Con una experiencia de 45 años como profesional y 52 dedicados a la danza, la bailarina, directora y académica Cecilia Lugo prepara la puesta coreográfica Ítaca, el viaje. “(la pieza) habla del viaje como una metáfora, del viaje que todos hacemos, esas travesías dentro de nosotros, en el espacio, cuando tenemos que ir de un lugar a otro, cuando tenemos que regresar a nuestra casa y a veces nuestra casa es nuestro propio corazón”.

“Por supuesto parto del poema de Homero que habla precisamente de este lugar de donde Ulises sale y regresa después de 20 años y su mujer Penélope lo esperaba; son elementos simbólicos que yo tomo porque me reconozco mucho en todo: en los viajes, en estos seres que se encuentra él de regreso a casa y que le hacen tardar 20 años en regresar, las sirenas con su canto cargado de verdad, por eso los hombres no lo pueden escuchar y por eso se tiran por la borda”.

En entrevista, Cecilia Lugo platica del proceso de creación de Ítaca, el viaje con Contempodanza, las piezas concluidas y las que aún están en trabajo. “Hay otras que estoy definiendo todavía porque quiero que la misma danza me diga cuál es el paso que voy a seguir, no quiero yo imponerle a la creación mi derrotero, que ya lo tengo pero cuando comienza la danza a crearse, a hacerse, los bailarines a darle vida, de pronto susurran cosas que indican aquí no, mejor vete por acá y estoy muy atenta a esos sonidos subterráneos donde te llama la creación”.

El estreno de Ítaca, el viaje a cargo de Contempodanza, con la dirección de Cecilia Lugo, será el 31 de julio de este año en el Palacio de Bellas Artes, con una producción del Instituto Nacional de Bellas Artes; se trata de una tetralogía que narra los diferentes momentos de la travesía.

“Hay una coreografía con la que cierro, que tiene que ver con el exilio, no es precisamente Homero, yo parto de ahí como una inspiración, me baso mucho también en el texto poético de Cavafis, que habla de Ítaca pero su enfoque es diferente al poema griego porque él dice ‘no apresures tu viaje, Ítaca te está esperando, los lestrigones, cíclopes y Poseidón no están más que dentro de ti, son tus miedos, tenlos bajo control, disfruta el viaje, no quieras llegar, no quieres llegar pronto a Ítaca’”.

Autora de piezas como Es… Pérez, En el umbral, Ave de arena De sueños… mares, entre muchas otras, Cecilia Lugo celebra 32 años de haber fundado Contempodanza. “Mis elencos son de largo aliento, duran conmigo muchos años, mucho tiempo; ahorita acabo de cerrar el ciclo con un elenco con el que duré 20 años y ahora me llevo a algunos del elenco pasado a este nuevo y yo espero tener larga vida porque hemos hecho un equipo fructíferamente creativo”.

La coreógrafa mexicana señala la importancia de mantener a una compañía estable. “Las obras se pueden montar rápido pero el bailarín, para que llegue a conocerlas, necesita un proceso, un proceso largo porque él como cocreador que es, necesita entenderla y sacarla a través del movimiento que le fue dado por el coreógrafo, su propio movimiento, su esencia, su color, su identidad y esto lleva un proceso no lo puedes hacer si trabajas tres semanas y estrenas a la cuarta. El bailarín de la gran vocación disfruta de estos procesos largos porque es de la única manera que va creciendo y se va conociendo”.

Reconocida con distinciones como el Premio Internacional de Danza José Limón, la Medalla Bellas Artes, el Premio Guillermina Bravo por Trayectoria, Premio Nacional de Coreografía del INBA, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca y becaria de México en Escena, Cecilia Lugo sostiene que la danza tiene una función en la sociedad.

 “Yo creo que la danza te puede transformar siempre y cuando te conmueva, si no te conmueves, si se queda en la mera técnica, por ejemplo, se ve un ejercicio lindo y bien hecho pero no te conmueve, el arte tiene que conmoverte profundamente. La danza me conmueve y me hace sentir viva y cuando los bailarines bailan y le dan vida a esos personajes y se entregan en un acto absolutamente amoroso como es el ritual escénico, y el espectador lo ve y siente esta emoción, ya te cambió, sales diferente de la sala y te hace acercarte a ti mismo y yo creo que gran parte de lo que padece nuestra sociedad es que estamos fuera de sí. Yo creo que hay que recuperar la voz de la sociedad, la voz del ser humano a través de la música, de la danza, de la pintura, de la poesía, de la cocina, hay que recuperar la voz”.

Para Cecilia Lugo, cada coreografía es un ritual escénico, donde la poesía es movimiento en el espacio. “Tomando la acepción de poética como esa capacidad de crear, de imaginar un mundo, yo creo que el coreógrafo, el creador escénico, crea mundos a través de una técnica depurada. El quehacer cotidiano te da la herramienta para usar la técnica y a eso le vas aderezando estas cuotas de poética que tienen que ver con un punto de vista personal”.

Formadora de varias generaciones, en sus coreografías están presenten otras disciplinas artísticas porque sostiene que el arte es vida. “Entonces hay un papel muy importante del arte no sólo a nivel estético, sino a nivel ético, necesitamos transformar a la sociedad a través de lo que se puede y el arte lo tenemos ahí a la mano, pero vamos a hacerlo por supuesto enseñando herramientas, técnicas que son importantes y que son las que se enseñan porque lo poético no se enseña, tú le ayudas al niño, al joven, al mayor, al bailarín a todos a que saque su propia poética y el maestro le ayuda a sacarla”.

Las coreografías de Cecilia Lugo abarcan un amplio espectro de música, ritmos, estilos y técnicas debido a haber recibido una formación profesional muy amplia: a los ocho años inició la carrera de bailarina de ballet, hizo estudios de danza contemporánea; a los 17 año ingresó al Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández y se convirtió en solista, junto a sus hermanas de formación folklórica conoció  de cerca en cada pueblo los bailes regionales y es también bailarina con la Compañía Nacional de Danza.

“Estrené el Lago de los cisnes en Chapultepec, en el 77 ha de haber sido, fui el primer elenco que bailó el Lago de los cisnes; entonces fui clásica de puntas con plumas y tutú pero fui folklórica también, pero me empolvé yendo con las hermanas, bailé comedia musical, baile con Emma Pulido show y cabaret; me gusta bailar. Soy bailadora, en mi corazón soy bailadora”.

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