En el marco del Ciclo de Lecturas Dramatizadas del Premio Nacional de Dramaturgia JovenGerardo Mancebo del Castillo 2018, que se realiza en el  Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, con una muestra de algunas de las obras triunfadoras en diversas ediciones, se presentó Antígona, de Sayuri Navarro, obra finalista del 2016.

El trabajo escénico de alumnos de segundo y tercer año de la Licenciatura en Actuación de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), fue emotivo, intenso y dramático que hizo pasar desapercibido el ligero nerviosismo inicial de enfrentar a un público, para concluir con una soltura profesional que fue bien recompensado por el caluroso aplauso del respetable, que prácticamente, disfrutó de una puesta y no de un ensayo.

Bajo la dirección de Gutemberg Brito; asistencia de dirección de Rafael Valverde; asistencia de producción: Nora Huescas y vestuario de Anabel Ortega, los jóvenes estudiantes: Raquel Diner Batur, Karel Hartz Palacios, Daniel Alan Israel Maciel Rendón, David Méndez Díaz y Alberto Bravo Guerrero,  exhibieron los destellos de sus cualidades escénicas que los llevará a graduarse, satisfactoriamente, para enriquecer,  a futuro, el panorama actoral nacional.

Antígona, de Sayuri Narvarro, es una versión libre que narra el desgarrador fenómeno de las desapariciones forzadas en México. El narcotráfico y sus grandes capos se muestran como son: asesinos depredadores sin alma y corazón que desgarran vidas, familias y corrompen la existencia con la intimidación de las armas, con miles de hermanos y hermanas y de madres que reclaman la presencia de sus hijos.

Sayuri materializa en el texto a una joven que por encontrar a su hermano desaparecido, o su cuerpo, llega al límite trasgrediendo sus principios y valores llevándola a la tragedia.

El planteamiento teatral del maestro  Gutemberg Brito no podría haber sido mejor, al ofrecer, en la apertura de la lectura, como preámbulo introductorio, las reflexiones personas de los actores de la ENAT sobre esta problemática, que incluso, a Alan Israel le es muy próxima pues, uno de sus primos, Salomón, fue uno de estudiantes de cine de Guadalajara desparecido y asesinado por el narco. 

Sillas colocadas estratégicamente como escenografía sobre un escenario complemente oscuro, iluminado tenuemente como celdas para interrogatorios clandestinos identifican las casa de Antígona, el automóvil, la fábrica de cal y la oficina del procurador.

Esa atmosfera lúgubre es el espacio donde se narra la historia de Antígona que deja una severa inquietud, desesperanza, dolor, tristeza y una profunda reflexión.

Raquel Diner expone que la desapariciones pasan todos los días y quizás en sitio que conoce y visita, suceden de maneras que, quizá ni pueda imaginar, por lo que con qué derecho, resalta “podría crear un mundo de ficción dónde esto pase y además sea verosímil”.

El texto le permitió indagar en la imperiosa necesidad de “hacer hasta lo imposible por lograr lo que quiere y deseo, en el impulso de hacer algo para cambiar la realidad que me rodea”.

Alberto Bravo dijo que al leer la obra la sensación que le produjo fue “de asco ante mi indiferencia e impotencia de no hacer algo” y por haber seres capaces de hacer esos actos. “La obra es una oportunidad para romper el silencio”.

Para otro si bien el teatro siempre se ha quedado corto al intentar hablar de sobre los temas que tocan nuestra realidad de una manera tan directa, “lo importante es insistir y hablar de estos temas”, porque “hacer arte es una forma de resistencia civil, esperando cambiar algo”.

David recodó que la anécdota de un amigo que terminó muerto por ingresar al mundo del narcotráfico y reflexionó que “el origen de todo es un sistema enfermo e indiferente”.

Otro actor no tiene respuesta, no sabe si es culpa del gobierno o de indiferencia, y “al final de esta obra no se responde nada, solo deja más dudas”.

Gutemberg Brito, alumno de la tercera generación de la Maestría en Dirección Escénica de la Escuela Nacional de Arte Teatral del INBA,  aceptó la invitación de dirigir esta lectura dramatizada, pese a que se inclina por lleva a escena temas que compartan con los espectadores más sobre el amor, el perdón y la pasión por la vida.

“Lo tomé como un reto y estoy muy agradecido por haber ingresado este barco no sólo, sino muy bien acompañado”.

Comentó que la obra es una “tragedia inteligente”, difícil de montar por lo al plantear incluir los textos escritos por los actores es una forma de aborda el tema.

“Se deseaba aclarar al espectador que nosotros estamos abordando la historia desde un lugar con mucho respeto y delicadeza” y “nos basaron, sólo, en la construcción de lo humano”.

Sobre todo “pensado que cada uno de los personajes tiene una necesidad muy humana, sin que nadie tuviera el derecho de emitir un juicio”.

El ciclo de lecturas dramatizadas continúa el 23 de junio con las obras Rumis (2017), autor Manuel Barragán y Aviones (2017), de Manolo Díaz. Concluirá el día 30 de julio con El secreto (2014), de Cristóbal Barreto y No será Luna (2007), de Jesús Ramírez Ferreiro.

La ganadora de la 18a edición del Premio Nacional de Dramaturgia Joven Gerardo Mancebo del Castillo, 2018, del certamen organizado por la Secretaría de Cultura a través del Programa Cultural Tierra Adentro y el Centro Cultural Helénico, después de una exhaustiva revisión de textos provenientes de toda la República Mexicana fue la joven dramaturga, Isabel Vázquez Quiroz, originaria de Campeche por su texto: Valentino Clemens y los chicos perdidos de wonder-nada.

El jurado calificador estuvo integrado por Verónica Bujeiro, Cutberto López e Itzel Lara, quienes eligieron: Valentino Clemens y los chicos perdidos de wonder-nada por ser una obra que: “retrata el momento histórico y las devastadoras consecuencias que tienen el desencanto y la violencia en la juventud, que reflexiona ante la imposibilidad de futuro y, en contra parte, por encontrar en la figura del perdedor un canto a la vida que sigue abriendo espacio a la esperanza.

El texto muestra un desarrollo bien sustentado del personaje y su tránsito dramático hacia una conclusión que es consecuente con el planteamiento de la obra en su conjunto”.

Elefante de Valeria Edith Loera Gutiérrez, recibió una Mención Honorífica de parte del jurado por “su propuesta original que expande las posibilidades prácticas y líricas del texto dramático”.

Elefante, trata sobre la relación de Emil, un adulto mayor con Alzheimer y su hijo Oliver, quien dedica su vida entera a cuidarlo, y de cómo los roles padre-hijo comienzan a invertirse.

La enfermedad traerá una serie de complicaciones para la vida de ambos, durante las cuales, Emil luchará por no olvidar, y Oliver por no ser olvidado, fortaleciendo de este modo sus lazos familiares.

Información: AAD

Documentos

Descarga el Kit de prensa

 

Multimedia

Puedes descargar el video

Puedes descargar el audio