• “La historia, las ciencias sociales y humanas en general, no se hacen de una sola vez, sino tienen que reescribirse de forma continua con cada generación”, manifestó Bustamante

En 1994, año clave para comprender al México de hoy, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a luz a una de sus publicaciones decanas y con mayor proyección internacional: Dimensión antropológica, la cual ha mantenido su objetivo de analizar la problemática contemporánea y la realidad nacional pasada y presente, desde el amplio horizonte de estas disciplinas, sea la lingüística, la antropología social o la historia.

Así lo manifestaron, vía remota, los reconocidos historiadores Jesús Bustamante y Sergio Botta, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en Madrid, España, y de la Universidad de Roma “La Sapienza”, respectivamente, quienes abordaron el contenido del N° 76 de esta revista que, a través de siete artículos, revisita e interroga a la historiografía novohispana.

Moderada por Delia Salazar, directora de Estudios Históricos del INAH, centro de estudios al cual se inscribe la edición cuatrimestral, en la presentación el doctor Jesús Bustamante reconoció que la revista mantiene su “voluntad inicial, su militancia comprometida con la construcción social y el involucramiento en los problemas nacionales, conectada con la perspectiva antropológica, totalizadora, de Manuel Gamio”.

La última entrega de Dimensión antropológica, abre con un ensayo de Clementina Battcock, una de las coordinadoras del número, quien destaca que desde hace ya unas décadas, el análisis histórico e historiográfico se ha dado a la tarea de romper con los antiguos esquemas explicativos lineales y mecánicos, de suerte que la producción más reciente se fundamenta en una propuesta distinta y renovada: “los hechos históricos en sí son irrecuperables —en realidad, no susceptibles de expresar— y lo que nos llega de ellos es solo una narrativa”.

De acuerdo con lo anterior, Jesús Bustamante expresó que “por eso la historia, las ciencias sociales y humanas, no se hacen de una sola vez, sino tienen que reescribirse de forma continua con cada generación y, a veces, con mayor frecuencia. El énfasis puesto en los matices y en las perspectivas, en descubrir y saber significados de las actitudes interesadas de actores, autores, protagonistas y lectores, nos ha hecho perder una supuesta objetividad y simpleza tradicional, pero a cambio hemos ganado en detalles, riqueza de matices, complejidad, colores y profundidad”.

Así lo revelan cada uno de los artículos que integran el N° 76 de Dimensión Antropológica, empezando por el de Inoe Okube Yukitaka: Los tlatoque en la decimatercia relación de Fernando de Alva Ixtlilxóchitl.

En la transmisión, realizada por el canal de la Coordinación Nacional de Antropología (CNAN) en YouTube, como parte de la campaña “Contigo en la Distancia”, de la Secretaría de Cultura, Bustamante, profesor-investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC, recordó que Fernando de Alva Ixtlilxóchitl como descendiente de la casa real de Texcoco y la dinastía acolhua, hizo una reivindicación de las mismas en sus relaciones.

“Ixtlilxóchitl, el historiador, hace un relato de la Conquista, narrado desde el ángulo del conquistador, del vencedor indígena. Es un caso ejemplar que demuestra que no todos los relatos indígenas son una Visión de los vencidos, también hubo conquistados vencedores, un tema que últimamente está generando interés a partir de la aparición de libros como Conquistadores indios: aliados indígenas en la conquista de Mesoamérica, de Laura Matthew y Michel Oudijk.

“En este caso, como en otros temas, no encontramos una respuesta única por la parte indígena, sino que hay muchas y diversas, lo que lleva a cuestionar el maniqueísmo tradicional, algo romántico y simplista que asomaba en estas cuestiones desde hace más de medio siglo, bajo la influencia —entre otras cosas— del bellísimo libro de Miguel León-Portilla. Por lo tanto, es conveniente ampliar nuestras perspectivas, modos de lectura y de relectura de fuentes”, sostuvo el especialista.

Por su parte, Sergio Botta manifestó que los escritos revelan que la historiografía se encuentra en un “giro metodológico, en un movimiento de enfoques que no se anuncia con bombo y platillo”.

Después de la crisis de la última parte del siglo XX, cuando la idea misma del sujeto padeció una censura en el discurso historiográfico —dijo—, “ahora con metodologías como la de Pierre Bourdieu, se revaloran los estudios geográficos”. Muestra de ello, citó, es el ensayo de Patricia Escandón: Biografía y archivos: fray Baltasar de Covarrubias, obispo novohispano del siglo XVII.

El resto de los artículos que integran Dimensión Antropológica son: El relato cosmogónico del Códice Vaticano A, de Ana Díaz Álvarez; Los textos cristianos en la lengua náhuatl del periodo novohispano: fuentes para la historia cultural, de Berenice Alcántara; De neófitos a cristianos. Los indios a través de una fuente eclesiástica: 1527-1728, de Berenise Bravo Rubio; y Los indios del Museo Nacional de Antropología: una mirada paralela, de Haydeé López Hernández. El volumen 76 de la revista se puede consultar y descargar gratuitamente.

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