A finales de la década de los noventa del siglo XIX, el músico y compositor Julián Carrillo Trujillo se enfocó en el Sonido 13, incluso comprobó en forma científica y ante decenas de asistentes en el Teatro Principal su teoría del microtonalismo, con lo cual logró el reconocimiento a nivel internacional por su investigación y aportaciones a la música.

Oriundo de Ahualulco, San Luis Potosí, el director de orquesta, nacido el 28 de enero de 1875, dirigió en dos periodos el Conservatorio Nacional de Música del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, y también fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional, la cual logró posicionarse en un nivel superior al de grandes agrupaciones internacionales.

El joven potosino tuvo como maestros al violinista Pedro Manzano, al compositor Melesio Morales, mientras que Francisco Ortega y Fonseca lo instruyó en física, acústica y matemáticas.

Julián Carrillo fue director de orquestaviolinista y científico inmerso en la corriente modernista internacional, considerado uno de los más importantes compositores de México, además fundó la Orquesta Sinfónica Beethoven y la Orquesta del Sonido 13, en Nueva York.

El creador de la teoría del Sonido 13 también diseñó y construyó pianos y arpas microtonales para interpretar sus composiciones. Cabe señalar que llamó Sonido 13 al intervalo de un dieciseisavo de tono, cuyo valor matemático es de 1.0072. Posteriormente utilizó el término para denominar así a su sistema microtonal en su totalidad, con ello obtuvo 4,640 sonidos diferentes en la octava. Optó por los 16avos de tono aumentando a 96 sonidos por octava.

Becado por el gobierno de Porfirio Díaz, el músico mexicano estudió en el Real Conservatorio de Leipzig, donde tuvo como maestros a Hans Becker (violín), a Johan Merkel (piano) y Salomon Jadassohn (composición, armonía y contrapunto).

Como director del Conservatorio Nacional, Julián Carrillo reformó los programas de estudio y encomendó una rigurosa preparación técnica.

Autor de Sexteto en Sol mayor para dos violines, dos violas y dos violonchelos, Primera Sinfonía en Re mayor para gran orquesta, Sonata casi fantasía, en cuartos, octavos y dieciseisavos de tono y Concertino, en cuartos, octavos y dieciseisavos de tono, así como Ossian y Matilde o México en 1810, entre otras obras musicales y óperas, recibió en 1963 el Gran Premio de la Música de América Latina, de París; en 1954 el gobierno de Francia ya lo había nombrado Caballero de la Legión de Honor y el de Alemania lo condecoró con el Collar de la Gran Cruz del Mérito.

Por su tesis fue galardonado con la medalla de oro en la Exposición Mundial de Bruselas en 1958. La música de Julián Carrillo fue ampliamente difundida en Europa por Jean-Etienne Marie y en Estados Unidos por Leopold Stokowsky, ambos cercanos a Julián Carrillo y su teoría.

Los restos de Julián Carrillo -9 de septiembre de 1965- permanecen en la Rotonda de las Personas Ilustres en el Panteón de Dolores.