Textiles, ropa, joyería, objetos de decoración, lámparas, mobiliario y accesorios diversos integran la exposición Hilos y entramados. Prácticas colaborativas en el diseño mexicano, inaugurada en el Centro Cultural Clavijero, en Morelia, Michoacán.

La muestra reúne 132 piezas creadas a través de un trabajo conjunto entre diseñadores y artesanos, con la participación de 37 estudios, organizaciones y empresas de diseño, y artesanos de 42 comunidades de 12 estados del país, informó Carlos García Martínez, responsable de Capacitación Cultural de la Dirección General de Vinculación Cultural, quien acudió como representante de la Coordinación Nacional de Patrimonio Cultural y Turismo de la Secretaría de Cultura.

Hilos y entramados. Prácticas colaborativas en el diseño mexicano, producida por la Coordinación Nacional de Patrimonio Cultural y Turismo de la Secretaría de Cultura, busca reconocer e impulsar a las empresas creativas y culturales de México como bienes de importancia estratégica para el desarrollo del turismo cultural y económico de México.

Ante autoridades del gobierno de Michoacán, García Martínez dijo que “el auge creativo que actualmente vive el país, con tres mil años de creación ininterrumpida como aval, se reflejan en piezas modernas de raíz tradicional, originales híbridos que están cambiando la forma de producción, comercialización y consumo”.

Es una iniciativa que busca atender un segmento creativo poco explorado al redescubrir la tradición milenaria de la práctica textil aunada al diseño mexicano contemporáneo, explicó García Martínez, quien destacó el trabajo de las curadoras Ana Elena Mallet y Pilar Obeso, por su sensibilidad y profundo conocimiento en la materia.

Los objetos e indumentaria presentados en la exposición, promueven especialmente el diseño social, la colaboración diseñador-artesano, y dan cuenta de las experiencias de su elaboración, materiales y procesos del producto.

Entre las piezas, destacan de la colección Mestiz, la silla Patel, compuesta por dos elementos, cuerpo y vestimenta. El primero, elaborado con técnicas industriales; el segundo, tejido artesanalmente dentro de los talleres de sarapes en Saltillo. Cada textil tiene un color, textura y patrón único materializado por las manos de los artesanos.

Ariane Dutzi participa con Mecapal Clutch, un bolso creado a partir del mecapalli de los pueblos prehispánicos, faja de fibra de maguey tejida utilizada para llevar carga a cuestas. De esta manera, una técnica tradicional a punto de desaparecer es retomada para formar una colección de diversos objetos.

Mientras que Omorika presenta las piezas de arte plumaria, como Huipil y Super jacket, elaboradas con plumas de gallos y gallinas que fueron usadas para ofrendas. Las plumas son recicladas y tejidas, una por una, en telar de pedal con urdimbre cien por ciento de algodón.

Margarita Cantú, fundadora y diseñadora de la firma, apunta que estas obras no podrían existir sin las aportaciones culturales de los tzeltales y tzotziles, habitantes de la región de los altos de Chiapas, ya que las gallinas y los gallos están presentes en sus celebraciones y esas plumas tienen un significado ritual.

La exposición, cuya curaduría está a cargo de Ana Elena Mallet y Pilar Obeso, reúne trabajos de 37 estudios, empresas y organizaciones  de diseño mexicanos como: Aitorismo&cía, Anudando, Arroz con Leche, Beto Ruiz, Bi Yuu, Camino de Los Altos, Carla Fernández, Carmen Rion, Chamuchic, Colorindio, Corazón Artesanal, Diario, Dutzi, Fábrica Social e Hilando México.

Así como de Kat&Ibin, Kiché, Lagos del Mundo, Las Rancheritas, Lydia Lavín, Maddalena Forcella, Maka México, Mayab Chic, Mestiz, Mexchic, Minahua, Nido Muebles, Omorika, Onora, Sarah Hamui, Snichimal, Takto Design, Taller Lu’um, Taller Nu, Tanya Aguiñiga, Yakampot y Vianney Méndez.

Trabajan de manera conjunta artesanos de 42 comunidades del país: San Pedro Tultepec, Guadalupe Yancuictlalpan, Tenancingo, San Antonio de la Laguna, Teotihuacan, Temoaya, Texcoco, y Chimalhuacán, del Estado de México; Pintillo, Tequisquiapan, y Santa Rosa, del estado de Quéretaro.

San Juan Chamula, Zinacantán, Chenalhó, Pantelhó, San Andrés Larráinzar, San Cristóbal de las Casas, Nachig, y Aguatenango, del estado de Chiapas; Teotitlán del Valle, Juchitán, San Felipe del Agua y Oaxaca de Juárez, del estado de Oaxaca.

Xochistlahuaca y Tlapehuala, del estado de Guerrero; Izamal, Chichimila, Popula, Valladolid, Dzitnup, Ichmul, Kikil, Euán Chablekal, Mérida, y Telchac, del estado de Yucatán; San Miguel de Allende, del estado de Guanajuato; Atla, Hueyapan, San Pablito Pahuatlán y, Pahuatlán del Valle, del estado de Puebla; Uruapan, del estado de Michoacán; y Santuario Cardenal, del estado de Hidalgo.

Suman 12 los estados que participan en la muestra: Chiapas, Coahuila, Distrito Federal, Estado de México, Guerrero, Guanajuato, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Yucatán y Zacatecas.

Hilos y entramados. Prácticas colaborativas en el diseño mexicano, organizada por la Coordinación Nacional de Patrimonio Cultural y Turismo de la Secretaría de Cultura del gobierno federal, se exhibe en el Centro Cultural Clavijero con la colaboración del gobierno del  estado de Michoacán,  la Secretaría de Cultura de la entidad y la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

La muestra permanecerá abierta al público en el Centro Cultural Clavijero hasta el 8 de mayo de 2016, para después viajar a Baja California, entre otros estados de la República Mexicana.