¿Te quedaste endeudado y piensas que lo mejor es empeñar? Esta es quizá la alternativa más común para obtener financiamiento rápido, pero ojo, te puede salir más caro de lo que imaginas.

Ten en cuenta que los préstamos de algunas casas de empeño son muy caros, por lo que no está de más que cheques otras opciones como un préstamo personal, de nómina o una tarjeta de crédito.

Pero si ya lo analizaste y el empeño es tu única opción,  entonces te damos algunos consejos:

Compara opciones. No dejes tus prendas en la primera casa de empeño. Date tiempo para elegir la que más liquidez te ofrezca, con una tasa de interés baja.

Checa la tasa de interés anualizada. Algunas casas de empeño manejan tasas muy elevadas.

Pregunta por el porcentaje de avalúo que te prestan. Es obligación de la casa de empeño informarte claramente antes de firmar el contrato.

Consulta la demasía. En caso de no recuperar tu prenda y sea vendida, la casa de empeño debe darte la diferencia entre el valor de venta y el costo de la pertenencia.

Pregunta sobre los refrendos. Es decir, a cuántas renovaciones tienes derecho y el aumento del plazo establecido para recuperar tu prenda.

No olvides ver lo del CAT. Al igual que los créditos de los bancos, los préstamos de las casas de empeño tienen un Costo Anual Total, haz cuentas.

Si tienes alguna reclamación, la Profeco es la institución adecuada para ayudarte.