltó que las actividades de Réquiem buscan generar mejores condiciones de diálogo, de encuentro y de creación para todos aquellos artistas que trabajan para hacer un mundo mejor, comprometidas y comprometidos con lo que el mundo ofrece hoy como reto: migración, guerra, xenofobia, racismo, elitismo y discriminación.

En todos esos espacios donde algo se está produciendo o creando –agregó--, es porque el arte está haciendo posible una nueva manera de vivir, una nueva manera de soñar, aun y cuando el arte ha sido utilizado también por dictaduras para fines de ausencia de democracia.

“Me parece que los activismos aquí reunidos reflejan esa posibilidad de creación y de otras posibilidades de relación en la humanidad”, consideró, y deseó que el encuentro “sea amistoso, fructífero y el inicio de muchas complicidades que se puedan desarrollar entre artistas, sociedad civil e instituciones. Gracias a todos los participantes y colaboradores por estar haciendo una acción colectiva por la esperanza”.

En el acto inaugural, Lyne Sneige agradeció el apoyo de las instituciones de cultura mexicanas para realizar el encuentro y destacó que esta organización (fundada en 2015) cree firmemente en el papel que el arte y las expresiones culturales desempeñan en el cambio social y en el empoderamiento de las personas y las comunidades, en particular las que están en peligro.

Asimismo, destacó que las jornadas del encuentro incluyen conferencias, mesas redondas, conversatorios, proyecciones de cine y documentales, teatro, conciertos de música y actividades culinarias de los países participantes, como Líbano, Siria, Afganistán y México, tanto en el Centro Cultural del Bosque como en el Colegio de San Ildefonso.

 

El arte como prioridad

Una de las primeras actividades de Réquiem for Justice fue la mesa redonda ¿Es el arte una prioridad hoy en día?, en la que participaron la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López; la directora de Ambulante. Festival de Documentales, Paulina Suárez; y Helena Nassif, investigadora y directora del organismo Recursos Culturales (Al Mawred Al Thaqafy), con la moderación de Basma El Husseiny, gestora cultural y directora de Actions for Hope.

En la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque, la directora general del Inbal consideró necesario revalorar la actividad artística y cultural en los nuevos tiempos, para lo cual resulta imprescindible hacer transformaciones tanto en lo público-gubernamental como en lo referente a las iniciativas de la sociedad civil y de quienes trabajan de manera comunitaria, como condición que impone una nueva realidad.

Añadió que para ello es necesario derribar fronteras y mitos como aquel que dice que el arte es elitista y, por lo tanto, solo para un grupo de privilegiados. A manera de ejemplo, comentó que en una reunión en una apartada región wixárika de Durango, donde autoridades tradicionales hablaban de planes de justicia, medio ambiente, tierra, aguas, alguien preguntó a qué hora se hablaría de arte, porque el pueblo wixárika es tradicionalmente artístico y genera procesos artísticos y de esa manera se inserta en los procesos económicos y sociales.

Asimismo, mencionó que durante la contingencia sanitaria amplios sectores de la población mundial se acercaron a las expresiones artísticas (música, ópera, teatro, artes plásticas) que sirvieron como fundamento de esperanza desde el confinamiento, y que expresiones como la música han marcado nuevos caminos para el desarrollo tecnológico. Por ello, consideró urgente y necesario fomentar, además, la educación artística y el acercamiento a las expresiones artísticas como condición de una nueva realidad y como uno de los derechos humanos fundamentales.

En su momento, a pregunta expresa de la moderadora, Helena Nassif, comentó que ante la necesidad de recursos para las artes, muchos colaboradores piden que se justifique su aportación y condicionan que tenga cierto impacto comercial, cuando –defendió— el arte tiene un impacto que va directo a las emociones del ser humano.

Por su parte, Paulina Suárez, directora de Ambulante, recordó los inicios de dicho festival recorriendo el país y presentando documentales en los que se planteaban diversas realidades sociales en los que el público se identificaba.

Por la tarde, en el marco del encuentro organizado por Action for Hope que sostiene la red internacional denominada Landscape for Hope, la cual sostuvo su primera reunión en San Ildefonso, y a la que pertenecen ConArte y Ambulante, entidades mexicanas de la sociedad civil, se proyectó el corto documental ¿Quién lanza la primera piedra?, dirigida por Nahui Twomey y Aymara Larson, en la Sala Xavier Villaurrutia.

Nahui Twomey dijo que este film tiene el propósito de compartir con el mundo procesos colectivos donde personas muy distintas colaboran de manera impensable, con quienes perdieron sus derechos en algún momento, con el fin de terminar con la discriminación y la estigmatizaron que afectan a estas personas privadas de su libertad

Tras apreciar el documental, Aymara Larson y el coprotagonista Víctor Balbuena, moderados por Michael Twomey, reflexionaron sobre el documental, el cual trata de un desfile de seres que buscan reincorporarse a la vida, luego de cumplir sentencias y que a partir de estos talleres creativos le dan sentido a su vida, nos muestran fotografías, performances, intervenciones diversas, significativas que van liberando sus temores por mostrarse como son esencialmente.

“Me encanta encontrar un interés genuino en las personas y dan ganas de contar todas las historias que se acumulan y que han generado estos talleres de resistencia y esperanza para seguir viviendo”, finalizó Aymara

 

El final de los tiempos

Después del acto inaugural, el escritor de ficción hindú Amitav Ghosh, tuvo a su cargo la primera disertación del encuentro la cual llevó por título ¿Estamos en el final de los tiempos?, en la que planteó sus temores que pueden llevar al mundo a su extinción, entre ellas el cambio climático, el calentamiento global, las guerras, la contaminación y la escasez de alimentos, entre otras catástrofes.

El escritor planteó en su intervención una inevitable crisis ecológica de la humanidad, centrada más que nada en un problema fundamentalmente geopolítico, en el que sitúa a Occidente y su cultura de la violencia y la dominación en el centro de los problemas contemporáneos.

Antes de leer parte de su poesía, la poeta y escritora Elsa Cross dijo: Es susurrador que un título así tenga que concebirse, pero por desgracia esta frase es una realidad que prevalece en nuestro país.

Y agregó: En lo que respecta al crimen cada día toca niveles de degradación moral, social y humano, con acciones que en su mayor parte permanecen impunes y para constatarlo basta abrir cualquier periódico de los últimos años o incluso del último año.

La doctora en filosofía mencionó que no cree en un mundo dividido entre buenos y malos. Existe mucha delincuencia por falta de una buena educación y de otras perspectivas y oportunidades de vida, lo que ha llevado a delinquir a los jóvenes que llenan las cárceles de éste y mucho otros países.

Apuntó que también existen muchas cosas positivas y muchas buenas intenciones y acciones que ojalá algún día fructifiquen y lleguen a representar un contrapeso a todo esto, tras lo cual compartió el Canto 9 de su libro Insomnio y dedicó su lectura a la memoria del poeta mexicano David Huerta, recientemente fallecido.  

Además, dio lectura a poemas que “ofrecen una visión más luminosa” de la vida y pertenecen a la última sección de su libro Nepantla, un lugar donde han cesado los conflictos, los sufrimientos y queda sólo la paz; este poemario está dedicado al argentino Juan Gelman y al estadounidense John Oliver Simon.   

Posteriormente, las intérpretes Sulaf Elyas de Sudán y Farah Kaddour, de Líbano, interpretaron obras de sus países, quienes tocaron el oud y el bouzoq, dos instrumentos de cuerdas muy característicos de la zona arábiga y griega, respectivamente.  

Al final, el cuarteto Telli Turnalar interpretó varias obras de la música tradicional de Anatolia. Las cuatro integrantes son las francesas Eléonore Fourniau y Petra Nachtmanova, la austríaca Cangül Kanat y la turca Gülay hacer Toruk.

Para consultar la programación de Réquiem for Justice: https://inba.gob.mx/actividad/ciclos/250/requiem-for-justice