Detrás de la de la Rotonda de los Hombres Ilustres del Panteón de Dolores, en una tumba construida por sus amigos y cómplices durante el primer aniversario de su muerte, el  28 de noviembre de 1932, donde cada uno de los azulejos ilustra con un dibujo sus hazañas y andanzas, descansan los restos de Concepción Jurado, quien, de broma en broma, inventó el más raro y eficaz experimento de sociología experimental: Las balmoreadas.

Sobre esta historia versa la pieza de la narradora y dramaturga  veracruzana Elena Guiochíns, cuya lectura dramatizada se llevó a cabo como parte del Festival Internacional de Dramaturgia Contemporánea Dramafest 2018, en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, dónde un elenco de 12 actores,  caracterizados y con gran histrionismo, dieron voz al guión de la puesta, bajo la dirección de Sandra Félix.

Las Balmoreadas, segunda lectura dramatizada que el Dramafest ofrece de manera gratuita en el recinto al Sur de la Ciudad de México, cuenta los engaños que escandalizaron a la capital del país entre 1927 y 1931, cuando un grupo de bohemios, encabezados por Conchita Jurado, en esta ocasión personificada por Martha Aura, engañó a la sociedad de la época con un juego que reflexiona sobre el límite que puede resistir una persona al impacto del ofrecimiento de una gran cantidad de dinero sin hacer concesiones de orden  ético o moral.

De trama intricada y a la vez sutil, el guión de Guiochíns, quien ha sido  becaria del Fonca en la categoría de Jóvenes Creadores, va narrando de una manera ligera e hilarante cómo la señora en cuestión, quien fue actriz durante el Porfiriato, se disfrazada del falso millonario español “Carlos Balmori”, y aprovechando sus dotes histriónicas, hacía creer a la gente que conocía durante fiestas y reuniones de alta sociedad, que si quebrantaban sus convicciones morales, les donaría una gran cantidad de dinero, les conseguiría un alto cargo público o los contrataría como parte de sus inexistentes empresas.

Una vez que lograba engañar a sus víctimas y las orillaba a hacer cosas ética y moralmente inaceptables, se quitaba el disfraz, consistente en un sombrero un bigote y una gabardina además de joyería de fantasía, y se presentaba como la mujer mayor que era, poniendo al descubierto la broma.

Médicos, diputados sagaces, intelectuales, mujeres de mundo, y hasta grandes políticos cayeron en la trampa, para luego convertirse en cómplices de una nueva balmoreada y desquitarse de la broma que les jugaron. Entonces, gustosamente contribuían para llevar a cabo otras sesiones de la farsa, incluso proponiendo a nuevas víctimas.

Dentro del elenco también participaron Roberto Soto, Antonio Rojas, Jorge León, Óscar Narváez, Diana Fidelia, Carlos Ordoñez, Miguel Ángel López, Fernando Bueno, Miguel Cooper, Cecilia Ramírez y Rodrigo Alonso, quienes con el guión en la mano, interpretaron distintos papeles, para agasajar a los asistentes entre los que se encontraba también la dramaturga.

El ciclo de Lecturas dramatizadas, continuará el próximo lunes 20 de agosto a las 18:00 horas, con No preguntes en qué soñaba la Bella Durmiente con la dramaturgia del Francisco Reyes y la dirección de José Alberto Gallardo, en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, ubicado en Av. Revolución 1500, en la colonia Guadalupe Inn de la Ciudad de México. La entrada es libre.

Para conocer la programación completa del Festival Internacional de Teatro Contemporáneo Dramafest 2018, se puede consultar la página  www.dramafestmx.com

Información: FAC

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