Con un enfoque social y comunitario desde diferentes disciplinas, pero sobre todo desde el teatro, el Colectivo Independiente Punto Tres, dirigido y fundado por Rafael Evans, busca acercar las artes a niñas y niños de Sonora que viven en condiciones de vulnerabilidad, trabajando con personas que no se dedican a la actuación de manera profesional pero que se capacitan y preparan dentro del colectivo.

A 10 años de su fundación y con 40 obras de teatro producidas hasta el momento, Punto Tres presenta espectáculos, por lo regular, en espacios públicos a manera de intervención, arte acción, instalación y/o performance, abordando temáticas que ayuden a la resignificación de la paz y el espacio público combinado con activismo.

Explica en entrevista Rafael Evans que desde 2016 implementó un programa de intervención en las colonias, en donde han convertido en teatros las banquetas, los parques, los jardines y todo espacio en donde se han registrado eventos violentos.

“Hemos trabajado con víctimas de daño colateral a través de las artes, llevando arte a los espacios donde se registraron hechos violentos, ahí llegamos con una obra de teatro a manera de resignificación del espacio público violentado porque queremos que niñas y niños recuerden estos espacios por ver una obra de teatro y no por presenciar un mal momento”, comenta el entrevistado.

El Colectivo Punto Tres ha visitado 216 colonias de las 222 que integran el municipio de Cajeme, “hemos visitado todas las comisarías del municipio, algunos otros municipios y estados, pero en sí nuestro enfoque es trabajar la paz en una ciudad como esta que es la tercera más violenta del país”, dice el director.

Actualmente trabaja con un modelo que le llama el “Equipo Motor”, el cual lo integran ocho personas, entre ellas Rafael Evans, y el primer grupo del colectivo que ya tienen entre seis y siete años trabajando juntos.

Por otro lado, quienes asisten a los talleres es otro grupo de niñas y niños de 7 a 12 años; de 13 a 17 y de 18 a 99 años a quienes les se les llama “Aliados del colectivo” y quienes se están capacitando para poder intervenir en los montajes, son alrededor de 22 personas.

“Esta casa de teatro, a la que llegan los chicos, es tal cual una casa, pero sin perder el sentido de que ellos llegan a su casa a capacitarse y a aprender las artes del teatro”, recalca el actor, productor, promotor cultural y activista mexicano, ganador del Premio Sonora a la filantropía en el 2018.

Evans también ha sido creador de un programa anual de impacto municipal de fomento al arte por medio de la literatura y la escritura; así como de un corredor cultural a través de la generación de un tianguis cultural que implementa emprendimientos económicos urbanos. 

“Nosotros vamos con un grupo de no actores, pero sí psicólogos y maestros, porque esa es la gente que estudia en la casa del teatro. Durante la intervención les hablamos sobre que no es normal una balacera. Trabajamos también mucho de la mano de madres guerreras buscadoras y les hacemos obras de teatro para sensibilizar y apoyar a estos grupos vulnerables”.

Rafael Evans, quien se ha especializado en la investigación del teatro documental y biodrama, comenta que el siguiente paso es seguir fortaleciendo el proyecto “Los morros de la villa”, realizado en Villa Bonita, una de las colonias más grandes y violentas de Cajeme.

“Es una colonia que necesita mucho más de intervención cultural y artística, ya se logró formar un grupo de teatro, una orquesta de cuerdas ambas como resultado de niños víctimas de daño colateral”.

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Información: AJR

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