El artista plástico Fernando Castro Pacheco (Mérida, Yucatán, 26 de enero, 1918) falleció ayer 8 de agosto a los 95 años de edad en un hospital de la capital yucateca luego de permanecer internado por varios días. Fue incinerado y sus cenizas serán depositadas en una cripta de la Iglesia María Inmaculada, en el fraccionamiento Campestre de la ciudad.
El pintor, escultor, grabador y muralista recibió en marzo pasado un homenaje por parte del gobierno estatal donde le fue entregada la Medalla Cultura Yucatán.
Fernando Castro Pacheco se integró a la llamada Escuela Realista Mexicana, a la que también pertenecieron Raúl Anguiano, Jesús Guerrero Galván y Alfredo Zalce. Este movimiento ponía mayor énfasis en temas mexicanos, con una visión más fantástica y poética y dejaba de lado el tema social, la política propagandista y los temas revolucionarios.
De 1933 a 1936 realizó estudios de dibujo y pintura en la Escuela de Bellas Artes de Mérida, con tan sólo 15 años comenzó su carrera artística.
Se desempeñó como maestro de la Escuela Popular de Arte y orientador de dibujo en primarias de Yucatán. Fue cofundador y director de la Escuela Libre de Artes Plásticas de Yucatán en 1941 y en 1943 viajó a la Ciudad de México, donde realizó dibujos y grabados para revistas y libros.
En 1962 fue director de la Escuela Nacional de Pintura y Escultura del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), donde llevó a cabo importantes cambios pedagógicos que enriquecieron a la institución.
Presentó su primera exposición internacional en San Francisco, California (Estados Unidos) en 1945, y ese año recibió el Premio de Grabado por parte del Departamento del Distrito Federal. Dos años más tarde participó en una exhibición colectiva en La Habana, Cuba.
Obtuvo el Premio de Pintura del Salón de la Plástica Mexicana, organizado por el INBA en 1961, por lo que dicho instituto lo becó en 1963 y realizó estudios en Francia, España, Italia, Inglaterra Bélgica y Holanda.
En los setenta del siglo XX, por encargo del gobierno de Yucatán, pintó una serie de murales en el Palacio de Gobierno, donde los mayas fue el eje principal de su trabajo y dejó plasmada la historia de la región.
Debido su brillante trayectoria, fue acreedor de la Medalla Yucatán (1967) del gobierno del estado; la Medalla Eligio Ancona (1972) de la Universidad Autónoma de Yucatán y El Lince de Oro, que otorga la Universidad del Valle de México.
Fernando Castro Pacheco también incursionó en el grabado, el dibujo, la escultura, la acuarela, la cerámica, el diseño de escenografías para ballet e ilustraciones para libros.
El gobierno de Yucatán otorgó en comodato al Museo Macay tres cuadros en gran formato de este artista:Hanal Pixan, La Torteadora y Caminante del Mayab.
En tanto que el Museo Nacional de Arte de la ciudad de México concedió también en comodato el tríptico: Tres etapas de la historia del pueblo de Yucatán, el cual duró en exhibición varios años.
Información: HRC
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