La pintora Joy Laville (Isla de Wight, Inglaterra, 8 de septiembre, 1923 – Cuernavaca, Morelos, México, 13 de abril, 2018) artista con reconocida trayectoria internacional cuya pintura transmitía armonía con la naturaleza y un gusto por la vida falleció este viernes 13 de abril a la edad de 94 años.

Galardonada en 2012 con el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el área de Bellas Artes, y la Medalla Bellas Artes, Helene Joy Laville Perren destacó en la pintura y escultura de bronce, dominó diversas técnicas pictóricas, entre éstas la serigrafía, el grabado al agua fuerte, el óleo, el acrílico y la litografía.

María Cristina García Cepeda, secretaría de Cultura del Gobierno de la República, escribió en su cuenta de Twitter: “Lamento profundamente la pérdida de Joy Laville, artista plástica extraordinaria que adoptó a México como su segunda patria. Nos legó una obra llena de color, sutil y sugestiva que tuvo su origen en los mares ingleses y su destino en la cultura mexicana. Mi pésame a sus deudos”.

El talento de la artista fue considerado innato dado que la única educación formal que tuvo en la pintura fue en el Instituto Allende, en San Miguel de Allende, Guanajuato. Su obra se distinguió por la originalidad en el uso del color y la luz, y giraba en torno a temas atemporales y clásicos, despertando los sentidos del espectador.

En su juventud vivió el estallido de la Segunda Guerra Mundial, y a los 21 años contrajo matrimonio. Dos años después se fue a vivir a Canadá, donde radicó de 1946 a 1956, donde nació su hijo Trevor, conoció la obra de Diego Rivera y otras formas del arte mexicano que le causaron gran admiración.

Desde 1956 se estableció en México, país al que llegó a la edad de 33 años. Por 10 años vivió en San Miguel de Allende, Guanajuato, lugar, en donde conoció al escritor Jorge Ibargüengoitia, con quien se casó en segundas nupcias en 1973 y vivió a su lado hasta el fallecimiento del guanajuatense, por un accidente de avión, en 1983, es España.

Los lectores de Ibargüengoitia pueden disfrutar su trabajo literario junto con el trabajo plástico de Joy Laville, quien ilustró las portadas de algunos de sus libros. En ellas se podían ver escenas donde mujeres lilas o azules aparecen tendidas en divanes o sentadas a la orilla del mar, tal vez solas o charlando, con alguna planta exuberante dejada por ahí y las montañas o el mar de fondo.

 “Los cuadros de Joy Laville no son simbólicos ni alegóricos ni realistas. Son como una ventana a un mundo misteriosamente familiar, son enigmas que no es necesario resolver, pero que es interesante percibir.

 “El mundo que representa no es angustiado, ni angustioso, sino alegre, sensual, ligeramente melancólico, un poco cómico. Es el mundo interior de una artista que está en buenas relaciones con la naturaleza”, escribió Jorge Ibargüengoitia.

La pintora y escultora naturalizada mexicana en 1986, exhibió su obra en salas y museos de Europa y Estados Unidos. La galería mexicana Louis C. Morton y la casa londinense Christie´s han subastado sus óleos.

El proceso de trabajo de la Creadora Emérita del Fonca desde 2012, era largo; lo hacía con gusto y disciplina. Sus paisajes, figuras e interiores provenían de la realidad y se apropiaba de ellas sumiéndolas en un clima onírico.

Joy Laville reconoció como primera influencia la de James Pinto, pero la más importante fue la de Roger von Gunten, aunque consideraba que ya sus obras tenían más de ella misma.

Desde 1966 expuso individualmente, a nivel nacional en Guanajuato, Monterrey, Guadalajara, Villahermosa, Aguascalientes, Chihuahua, San Miguel Allende, Cuernavaca y la Ciudad de México. Internacionalmente, en Nueva York, Nueva Orleans, Dallas, Washington, Toronto, París, Londres y Barcelona.

Su obra se encuentra en diversas colecciones como el Museo de Dallas, el National Museum of Women in the Arts (Washington, DC), el Banco Nacional de México, la Esso Oil of Canada, el Museo de Arte Moderno.

Entre sus galardones están el Premio de Adquisición por el Palacio de Bellas Artes del Instituto Nacional de Bellas Artes con motivo de la exposición Confrontación’66. En 2012 le fue otorgada la Medalla Bellas Artes por su brillante trayectoria dentro de la plástica mexicana. Joy Laville vivió sus últimos años en Cuernavaca, Morelos.

Información: DAF

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