La obra El senado estadounidense enjuicia a México y al presidente Carranza, Rodolfo Villarreal Ríos representa una relevante contribución historiográfica sobre un tema poco conocido de la relaciones entre México y Estados Unidos, durante una etapa de la Revolución Mexicana, que ofrece una visión detallada y completa de la injerencia del gobierno estadounidense en los asuntos internos del país, dijo Felipe Ávila Espinosa.

El texto expone los objetivos de los grupos económicos de poder más influyentes del vecino país del norte; las diferencias y divisiones entre los miembros de los partidos Demócrata y Republicano, en la coyuntura electoral de la sucesión presidencial de Thomas Woodrow Wilson, y cómo el tema de México, tuvo un papel central en la contienda electoral.

Rodolfo Villarreal analiza la iniciativa que integró una comisión de senadores republicanos para juzgar a las autoridades mexicanas con el objetivo de influir en la postura de su gobierno, en los grupos republicanos de línea dura, más antimexicana, xenófoba y nacionalista de su país, refirió Ávila Espinosa.

El objetivo era que “México cediera en dos temas: la indemnización por los daños causados por la Revolución a sus ciudadanos y empresas, y asegurar que el artículo 27 constitucional, en materia de petróleo no se aplicara, garantizando así que las ganancias extraordinarias de sus empresas petroleras se mantuvieran”.

El titular de la Dirección Adjunta de los Servicios Históricos del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), señaló que las relaciones entre los dos países durante los dos últimos años del gobierno de Venustiano Carranza fueron muy complicados, tanto a nivel interno como en el contexto internacional, resultado de la Primera Guerra Mundial y la postura nacional ante la conflagración. 

Al presentar, en la sede del INEHRM, la obra El senado estadounidense enjuicia a México y al presidente Carranza, dijo que la publicación tiene como virtud ser una investigación exhaustiva con fuentes primarias mexicanas y sobre todo de los archivos del Congreso estadounidense y de Washington.

El doctor en Historia por El Colegio de México rememoró diversas acciones de la injerencia de los Estados Unidos en México para influir en el curso del movimiento revolucionario, y mantener sus privilegios e intereses.

Sobresale la participación de Henry Lane Wilson, Embajador de Estados Unidos en México, en la caída del gobierno democrático de Francisco I. Madero, hecho que calificó como “uno de los ejemplo más ignominiosos, vergonzosos y deplorables en la historia de la diplomacia internacional”.

Prosiguió con la intervención armada en Veracruz, el 21 de abril de 1914; la invasión por el ataque de Francisco Villa a Columbus, en marzo de 1916; sus inconformidades por la promulgación del artículo 27 constitucional que reivindicó la soberanía nacional sobre los recursos naturales, en especial  el petróleo, y sus molestias por la neutralidad nacional en el curso de la Primera Guerra Mundial, durante el gobierno del presidente Carranza, siendo objeto de un boicot y bloqueo comercial y financiero.

En el panorama interno, Venustiano Carranza tuvo que hacer frente a la inestabilidad política y al proceso pacificador del país interrumpido por las frecuentes rebeliones de los caudillos revolucionarios: Emiliano Zapata, Francisco Villa, Manuel Peláez, José Inés García Chávez; y de los generales constitucionalistas Luis Gutiérrez, Luis Caballero y Silvestre Mariscal, entre otros.

Rodolfo Villareal, luego de agradecer a la doctora Patricia Galeana, directora general del INEHRM y a todo el personal involucrado en la edición de su libro, expuso que su obra se sitúa en un momento cambiante en el panorama internacional por la Primera Guerra Mundial, de la cual, Estados Unidos emergió como la primera potencia.

Su objetivo fue analizar la discusión en el Senado de Estados Unidos entre 1919 y 1921, respecto al México que emergía de la Revolución y la intromisión de los estadounidenses en el país.

La investigación estudia el conflicto entre los republicanos y los demócratas en su proceso de sucesión presidencial, el papel de tuvo México en ese juego de poder y sus políticas expansionistas en el Continente Americano como la iniciativa con la que se pretendía comprar la Península de Baja California y parte del estado de Sonora.

Esta pretensión tenía como fin de proteger los intereses de su país, ante una posible invasión japonesa o del establecimiento de la nación asiática en la zona. La actitud de Carranza fue nacionalista en defensa de los intereses nacionales.

El senador demócrata de Arizona, Henry Flountain Ashurst presentó la iniciativa en cuestión, en enero de 1919, en uno de los momentos de mayor tensión en las relaciones bilaterales entre ambas naciones.

La inestabilidad diplomática era producto de las consecuencias que la promulgación del artículo 27 constitucional ocasionaría a compañías petroleras estadounidenses, al establecer la soberanía nacional sobre los recursos petroleros.

La campaña de adquisición de Baja California argumentaba que esos territorios estaban prácticamente desiertos y sin posibilidad de desarrollo, eran importantes para su seguridad nacional.

La iniciativa encontró eco en otras instancias, por lo que la Legislatura de California aprobó una iniciativa similar, con el interés de Texas.

La propuesta Ashurst también fue secundada por senadores resentidos con el gobernó de Carranza que reclamaba los pagos de los daños causados a los ciudadanos estadounidenses y a sus empresas durante la Revolución y deseaban evitar que fueran afectadas sus empresas petroleras.   

Información: ADD

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