El 1 de julio cumplió 20 años de operación el sistema de pensiones de cuentas individuales AFORE. El actual sistema de pensiones de contribución definida sustituyó al anterior sistema de beneficio definido mediante una reforma a la Ley del Seguro Social en 1995. A partir de entonces, este sistema de pensiones ha registrado importantes logros que serán enunciados a continuación y múltiples desafíos a futuro que serán abordados en una segunda parte de este documento.

A continuación se presentan los 20 aspectos más destacables del sistema a 20 años de su creación:

  1. Seguridad financiera. El sistema acumula a 20 años de su creación 2.94 billones de pesos de ahorro pensionario, cifra que representa el 14.6% del Producto Interno Bruto del país. Hoy el ahorro en la AFORE representa el segundo pilar patrimonial de los mexicanos, solo detrás de la vivienda. Durante las primeras dos décadas del sistema, a pesar de haber experimentado periodos de volatilidad relevantes (la gran crisis financiera del 2008, la crisis europea del 2011, el temor de aumentos en tasas de interés en los Estados Unidos en mayor del 2013 y la elección presidencial de Estados Unidos en 2016), el ahorro de los trabajadores se ha mantenido seguro y en constante ascenso (a pesar de esporádicos periodos de minusvalías). La seguridad del ahorro se explica por una regulación prudente en materia de inversiones, por una supervisión diaria por parte de la CONSAR, por una mayor diversificación del portafolio y por un manejo profesional del ahorro por parte de las AFORE.
     
  2. Seguridad operativa. En los primeros 20 años del sistema se han abierto 58 millones de cuentas. Esas cuentas están hoy operativamente seguras, independientemente si éstas son registradas, asignadas o descansan en Prestadora de Servicios, o si se trata de cuenta activas o inactivas. Cada mes, 850 mil patrones realizan las aportaciones tripartitas que les corresponde por Ley, y dichos recursos fluyen de manera bimestral sin ningún contratiempo a las cerca de 20 millones de cuentas de ahorradores frecuentes en el sistema. La infraestructura operativa del sistema es una de las más avanzadas entre los países de la OCDE gracias a la creación de Procesar, la empresa que realiza la captación y dispersión regular de los recursos y, más recientemente, la introducción del Expediente Electrónico, la identificación biométrica y próximamente la nueva aplicación móvil “Tú AFORE Móvil”.
     
  3. Rendimientos. Mientras que en el anterior sistema de pensiones los recursos que ingresaban al fondo colectivo se utilizaban para pagar las pensiones en curso, imposibilitando la capitalización de los mismos, en el actual sistema, gracias a la individualización de éstos, es posible observar una importante capitalización del ahorro. Los rendimientos anuales en los 20 años de historia del sistema de pensiones se ubican en 11.52% en términos nominales y 5.53% en términos reales, lo que ubica al sistema de pensiones como una de las mejores alternativas de ahorro del país. De los cerca de 3 billones de pesos, $1,287.6 mil millones son rendimientos netos de comisiones, lo que significa 43.9% del saldo del sistema. Un trabajador que inició cotizaciones el 1 de julio de 1997 con ingresos por 5 salarios mínimos tiene hoy en su cuenta $262,284 de los cuales $119,933 son rendimientos netos de comisiones.
     
  4. Democratización financiera. El acceso a vehículos de ahorro que pagaran altos rendimientos en el país, en el pasado, estaba circunscrito a los mexicanos de mayores ingresos. Únicamente los mexicanos con montos elevados de ahorro podían abrir una cuenta en una Casa de Bolsa. A lo largo de los últimos 20 años, millones de mexicanos, a través del sistema de pensiones, han accedido a rendimientos atractivos sin importar si se trata de cuentas de 1 salario mínimo o de 25 salarios mínimos.
     
  5. Derechos de propiedad. Mientras que en el anterior sistema de pensiones las aportaciones tripartitas no tenían un propietario identificado pues éstas se recababan en un fondo colectivo de recursos sin nombre ni domicilio, en el actual sistema de pensiones la propiedad de los recursos se garantiza por la individualización en las cuentas personales. Ni el gobierno, ni el patrón, ni el sindicato pueden interferir en la cuenta individual del trabajador y las cuentas individuales se encuentran protegidas por Ley.
     
  6. Financiamiento para el desarrollo. Este ahorro ha propiciado un círculo virtuoso para el crecimiento y desarrollo del país pues un monto creciente de esos recursos se canaliza a actividades productivas. Por ejemplo, a la fecha, las AFORE han destinado una inversión de 136.961 mdp a través de 69 CKD´s y 53,942 mdp en 12 FIBRAS. Sumados todos los rubros de inversión, se han destinado 946,930 millones de pesos del ahorro pensionario de los mexicanos al desarrollo de empresas mexicanas de distintos tamaños pertenecientes a diversos sectores de la actividad económica. Entre los sectores de la economía donde se ha invertido el ahorro de los trabajadores destacan el de transporte, vivienda, petróleo, telecomunicaciones, educación, turismo, manufacturas, comercial y salud, entre otros.
     
  7. Profundización financiera. El sistema de pensiones ha coadyuvado de manera significativa a la profundización del sistema financiero nacional. Hoy los activos netos de las SIEFORE representan cerca el 25% del ahorro interno del país. Asimismo, hace 20 años el plazo de colocaciones de deuda tanto del Gobierno Federal como de las empresas no excedía 365 días. Hoy, gracias a que el país cuenta con un inversionista institucional de largo plazo como son las AFORE, son normales colocaciones que superan los 20 y hasta 30 años. Más aún, mientras hace 20 años no existía un mercado hipotecario debido a la falta de instrumentos de largo plazo, hoy es común obtener un financiamiento bancario hipotecario a 20 años, a tasa fija o variable según la preferencia del consumidor y a tasas muy razonables (situación que hoy es posible gracias al desarrollo de la curva de valores de largo plazo). La profundización del sistema financiero nacional ha dado pie, igualmente, al surgimiento de nuevos vehículos de inversión como las Fibras, los CKD´s y Cerpis.
     
  8. Sostenibilidad financiera. Al tratarse de un sistema de pensiones donde lo que se encuentra definido es la contribución (y no el beneficio) confiere automáticamente al sistema su viabilidad financiera de largo plazo. Dado que no hay promesas impagables ni subsidios ocultos para garantizar su sostenibilidad, el actual sistema de pensiones es financieramente viable y el enorme cambio demográfico que se avecina para el país no pondrá en riesgo su sostenibilidad.
     
  9. Beneficio para las Finanzas públicas. Gracias a las reformas en materia pensionaria de 1995 y 2007 se puso freno a un enorme desequilibrio actuarial del sistema de reparto tanto del IMSS como del ISSSTE, que se agudizada diariamente debido al proceso de envejecimiento de la población. De no haberse realizado ambas reformas, y frente al aceleramiento de nuestra transición demográfica, el financiamiento de las pensiones hubiese estado en riesgo, así como las finanzas públicas del país.
     
  10. Equidad de género. En el anterior sistema de pensiones, las mujeres se encontraban en clara desventaja para la posible obtención de una pensión. Dada la alta intermitencia laboral que se observa entre las mujeres por motivos de maternidad y otros factores, muchas de ellas no alcanzaban el requisito de 500 semanas de cotización que exigía la anterior Ley del IMSS (1973) por lo que al no alcanzar derecho de pensión, sus aportaciones terminaban por beneficiar a los trabajadores de mayores ingresos y a los hombres. En el actual sistema, si bien persiste la alta intermitencia laboral, gracias a la individualización del ahorro, las mujeres podrán llegar a la edad de retiro y disponer de los recursos acumulados y sus correspondientes rendimientos.
     
  11. Equidad intergeneracional. Generalmente se asume que un esquema de pensiones de beneficio definido es “solidario” ya que son los trabajadores en activo los que “solidariamente” financian las pensiones de los adultos mayores. En la práctica, sin embargo, no ocurre tal cosa pues generalmente a los jóvenes se les impone (sin consultarlos) una carga excesiva para el financiamiento de las pensiones de sus mayores. El actual sistema es inter-generacionalmente más justo que el anterior pues al ser financieramente viable, no requerirá de recursos fiscales para su sostenibilidad. El anterior sistema, al encontrarse financieramente desbalanceado (ingresos menores a los egresos) imponía (e impone) un alto costo a las nuevas generaciones pues éstas deberán financiar, con sus impuestos, las (generosas) pensiones de beneficio definido de la anterior generación.
     
  12. Sistema solidario. Es poco conocido que el sistema de pensiones de cuentas individuales contiene una serie de mecanismos de protección a las personas de menores ingresos. Por un lado se cuenta con la Cuota Social que es la aportación que realiza el Estado únicamente para las cuentas de las personas de menores ingresos. Con los años, la CS se ha vuelto más progresiva lo que permite otorgar una mayor aportación a las personas de menores ingresos. Asimismo, la Ley 1997 prevé la “Pensión Mínima Garantizada” como mecanismo de protección para las personas que no hubiesen acumulado suficientes recursos en su cuenta individual al momento del retiro para la contratación de una renta vitalicia de al menos un salario mínimo.
     
  13. Transparencia. Uno de los principales problemas del anterior sistema de pensiones era su nula transparencia. Las aportaciones de los trabajadores ingresaban a una bolsa colectiva de recursos de los cuales el trabajador no tenía ningún control ni posibilidad de dar seguimiento. Al individualizarse el ahorro en cuentas personales con la reforma de 1997 se ha logrado darle transparencia al sistema. No sólo los ahorradores reciben tres estados de cuenta al año donde pueden constatar la evolución de su ahorro de manera periódica, sino que diariamente se conoce el valor de las inversiones que realizan las AFORE gracias a la valuación diaria que es obligatorio llevar a cabo. Adicionalmente, la CONSAR ha puesto a disposición de los ahorradores más y mejor información (Radiografía Financiera, Tablero de Inversiones, Estado de Cuenta, entre otros) con información desglosada del portafolio de inversión de cada administradora.
     
  14. Libertad de elección. Una importante ventaja del sistema de pensiones vigente frente al anterior es la libertad que tienen los ahorradores de elegir registrarse entre las 11 AFORE en el mercado y, en su caso, de cambiar de AFORE una vez al año. Los ahorradores, acorde a su preferencia, pueden optar por una AFORE que le brinde servicios acorde a sus necesidades y/o genere rendimientos o cobre comisiones aceptables para el trabajador. Igualmente, los ahorradores pueden retirar una vez cada 5 años hasta el 10 por ciento de su ahorro por concepto de retiro por desempleo. Más recientemente se incorporó la libertad de elegir SIEFORE, lo que refuerza las opciones disponibles para los trabajadores.
     
  15. Heredabilidad. El actual sistema de pensiones ofrece a los ahorradores la posibilidad de heredar su ahorro en caso de fallecimiento (motivo por el cual es fundamental que la familia conozca la evolución de la cuenta). En el anterior sistema, al no estar individualizado el ahorro, al momento del fallecimiento del trabajador, y en caso de no cumplir los requisitos previstos en Ley para la obtención de una pensión de viudez, los familiares no recibían nada de las contribuciones realizadas por el familiar.
     
  16. Movilidad y Portabilidad. Una vez que un trabajador ingresa al mercado formal, ya sea laborando en el sector privado afiliado al IMSS o en el sector público afiliado al ISSSTE, la cuenta de ahorro que se abra en una AFORE lo seguirá siempre donde quiera que esté. En su cuenta siempre se podrán recibir aportaciones voluntarias, sin importar si cotiza o no a un instituto de seguridad social, e igualmente seguirá generando rendimientos. La cuenta, a su vez, es portable en el sentido de que le permite al trabajador que se mueve del sector privado al sector público, o viceversa, recibir las aportaciones tripartitas en la misma cuenta.
     
  17. Ahorro de menores. Se ha incluido recientemente a la población infantil y juvenil en las AFORE a través de la Cuenta AFORE Niños, lo que permitirá a los padres del sistema de pensiones establecer un programa de ahorro de largo plazo para sus hijos mediante un esquema seguro y rentable.
     
  18. Infraestructura para ahorrar. En los últimos tres años, gracias al programa “Ahorrar en tu AFORE nunca fue tan fácil”, hoy se cuenta con 6,700 puntos de contacto para realizar ahorro voluntario en tiendas 7-Eleven, Círculo K y Extra; en sucursales Telecomm y Bansefi, Farmacias del Ahorro, domiciliación a través del portal www.e-sar.com.mx y vía celular mediante la aplicación Transfer, lo cual rompe con una de las barreras más visibles que existían en el sistema para ahorrar en las AFORE. No existe en el país una infraestructura de ahorro de esta dimensión.
     
  19. Universalidad. Si bien el sistema de pensiones tiene hoy pocos trabajadores independientes (trabajadores que no cotizan a la seguridad social), la infraestructura y la regulación del sistema permite recibir a todos los mexicanos sin excepción. Con el próximo lanzamiento de la nueva aplicación móvil “Tu AFORE Móvil” se vencerá una de las más importantes barreras para incorporar a este segmento de la población (la distancia).
     
  20. Servicios a los trabajadores. El año anterior las AFORE procesaron 16.1 millones de servicios en todo el país. Ya sea a través de retiros por desempleo, retiros por matrimonio, retiros totales, traspasos, registros, recepción de ahorro voluntario, envío de estados de cuenta, impresiones de resúmenes de cuenta, corrección de datos y consultas en general, las AFORE están hoy presentes en la vida cotidiana de millones de personas.

 

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