Estrategía de Transición | Marco normativo de la Transición | PRONASE 2014-2018 | Hoja de Ruta de Eficiencia Energética | Revisión del PRONASE 2014-2018 | Estudios y documentos | Metodologías para estimar ahorro de energía

...se remonta al “Decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en Materia de Energía” publicado el 20 de diciembre de 2013 en el Diario Oficial de la Federación (DOF).

Así, el artículo décimo octavo transitorio de dicho Decreto estableció que “El Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría del ramo en materia de Energía y en un plazo no mayor a 365 días naturales contados a partir de la entrada en vigor del presente Decreto, deberá incluir en el Programa Nacional para el Aprovechamiento Sustentable de la Energía (PRONASE), una Estrategia de transición para promover el uso de tecnologías y combustibles más limpios…”

Debido a que no hubo otros mandatos legales que definieran detalles sobre el contenido de este instrumento de planeación, durante el 2014, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) en conjunto con la Secretaría de Energía (Sener), elaboraron la primera versión de la Estrategia, trabajando con otros actores del mercado, universidades, centros de investigación nacional, organizaciones no gubernamentales y otras dependencias gubernamentales, hacia su primera publicación en el DOF,  el 19 de diciembre de 2014

Esta primera versión tuvo el propósito de plantear una serie de recomendaciones identificadas mediante procesos de participación democrática, que permitieran impulsar la transición hacia tecnologías y combustibles más limpios en el país. Estas acciones se encaminaban al desarrollo de un mercado energético eficiente, una economía de bajo carbono y mejores condiciones de bienestar social; todo ello, a partir de la corresponsabilidad de los tres niveles de gobierno, el sector privado, la academia y la sociedad.

Lo más valioso de este documento fue incluir, por primera vez, un análisis de las tendencias tecnológicas globales que identifican las organizaciones reconocidas internacionalmente, así como establecer una perspectiva tecnológica para México en nueve temas generales: (1) Ahorro de energía en edificaciones, (2) Ahorro de energía en la industria, (3) Ahorro de energía en transporte, (4) Bioenergía, (5) Energía eólica, (6) Energía solar, (7) Geotermia, (8) Hidroenergía y (9) Redes inteligentes y generación distribuida.

Con ello, expertos mexicanos lograron definir una perspectiva integral en seis ejes rectores dentro de la Estrategia: (1) Tecnología, (2) Regulaciones y política pública, (3) Instituciones, (4) Capacidades técnicas, (5) Mercados y financiamiento, e (6) Investigación y desarrollo.

El contenido y el orden jerárquico de este instrumento de planeación, así como su relación con otros documentos de planeación y políticas públicas, fueron establecidos hasta que apareció la Ley de Transición Energética (LTE), publicada en el DOF el 24 de diciembre de 2015, la cual define a la Estrategia como el eje rector de la política energética en el mediano y largo plazo en materia de obligaciones de energías limpias, aprovechamiento sustentable de la energía y mejora en la productividad energética de reducción económicamente viable de emisiones contaminantes de la industria eléctrica.

Conforme a la LTE, la siguiente versión de la Estrategia debería incluir nuevos elementos de análisis, tales como diagnósticos, escenarios prospectivos de mediano y largo plazo, así como la inclusión de metas a 15 y 30 años en materia de Energías Limpias y de Eficiencia Energética

De acuerdo con esta Ley, las características de las metas tienen un alcance diferente: aquella de energías limpias se establece como vinculatoria para la industria eléctrica nacional y en términos de un porcentaje de participación en el total de la generación. En el caso de la meta de eficiencia energética, se define que su carácter es indicativo, y si bien no se fijó el parámetro para la meta, si dispone que la Conuee sería la encargada de realizar la hoja de ruta en materia de eficiencia energética, donde se indicara la secuencia de pasos para alcanzar la meta, especificando para los participantes, tiempos y recursos necesarios.

Un aspecto nuevo dentro de esta Estrategia es que el componente prospectivo debería estar sustentado en un conjunto de análisis y estudios sobre las condiciones técnicas, científicas, tecnológicas, económicas, financieras, fiscales, ambientales y sociales futuras de la infraestructura de explotación, producción, transformación, transmisión, distribución y uso final de la energía.

Lo anterior generó cambios en las líneas de acción de la segunda versión de la Estrategia, con lo que en los temas de ahorro y uso eficiente de la energía se agregaron líneas dirigidas a servicios municipales y agroindustria. En el caso de las Energías Limpias, se incluyeron los temas de Captura y Almacenamiento de Carbono y Desarrollo e Impacto Social. Asimismo, se estableció un apartado dedicado al Desarrollo e Infraestructura integradora, donde se incluyó, por primera vez, el tema del almacenamiento de energía.

En este sentido, el 2 de diciembre de 2016, se publicó en el DOF la primera actualización de la Estrategia, donde se estableció una visión a 2050. Con relación a la meta de eficiencia energética, la Conuee propuso, considerando las mejores prácticas internacionales, que estuviera en función de la tasa anual promedio de reducción de la intensidad de consumo final de la energía, es decir, que fuera un indicador de eficiencia energética que reflejara fácilmente el progreso de las acciones que se realizan en México. 

De esta manera, la primera meta de eficiencia energética se incluyó en la segunda versión de la Estrategia y establecía una reducción de 1.9% anual de la intensidad energética de consumo final para el periodo 2016-2030, y de 3.7% anual para el periodo 2031-2050. El origen de esta meta provino de una línea base del consumo final de energía, que la Sener solicitó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) bajo el proyecto del Sistema de Modelación Integral del Sector Energético (SIMISE), y que entregó a la Conuee como insumo principal, aunado a un escenario macroeconómico base establecido por la propia Sener. Así, la Conuee propuso un escenario de la meta nacional de eficiencia energética anual hacia el año 2050.

/cms/uploads/image/file/567471/evolucion_1.jpg

A partir de diciembre de 2018, el Estado Mexicano estableció nuevas prioridades en el marco del paradigma del desarrollo sustentable. La LTE mandataba una actualización de la Estrategia al inicio de esta Administración Federal, con lo que se redireccionó el rumbo de las metas nacionales. Por esta razón, la Conuee, en coordinación con la Sener, trabajaron en la elaboración de la nueva versión de la Estrategia bajo la perspectiva “Hacia una transición energética soberana de México”. 

Este esfuerzo, lidereado por la Sener, combinó los nuevos principios de la política energética nacional y el conocimiento y experiencia adquiridos por la Conuee entre 2016 y 2019, los cuales se vieron reflejados en esta última versión.

En el primer caso, la Estrategia replantea una visión más integral de la transición energética hacia el año 2050, dirigida a alcanzar:

  • Una industria nacional de bienes de capital y equipos diseñados y producidos por los sectores público, social y privado del país, que garantice una Transición Energética Soberana y que contribuya a la seguridad energética del país; y 
  • Una población con acceso total a las tecnologías de punta, a los menores costos, con mejor calidad de vida, menor desigualdad social y que incorpore y adopte en sus servicios energéticos a las energías renovables y las prácticas de eficiencia energética.   

En el contenido del documento, se presentan cambios en el diagnóstico del sector energético y los escenarios que dieron origen a la meta de eficiencia energética. Estas innovaciones fueron desarrolladas por la Conuee con el apoyo de la cooperación francesa.

Esta versión recientemente actualizada de la Estrategia también incluye un diagnóstico numérico de los logros y oportunidades en materia de eficiencia energética en los sectores de consumo final de la energía, así como un análisis de co-beneficios, basado en la técnica de descomposición factorial aplicada al caso mexicano.

Otra innovación fue incorporada en los escenarios de consumo final de la Estrategia, a partir de combinar técnicas econométricas tradicionales y técnicas de simulación de coeficientes técnicos enfocados a usos y tecnologías finales de la energía, calibrados con el Balance Nacional de Energía (BNE) y los proyectos puntuales de la demanda eléctrica del último Programa de Desarrollo del Sector Eléctrico Nacional (PRODESEN), resultando en dos escenarios: 

  1. Escenario Base, el cual considera las condiciones inerciales de las actuales políticas públicas y, 
  2. Escenario de Transición Energética Soberana, que considera la intervención de medidas y políticas adicionales que impulsarán y acelerarán un mejor desempeño energético. 

/cms/uploads/image/file/567582/evolucion_4.jpg

Como resultados valiosos, se encontró un conjunto de medidas técnica y económicamente factibles, que dieron origen a un escenario de potenciales de ahorro de energía, a partir de tecnologías que hoy están disponibles en México, y que permitirían alcanzar la nueva meta de reducción del consumo final de energía de 2.2% anual, en el periodo 2020-2035, y 2.5% anual para 2035-2050.

/cms/uploads/image/file/567473/evolucion3.jpg

Finalmente, la nueva Estrategia reconoce a la eficiencia energética como una palanca estratégica que podría tener una valiosa aportación en el proceso de estabilización del crecimiento del consumo nacional de energía hacia las siguientes décadas, coadyuvando así a la seguridad y autosuficiencia energética del país. 

/cms/uploads/image/file/567472/evolucion_2.jpg