Con coreografías llenas de alegría, vitalidad, color y tradición, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández celebró sus primeros 60 años de existencia, con una gala en el Palacio de Bellas Artes. Considerada como una de las compañías de danza más emblemáticas de nuestro país, ofreció un programa en el que hizo un recorrido por las costumbres de las danzas prehispánicas, la Revolución, la charreada, las festividades veracruzanas y jaliscienses.

En este contexto, también se presentó el libro El Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, editado por el Banco Nacional de México, a través de Fomento Cultural Banamex A. C. y la Fundación Roberto Hernández Ramírez A. C. Se trata de una reimpresión del libro que se publicó hace 20 años, pero con nuevas fotografías con la intención de reconstruir la historia del Ballet y valorar sus aportaciones a una imagen positiva de nuestro país, pero sobre todo para rendir el merecido homenaje a su fundadora.

El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, reconoció que el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández se ha convertido en uno de los emblemas de la mexicanidad en el mundo y aseguró que es un ejemplo en la conservación de las tradiciones mexicanas que, con un sentido moderno y actual, va envolviendo todo el proceso de identidad que encierra cada uno de los cuadros que ofrecen.

Roberto Hernández Ramírez, presidente de la fundación que lleva su nombre, recordó a Amalia Hernández como una talentosa y emprendedora mujer que se dio a la tarea de recuperar las tradiciones mexicanas y revalorar nuestra historia cultural, a través de la danza.

“Con una formidable visión, Amalia le dio vida al Ballet Folklórico de México y convirtió leyendas, historias e imágenes de nuestra patria en una serie de más de 70 coreografías que han sido vistas y aplaudidas por millones de personas en todo el mundo”, dijo Hernández Ramírez.En la ceremonia para celebrar el 60 aniversario del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, también participaron María Cristina García Cepeda, directora General del Instituto Nacional de Bellas Artes; José Luis Martínez, director general de Asuntos Internacionales del Conaculta; así como Salvador López y Viviana Basanta López, director general y directora artística del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, respectivamente.

Cuando fundó su compañía de ballet, Amalia Hernández no quiso hacer sólo folklore ni representar lo etnográfico exclusivamente, sino crear espectáculos con elementos de entretenimiento, con técnica de ballet y con las creencias del arte popular.

Así, en 1952 Amalia Hernández formó su propia compañía de danza. Su experiencia como bailarina, maestra y coreógrafa, adquirida en la Academia de la Danza Mexicana, la motivó a crear una pequeña compañía denominada Ballet Moderno de México. En esta primera experiencia como artista independiente, estrenó su conocida coreografía Sones de Michoacán, con un éxito indiscutible. A partir de entonces, su entusiasmo por continuar en el campo de lo folklórico aportándole su creatividad, se convirtió en el gran reto a enfrentar.

El ballet se consolidó en 1959, cuando el presidente Adolfo López Mateos le pidió que este grupo se convirtiera en uno de los embajadores naturales de México. Desde entonces, el Ballet Folklórico de México Amalia Hernández ha recibido reconocimientos como el Premio Nacional de las Artes, La legión de Honor de París, El premio TIFFANY, otorgado por la crítica de Nueva York y el Premio de las Naciones, entre muchos otros.

Información: MAC

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