Vandana Shiva —activista en favor del ecofeminismo, filósofa y escritora india creadora de la Fundación de Investigación para Políticas de Ciencia, Tecnología y Recursos Naturales (RFSTN)— afirmó que “la semilla es la rueca de nuestro tiempo, es la rueda que nos da horizonte: no solo nos da comida, nos permite apropiarnos de la tierra, ser parte del suelo”, por lo que es fundamental proteger las semillas originarias en todo el mundo para preservar la biodiversidad, la salud y la autonomía.
Previo a su conferencia magistral, titulada “Defensa de la biodiversidad y las semillas libres contra el imperialismo alimentario” —en el Helipuerto del Complejo Cultural Los Pinos, como parte de la jornada “La defensa de las semillas libres y la biodiversidad frente al imperialismo alimentario”—, Vandana Shiva ofreció un mensaje con que hizo un llamado a que se analice el contexto de México para poder defender sus maíces nativos, que no son solo alimento: son también parte de la cultura de los pueblos.
“Tenemos esta controversia entre la extracción y la regeneración, entre lo tóxico y la vida misma. Tiene que ver con la cultura, la biocultura, la diversidad: la violencia y la avaricia, por un lado; por el otro, el amor, el cuidado del otro. Si la controversia tiene que ver con sembrar las semillas de las civilizaciones, tenemos que regenerar todo lo que ya teníamos en los pueblos originarios”.
Asimismo, la activista —quien ha establecido 34 bancos comunitarios de semillas en India, que preservan las semillas naturales y las distribuyen sin costo a las y los interesados— hizo un llamado para evitar que las empresas que obtienen ganancias de la comercialización de organismos vivos modificados sigan acabando con la biodiversidad, afectando la bioseguridad del ser humano y la naturaleza.
Destacó que en 40 años de trabajo ha ido aprendiendo y avanzando en la defensa de las semillas de arroz originarias de India, que tiene una gran variedad al igual que el maíz en México. Dijo que empresas que ya ganaban dinero de la comercialización de químicos dijeron que necesitaban ganar más, por lo que buscaban patentar las semillas modificándolas y promovieron leyes internacionales que prohibían a las y los campesinos ser dueños de las semillas, lo cual constituye un nuevo modelo de colonialismo: “Sigue el mismo proceso, dijeron: ‘Tomemos la tierra, el suelo: destruyamos la producción indígena de los pueblos’, y ahora ahí tenemos toda la chatarra”.
Y explicó que en el artículo 19.3 del Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología, del Convenio sobre la Diversidad Biológica, se incluye el escenario para la elaboración del instrumento internacional jurídicamente vinculante que atiende la seguridad de la biotecnología: “No se pueden arrebatar las semillas a los pueblos, eso tiene que ver con su soberanía. Cada país tiene la obligación de ver el impacto de la llegada de los organismos vivos modificados, los transgénicos: hay que ver la bioseguridad y la bioinocuidad”, apuntó.
Para dar la bienvenida a Vandana Shiva en Los Pinos, así como a la jornada “La defensa de las semillas libres y la biodiversidad frente al imperialismo alimentario”, la secretaria de Cultura federal: Alejandra Frausto Guerrero, reconoció que la defensa de las semillas es una lucha de todas las raíces culturales del mundo. A través de esas raíces culturales, con respeto, con amor y mucha valentía, se puede volver a unir a la humanidad.
A su vez, la directora de Cencalli, la casa del maíz y la cultura alimentaria, Brisa Guadalupe Gómez Ochoa, dio la bienvenida a todas las comunidades defensoras de los maíces y las semillas tradicionales que ahí se reunieron. Asimismo, hizo votos porque el abrir esta conversación ayude a la sociedad a ser consciente de la realidad que, sobre la defensa de las semillas, se vive en la actualidad.
En tanto que Montserrat Téllez Serrano, integrante de la iniciativa "Sin maíz no hay país", dijo: “En el contexto que se vive en México de la defensa de nuestras semillas, estamos enfrentando un panel de conferencias con Estados Unidos que quieren forzar a nuestra sociedad a consumir sus maíces; y sus implicaciones, al ser importado, son diversas: en la cocina tradicional, que es patrimonio cultural inmaterial de la humanidad; impacta al campo, a las variedades nativas de maíz y, desde luego, a la salud. Nos encontramos frente a esta controversia en la que tenemos que tomar partida”.
Al hacer uso de la voz, la directora de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo e integrante de "Sin maíz no hay país", Leticia López Zepeda, hizo un recuento del contexto actual en el marco del panel de controversias en contra de los transgénicos.
“La presencia en México de la científica ecofeminista Vandana Shiva es un aliciente fundamental en este momento en que enfrentamos a codiciosas empresas transnacionales representadas por el gobierno de Estados Unidos para imponernos el consumo de su maíz genéticamente modificado. La doctora Vandana Shiva ha denunciado las formas en que los gobiernos y las corporaciones ejercen presión sobre marcos regulatorios y jurídicos para impulsar e imponer, como única opción para atender las necesidades alimentarias de la población de México y el mundo, sus mercancías: resultado de la biotecnología agrícola, resultado de biopirateria y de un modelo de producción depredador, extractivista y contaminante”.
Destacó, entre otros puntos, que ayer cinco organizaciones mexicanas no gubernamentales y de comunidades campesinas y organizaciones de Estados Unidos participaron en el panel, entre otros frentes de lucha, presentando opiniones escritas donde expusieron sus respuestas, las cuales se basan en evidencia científica “donde advertimos de los múltiples riesgos por la presencia de maíces genéticamente modificados en la alimentación de mexicanas y mexicanos”, puesto que el consumo de esta semilla es mucho más alto en México que en el país vecino del norte.
En tanto, la integrante del Instituto de Políticas de Agricultura y Comercio y de "Sin maíz no hay país", Karen Hansen-Kuhn, destacó la importancia de que esta conversación se abra al público. Asimismo, comentó que, el nuevo tratado comercial entre México y Estados Unidos abre la posibilidad de la defensa de las semillas, de acuerdo con el análisis que han realizado: “Es algo vinculante en este acuerdo que las obligaciones comerciales no pueden impedir que los países cumplan con sus obligaciones con sus pueblos indígenas. En el análisis pusimos énfasis en este hecho, las medidas en la Constitución mexicana y varias leyes sobre esas obligaciones y aspectos paralelos sobre la biodiversidad y el principio precautorio. Consideramos que esos aspectos de derechos indígenas, culturales y la biodiversidad no se pueden separar: tienen que ir conjuntamente y ofrece una defensa importante para México en este caso, esperamos que tenga éxito”. Agregó que a nivel mundial están tratando de establecerse otros acuerdos transnacionales que buscan la difusión de las semillas modificadas, por lo que —dijo— “las decisiones que salgan de aquí, eso podría tener alcance más allá”.
Las actividades de la jornada “La defensa de las semillas libres y la biodiversidad frente al imperialismo alimentario” —organizada por la iniciativa "Sin maíz no hay país" en conjunto con el Cencalli— siguieron en la Plaza Cencalli con un ritual de voladoras en que participaron Las Doncellas de la Lluvia, así como una ceremonia ritual para la milpa con la presencia de Amalia Salas: médica y activista por la defensa de la tierra, el maíz y el agua, y de Ramón Carrillo; además de la danza de las Pastoras de Amealco de Bonfil, Querétaro, y la presencia de Tlacololeros de Guerrero.
Además, en el Helipuerto se llevó a cabo el conversatorio “Defender las semillas libres y resistir ante los OGM: Estrategias en común contra la imposición de los OGM en el mundo y en América Latina”, donde participaron André Leu, Mercedes López, Fernando Cabaleiro, Leydy Pech Marín, Pánfilo Hernández, Miguel Crespo, Mauricio García y Fabián Pacheco. Ahí se expusieron datos científicos sobre el daño de transgénicos y el glifosato tanto para los cultivos como en los animales, la biodiversidad y el ser humano. También se hizo un recuento de las acciones de la iniciativa "Sin maíz no hay país".
Para dar paso a la conferencia magistral “Defensa de la biodiversidad y las semillas libres contra el imperialismo alimentario”, a cargo de Vandana Shiva, la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, recordó que en Los Pinos se pueden adquirir productos sin agroquímicos, de productoras y productores tradicionales provenientes de distintos lugares de México, por lo que invitó a todo el público a visitar estos espacios, a consumir maíz nativo y a mantener la lucha en favor de la soberanía alimentaria.
En tanto, la integrante más joven del Consejo del Cencalli, casa del maíz y la cultura alimentaria, Paloma Vázquez Díaz, habló sobre la importancia de que niños, niñas, jóvenes y adultos defiendan el maíz, que es alimento, cultura y salud.
Para cerrar la jornada, el auditorio pudo escuchar la narración de Vandana Shiva sobre cómo el imperialismo busca imponer su modelo codicioso de cultivos, dañando la salud, el medioambiente y a la población, en un nuevo modelo de colonización que despoja a las comunidades de sus derechos sobre sus artes, sus cultivos, sus tradiciones.