Un programa integrado por obras como la Sinfonía del Nuevo Mundo de Antonin Dvořák y Kindertotenlieder (canciones a los niños muertos) de Gustav Malher, es el que la Orquesta Escuela Carlos Chávez (OECCh) interpretará el sábado 3 y domingo 4 de junio en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes.

Bajo la batuta del director invitado, Roberto Renteria Yrene, esta agrupación artística del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), envolverá al público en una atmósfera pos​t​ romántica donde se escucharán reminiscencias de los cantos espirituales negros y de las melodías de las plantaciones del sur de Estados Unidos que Dvorak oyó cantar en Nueva York; así como los sentidos lieder alemanes (canciones líricas) dedicados a niños muertos que Malher incluyó en su obra Kindertotenlieder.

“La Orquesta Escuela Carlos Chávez es un programa artístico-académico que perfila la formación de jóvenes músicos, quienes dentro de sus quehaceres habituales dentro de la misma agrupación tienen que abordar diversos estilos y estructuras musicales que les permitan desarrollar sus habilidades y competencias musicales al máximo, por ello, la ejecución de este programa resulta pertinente, ya que se trata de dos obras de alto nivel musical”, explicó Emilio Aranda, coordinador de los grupos artísticos del SNFM.

Acompañados por los Solistas del Ensamble Escénico Vocal (EEV) del SNFM, la OECCh interpretará una obra de Malher, Kindertotenlieder –Canciones a los niños muertos− que como su nombre sugiere, está cargada de un ánimo sombrío y dolido.

Dicha obra está integrada por un ciclo de lieder que toman su letra de cinco de los 241 poemas de Friederich Rückert, quien escribió los textos entre 1833 y 1834, en honor a sus hijos fallecidos a consecuencia de fiebres escarlatinas, de hecho, el compositor alemán sin querer realizó un trabajo casi introspectivo porque compuso esta obras seis años antes de que su hija falleciera a los cuatro años de edad.

En esta obra el glockenspiel − instrumento de percusión idiófono, que consiste en un juego de láminas metálicas afinadas− evoca el toque de difuntos, en el quinto Lied marca el triunfo de la luz sobre la oscuridad.

Compuesta en 1893, durante la estancia de Dvořák en Estados Unidos, la Sinfonía núm. 9 Del Nuevo Mundo será interpretada por la OECCh para cerrar este programa neoclásico. Esta obra es quizá la más conocida del compositor checo, quien al llegar a Estados Unidos manifestó su interés por la música nativa y los cantos espirituales negros.

“Estoy convencido que el futuro de la música en este país debe basarse en lo que se llama negro melodies. Estas pueden ser el fundamento de una escuela seria y original de composición a desarrollar en Estados Unidos. Estos hermosos y variados temas son producto de la tierra. Son las canciones folclóricas de América y los compositores americanos deben recurrir a ellas”, expresó Dvořák, según información publicada por Peter Gutmann (en el portal classicalnotes.net).

La cita para escuchar este concierto es el sábado 3 de junio, a las 13:30 horas, y el domingo 4, a las 18:00 horas, en el Auditorio Blas Galindo. Entrada libre a ambos conciertos.

Para mayor información consulte la cartelera en http://snfm.cultura.gob.mx/actividades/

Información: CBMR

Documentos

Descarga el Kit de prensa