En 1971 el documento fue exhibido en el Club Grolier, de Nueva York, de ahí que se le conociera como Códice Grolier, y la polémica entre la comunidad especializada se intensificó debido a su apariencia y a la singularidad de su contenido y por sus similitudes y diferencias con los códices mayas de Dresde, Madrid y París.

Después de un arduo trabajo para confirmar su autenticidad, expertos del INAH, de la UNAM y de la Universidad de Colorado, determinaron que todos los materiales que posee el códice son los utilizados en la época prehispánica; que la complejidad y la congruencia de su contenido ritual es imposible de haber sido conocida por un falsificador del siglo XX, y que los hechos representados y la austeridad del códice corresponden con una época de crisis en Mesoamérica.

También se identificó en el documento la presencia del azul maya, un pigmento utilizado principalmente por culturas mesoamericanas que está hecho de arcilla paligorskita y colorante índigo. Otro dato que confirma su autenticidad es que tiene restos de grana cochinilla, un insecto extraído del nopal del que se obtiene un color rojo carmesí.

Por la importancia que reviste este documento en la historia prehispánica de México, la Secretaría de Cultura presenta, por tiempo breve, la exposición Códice Maya de México. Eslabón, fuente y testigo, en la que podrás apreciar este documento que, por motivos de conservación, se encuentra en una cápsula anóxica de 1.75 metros de largo, con gas argón para impedir la proliferación de microorganismos y mantener una humedad estable.

De acuerdo con la investigadora Sofía Martínez del Campo Lanz, coordinadora del Proyecto de Investigación para exposiciones de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones del INAH.

El manuscrito, que es parte del acervo de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, regresará a su bóveda para garantizar su conservación y difícilmente podrá exhibirse nuevamente. Así que no te pierdas esta magnífica oportunidad que se presenta en el Museo Nacional de Antropología hasta el 28 de octubre.

La muestra, coordinada por Sofía Martínez del Campo y Baltazar Brito, cuenta con recursos interactivos e información contextual, a través de herramientas tecnológicas y lenguaje Braille, dando accesibilidad a todos los visitantes.

Y si quieres conocer más sobre este interesante tema…

Descubre Códices, un acercamiento a los primeros libros que existieron en Mesoamérica. Editado por la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura, la publicación es coordinada por Xavier Noguez, uno de los especialistas más reconocidos en el campo, quien al frente de un grupo de expertos, se adentra en el conocimiento de estos documentos que encierran, en su belleza y complejidad, una parte fundamental de la historia de nuestro país.

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Códices forma parte de la colección Historia Ilustrada de México, bajo la coordinación del investigador Enrique Florescano, quien emprende una maravillosa difusión de la historia, la geografía, las artes y la cultura mexicanas, a través de nuevos lenguajes.

A lo largo de la colección podrás encontrar el desciframiento de los códices mayas, los códices del Grupo Borgia, los códices de Oaxaca, los códices del centro de México, los documentos pictográficos de Michoacán siglos XVI-XVIII, así como de la tradición Mixteca-Puebla.

¡En las librerías Educal!