El Caballero de la triste figura, ese hombre “de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro” descrito por Miguel de Cervantes, sale de la obra cumbre de la literatura en español para conversar con el público en el montaje Quijote, vencedor de sí mismo, que se presentó la noche de este viernes 9 de febrero en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Es así como Don Quijote utiliza el poder evocador del libro como medio de transporte, que abierto al azar, conduce a los espectadores por diversos episodios y narraciones variopintas de ese clásico.

La obra es resultado de la colaboración entre la dramaturga Mónica Hoth, autora de una de las obras más recurridas en el repertorio de teatro para jóvenes, y Claudio Valdés Kuri, miembro del Sistema Nacional de Creadores del Fonca y director de la compañía Teatro de Ciertos Habitantes.

“Todos me conocen, o al menos eso dicen. Seguramente muchos de ustedes leyeron a fuerza en la escuela algo de mí. Mi historia forma parte desde hace siglos de todos los programas académicos oficiales. Les aseguro que la mayoría de ustedes se limitó a leer el resumen que encontraron en Google y el resto le copió el trabajo a algún compañero”, dice Don Quijote, interpretado por el actor Fernando Huerta.

Aunque reconoce que no hay casa, escuela o biblioteca donde no se tenga una ejemplar de El Quijote de la Mancha, el personaje se pregunta si el cronista reseña sus hazañas o son sus hazañas inventadas por un autor que a veces parece ser su peor enemigo.

Ante este dilema está convencido de que no debe permitir que alguien más decida por él, por lo que tratará de escribir su propia historia con la ayuda del público y de una joven llamada Xóchitl interpretada por la actriz Xóchitl Galindres.

A lo largo de la obra, Don Quijote comparte el gozo por la lectura, da nuevos significados sobre el fracaso y aborda la importancia de renovar y recuperar los anhelos por el bien común.

Los delirios quijotescos aparecen en el caballero andante que cabalga entre la frontera de la realidad y la fantasía para invitar a la gente a construir un mundo mejor.

La audiencia se vuelve un elemento importante del montaje, ya que constantemente participa e incluso ayuda al protagonista a recrear pasajes del ingenioso hidalgo, lo cual da dinamismo Quijote, vencedor de sí mismo.

La puesta en escena forma parte del proyecto Carrusel Teatral, con el cual la compañía Teatro de Ciertos Habitantes montará cinco piezas teatrales en formato de cámara del 7 al 25 de febrero.

Esa iniciativa celebra dos décadas de trayectoria de la agrupación mexicana, consolidada como punto de referencia para la vanguardia teatral latinoamericana.

Quijote, vencedor de sí mismo tendrá dos funciones más el 16 y 23 de febrero a las 20:00 horas. El proyecto Carrusel Teatral continuará este sábado 10, a las 19:00 horas con la obra El automóvil gris al estilo benshi japonés y el domingo 11 a las 18:00 horas con la obra Todavía…siempre.

Todas las funciones son el Foro de las Artes del Cenart ubicado en Río Churubusco 79, esquina Calzada de Tlalpan. Localidades: $100, precio especial, $30. Para todo público a partir de 15 años de edad.

Información: CGP

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