Helge Lunde, director general de la Red Internacional de Ciudades Refugio (ICORN, por sus siglas en inglés) calificó a la Casa Refugio Citlaltépetl como ejemplo de protección y promoción de escritores perseguidos en sus países de origen, durante la celebración por el 15 aniversario de este espacio de libertad de expresión, efectuado la noche del jueves 22 de enero.

En el acto que presidió Philippe Ollé Laprune, director general de la Casa Refugio Citlaltépetl A.C., en compañía de Ricardo Cayuela Gally, titular de la Dirección General de Publicaciones (DGP) del Conaculta, Eduardo Vázquez, secretario de Cultura de la Ciudad de México y el escritor Jorge F. Hernández, Helge Lunde afirmó que no se puede pensar en ICORN (que se estableció en 2006), sin la experiencia aportada por Philippe con la Casa Refugio inaugurada en 1999 en la Ciudad de México.

El director de la asociación internacional destacó que, desde su fundación, ICORN tiene dos objetivos fundamentales: la protección y la promoción, y que la Casa Refugio Citlaltépetl con toda su experiencia es modelo de cumplimiento de tales propósitos.

Tenemos muchos ejemplos de escritores que han sido perseguidos en su lugar de origen y han sido protegidos en esta casa en México. Quizá lo que más hemos aprendido es la promoción que se hace de estos escritores que han venido a refugiarse aquí, destacó.

Helge Lunde mencionó que con la reciente apertura de la Casa Refugio de Oaxaca ahora suman 50 las ciudades que conforman la red, la mayoría de ellas en Europa, pero que este año inspirados en experiencias como la mexicana se abrirán más en diversas partes del mundo como en Canadá, Estados Unidos, Australia, Sudáfrica.

En representación de Rafael Tovar y de Teresa, Presidente del Conaculta, Ricardo Cayuela Gally recordó que desde su fundación la Casa Refugio Citlaltépetl contó con el apoyo del Conaculta con becas a escritores, y que desde esta nueva administración se acordó fortalecerlo, junto con el Gobierno de la Ciudad de México, a través de su Secretaría de Cultura.

“Desde el principio decidimos que era importante que existiera la Casa Refugio, que tuviera holgura para sus actividades, que pudiera trabajar mucho mejor y más eficazmente. Y nos parecía muy importante que quedara absolutamente garantizada su independencia de gestión y de cualquier tipo. Por eso firmamos un convenio de entendimiento con la Ciudad de México para apoyar año con año el buen desarrollo de la Casa Refugio. No es justo que un espacio que da esta batalla, esta lucha por la libertad de expresión, tuviera los problemas que ha enfrentado históricamente como A.C.”, dijo.

“Es importante apoyar estos espacios porque son focos de reflexión y de acogida que permiten resistir a la barbarie. Me parece muy importante que este espacio que es emblemático pueda cumplir su función, la pueda cumplir de manera autónoma y libre y que sepa que nosotros mantendremos ese apoyo”, recalcó.

Philippe Ollé Laprune comentó que si tuviera que elegir una palabra para definir a la Casa Refugio Citlaltépetl y su proyecto ésta sería resistencia, “porque define su primera función, la más original y la más noble: alojar y acompañar a escritores en situación de peligro en sus países de origen. Hemos recibido a 11 autores de tres continentes, poetas, narradores, ensayistas filósofos, dramaturgos y un caricaturista.

“Resistencia también, para darle vida a la palabra literaria en un mundo que a veces marginaliza esta forma de expresión con una violencia y un desprecio muy preocupantes. Gracias a un programa de conferencias, seminarios, lecturas presentaciones, talleres, publicación de la revista Línea de Fuga y algunos libros, hemos podido darle un espacio vital a la palabra literaria, al pensamiento, a la resistencia del espíritu contra la facilidad, la ignorancia, en fin, el desprecio y la barbarie”, aseguró.

El director de la Casa Refugio Citlaltépetl informó por primera ocasión se firmó un convenio entre la Ciudad de México y la ciudad de París cuyo tema central es el apoyo a la red de casas refugio.

Eduardo Vázquez, Secretario de Cultura de la Ciudad de México, señaló que junto a todos los que han hecho posible la existencia de este espacio, el gobierno del Distrito Federal se enorgullece de contar con “este refugio para el pensamiento, para la palabra, para la libertad”.

“15 años es muy buen tiempo para hacer un corte de caja. La Casa Refugio se mantuvo en situaciones muy complejas; muchas veces la vocación y la importancia de este espacio ha sido ignorada, ha sido malentendida y en muchas circunstancias no muy favorables ha sabido resistir”, con el apoyo de mucha gente que ha creído en el proyecto, dijo.

“Todo lo que es obra pública se hace entre todos, y el trabajo que se ha hecho para que esta casa se mantenga es una obra común. Y hoy hay condiciones excepcionales, sorprendentes, estamos totalmente de acuerdo en Conaculta, en el Gobierno de la Ciudad, en que esto lo tenemos que cuidar, preservar, darle el apoyo que sea necesario y que esta casa debe ser tan útil como ha sido y más”, concluyó.

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