• Buenas tardes a los medios de comunicación. Muchas gracias por acudir a esta convocatoria.
  • Quisiera aprovechar esta oportunidad para abordar dos aspectos que han generado interés público en los últimos días: el primero tiene que ver con las recientes declaraciones del Presidente de México sobre mi declaración de intereses, y el segundo tiene que ver con el valor e importancia de los órganos reguladores autónomos en un orden democrático.
  • Sobre el primer punto: desde 2016, año en que asumí el cargo de Comisionado Presidente de la CRE, puse a disposición del público y las autoridades competentes, mi declaración de intereses, la cual se encuentra disponible en el portal de la Secretaría de la Función Pública: (https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/128657/Declaracion_Intereses.pdf)
  • La declaración de intereses se incluyó en la Ley de los Órganos Reguladores Coordinados en Materia Energética y en la Ley General de Responsabilidades Administrativas, con el fin de identificar la relación de los funcionarios con empresas de su sector, sin que esto signifique la comisión de un conflicto de interés. A este respecto:
  • En este documento se puede verificar que un hermano de mi esposa trabaja en una empresa proveedora de la industria de energía eólica. Hago énfasis en que esta empresa no es regulada por la Comisión Reguladora de Energía (CRE), razón por la cual las decisiones de la CRE no pueden tener ningún tipo de injerencia hacia la misma.
  • También en la declaración quedó asentado que un primo de mi esposa trabaja en una empresa que sí cuenta con un permiso de la CRE. Cabe anotar que dicho permiso fue otorgado antes de que yo fuera designado Comisionado por el Senado de la República. Asimismo, me he excusado de conocer y votar los asuntos relativos a esta empresa, de conformidad con la ley. 
  • Por lo anterior, afirmo que no he incurrido en ningún conflicto de interés.
  • Por otra parte, quiero comentarles que tengo una trayectoria de servicio público ininterrumpida por los últimos 24 años. Como tal, he presentado en tiempo y forma mis declaraciones de impuestos, patrimonial y de intereses.
  • En lo institucional, quisiera aprovechar esta oportunidad para resaltar el trabajo honesto y dedicado de cientos de mujeres y hombres que laboran a diario en la Comisión Reguladora de Energía.
  • Somos una institución colegiada en la que un Comisionado por sí mismo no puede tomar una decisión. La CRE está comprometida con México desde su creación hace 25 años, y ha velado por el interés público del país, libre de influencias políticas y empresariales.
  • En la CRE trabajamos de cara a la ciudadanía, con total transparencia, promoviendo una agenda de honestidad e integridad institucional. A continuación, mencionaré algunas de las mejores prácticas adoptadas por la Comisión en este sentido:
    • Las sesiones del Órgano de Gobierno se transmiten en vivo por internet. Todos los permisos y resoluciones son públicos y se encuentran disponibles en el portal de la CRE;
    • Mantenemos una política de puertas abiertas, mediante la cual cualquier persona interesada puede solicitar en línea reunirse con nosotros;
    • Asimismo, las audiencias con permisionarios son grabadas para mantener una memoria documental íntegra. Se cita a todos los Comisionados y deben estar presentes cuando menos dos;
    • Los Comisionados tenemos la obligación de informar con antelación de nuestras actividades fuera de la CRE (por ejemplo, comisiones, foros, congresos, etc.)
    • El 100% de los trámites de la CRE se realizan por medios digitales, a través de la Oficialía de Partes Electrónica, minimizando así el riesgo de corrupción;
    • La CRE cuenta con una vocación de rendición de cuentas. Hemos atendido satisfactoriamente las auditorías y recomendaciones, tanto del Órgano Interno de Control como de la Auditoría Superior de la Federación.
    • Tenemos lo que denomino una política anti-coyotes. Es decir, la CRE ofrece tutoriales en línea, talleres presenciales y se cuenta con una mesa de ayuda telefónica para explicar los procesos de solicitud y expedición de permisos directamente al ciudadano;
    • Por último, desde 2016, la CRE ha implementado una política de austeridad institucional mediante la cual se ha eliminado el pago de teléfonos celulares y la asignación de vehículos a funcionarios específicos, entre otras medidas.
  • Últimamente se ha cuestionado la autonomía y el propósito de los órganos reguladores. La mejor manera de entender nuestro trabajo, es pensarnos como árbitros. Estamos aquí para brindar certeza sobre las reglas del juego y para garantizar piso parejo. Somos entes técnicos, guardianes de la transparencia y garantes de la rectoría del Estado.
  • Quisiera reiterar que la CRE vela por el interés público, no el de particulares. Tan es así, que tanto empresas públicas como privadas han recibido sanciones y se han amparado en contra de la Comisión: entre 2017 y 2018, la CRE impuso 62 sanciones por 191 millones de pesos, mientras que, sólo en 2018, se presentaron en total 698 juicios de amparo en contra de resoluciones emitidas por la CRE.
  • Los órganos reguladores realizamos acciones de Estado, al fomentar la estabilidad económica y social del país. Por un lado, propiciamos que la energía llegue a los ciudadanos en las cantidades y con la calidad requeridas. Asimismo, brindamos certeza de largo plazo a las inversiones, y buscamos que se den las mejores condiciones para la competencia. Nos encargamos de que, independientemente de los cambios políticos, los proyectos productivos detonadores del desarrollo y del empleo, se lleven a cabo con reglas claras y equitativas.
  • En las principales economías y democracias del mundo, observamos instituciones autónomas fuertes, en particular reguladores económicos con vocación técnica, como la CRE. En México, debe haber espacio para discutir los avances, los retos y los cambios que debemos implementar como Nación. En la CRE estamos abiertos a la crítica y al debate, por lo cual extendemos una invitación a que se abran los canales de comunicación y trabajemos en favor de los mexicanos en un marco institucional y de respeto.
  • Por último, no quisiera concluir sin antes reafirmar mi compromiso y lealtad con México, sus instituciones, con la ciudadanía, así como con el principio de rendición de cuentas. Por su atención, muchas gracias.