Leo Frobenius, el mundo del arte rupestre.

Seguramente recuerdas tus libros de texto de 6o. año de primaria cuyas páginas contenían imágenes de hombres y animales ancestrales, plasmadas en cuevas y grutas.

Uno de los antropólogos más reconocidos es Leo Frobenius, quien exploró África, Oceanía y Europa, a principios del siglo XX.

Frobenius, junto con su equipo, realizó cerca de cinco mil copias de arte rupestre, la más comprensible y completa colección en su tipo y la puedes apreciar por primera vez en México, con la exposición Leo Frobenius, el mundo del arte rupestre.

La mayoría de las imágenes han sido reproducidas en su tamaño original, de lugares inhóspitos como desiertos, montañas solitarias y cuevas escondidas. Los diseños, personajes y escenas que aparecen en las pinturas corresponden a los tiempos más tempranos de la humanidad.

Esta muestra reúne 103 piezas entre fotografías y pinturas, en escala uno a uno, de expresiones artísticas y simbólicas de seres que habitaron la Tierra hace más de 40 mil años.

Mayas, el lenguaje de la belleza. Miradas cruzadas

Luego de su exitoso viaje de tres años por Italia, China y Alemania, regresa a nuestro país esta magna exposición.

Se trata de una muestra que comprende 333 piezas cuya antigüedad va de 500 a.C. a la época en que las civilizaciones maya y europea hicieron contacto. Y es que fue en 1517 cuando Francisco Hernández de Córdoba y doce encomenderos de la isla de Cuba emprendieron un viaje que cambiaría no sólo a Europa, sino al que entonces ignoraban era un “nuevo” continente: América.

En el Mayab, los expedicionarios encontraron pueblos que los dejaron maravillados por sus avances con respecto a los grupos aborígenes de las islas caribeñas.

Hernán Cortés, Bernal Díaz del Castillo y Pedro de Alvarado, y los frailes Bartolomé de las Casas, Diego de Landa, Francisco Núñez de la Vega, así como fuentes documentales, entre ellas las Relaciones Histórico-Geográficas de la Gobernación de Yucatán, dan cuenta de ese mundo para ellos desconocido: atavíos, prácticas y costumbres con las que tuvieron contacto directo.

35 piezas se integran a esta exposición, dos de ellas son paneles procedentes de Pomoná que representan a uno de sus gobernantes y a su consorte, y la representación en madera de un enano, también procedente de ese sitio tabasqueño, así como un fragmento de textil descubierto en la Cueva de El Lazo, en Chiapas y una vestimenta ritual hecha con conchas, que semeja las escamas de un pez, encontrada en Oxtankah (Quintana Roo), y la figura de un hombre sosteniendo un pescado, proveniente de Ek Balam, Yucatán.