• El subsecretario de Relaciones Exteriores, Julián Ventura, y el embajador de Nigeria en México, Aminu Iyawa, destacaron la lucha de ambos países contra el tráfico ilícito de bienes culturales

Autoridades aduaneras de nuestro país incautaron en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México, una escultura en bronce del pueblo yoruba, que pretendía ser entregada por vía postal. La inmediata detección del bien y su posterior autentificación, así como las gestiones diplomáticas conducentes, han permitido restituir este bien cultural a la República Federal de Nigeria.

La recuperación de esta pieza de la cultura Ife, la antigua ciudad y tierra natal de los yoruba, cuya fundación se remonta al primer milenio de nuestra era, fue dada a conocer por representantes de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), de la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Embajada de Nigeria en México y de la Administración Central de Operación Aduanera.

En la ceremonia de entrega, realizada en la sede de la cancillería mexicana, el subsecretario de Relaciones Exteriores, Julián Ventura, manifestó que México y Nigeria son naciones multiétnicas y plurilingües, por tanto, están comprometidos en la lucha contra el hurto, robo y saqueo de bienes culturales: “Ambos países estamos decididos a recuperar nuestro patrimonio y emprendemos acciones concretas para lograr este propósito.

“Para México, la recuperación de bienes culturales sustraídos ilícitamente es prioridad. Nos oponemos a la comercialización ilegal de piezas arqueológicas, causa importante del empobrecimiento del patrimonio cultural de las naciones de origen, pues socava la integridad de las culturas y, por ende, de la humanidad”, afirmó.

El funcionario sostuvo que el Gobierno de México impulsa también medidas jurídicas, en el marco de la Convención de la UNESCO en la materia (1970), y busca reforzar el marco legal internacional en vigor, siendo una tarea “a la que deseamos sumar a un número creciente de socios internacionales, y donde la sociedad civil y el sector privado puedan jugar un papel destacado”.

Para el embajador de Nigeria en México, Aminu Iyawa, la restitución de esta pieza a su pueblo, más allá de un gesto de amistad, es una acción que se suma al llamado mundial de retornar el legado patrimonial que alguna vez fue expoliado a sus países de origen, muchos de ellos con un pasado colonialista como Nigeria y México. De ahí que no se puede cejar en este esfuerzo multilateral, utilizando todos los instrumentos legales al alcance.

Iyawa señaló que, pese a suscribirse a la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad Ilícitas de bienes culturales, “la mayoría de los países sigue sin devolver estos valiosos objetos de la cultura a sus pueblos de origen”.

Por su parte, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, y Alejandro Celorio Alcántara, consultor jurídico de la SRE, expresaron que es más frecuente el cerrar filas con los diversos gobiernos —en especial con instituciones académicas y de investigación—, para el logro de estas labores.

“Para conseguirlo, hemos signado diversos convenios marco de intercambio y cooperación cultural, así como convenios específicos de protección y restitución de monumentos arqueológicos e históricos con muchos países del mundo; sin omitir que atendemos puntualmente a las convenciones multilaterales de los organismos de los cuales México forma parte”, señaló el antropólogo Diego Prieto.

Y agregó: “En el caso que hoy nos ocupa, este propósito del INAH quedó enmarcado desde 1999, a partir de la firma del Convenio de Cooperación Educativa y Cultural entre el Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos y el Gobierno de la República Federal de Nigeria, en el cual quedó asentada la intención de impedir la importación, exportación y trasferencia ilícita de bienes que integran el patrimonio cultural de ambas naciones”.

Destacó el trabajo de la especialista del INAH Raffaela Cedraschi, quien intervino en la revisión y análisis de la pieza, determinando que se trata de un bien cultural importante para el pueblo yoruba de Nigeria.

Prieto Hernández sumó la restitución de esta escultura, a la reciente entrega de 37 piezas arqueológicas de Perú, por parte del Gobierno de México. En sentido inverso, otras naciones han repatriado patrimonio mexicano, como el caso de 594 exvotos religiosos que fueron devueltos de Italia y hoy se exponen el Museo Nacional de las Culturas del Mundo; o bien, el próximo retorno de aproximadamente 3,900 hachuelas de cobre (usadas como “monedas” por las antiguas culturas del occidente mexicano), desde suelo estadounidense.

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