A partir del 2000, se inició la celebración del Día Internacional de la Juventud, y se declaró el 12 de agosto como fecha conmemorativa por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta conmemoración brinda la oportunidad de centrar la atención en los problemas que se relacionan con la población joven y su situación en el mercado laboral, las condiciones de su inserción, la calidad que mantienen en sus empleos, así como una descripción del nivel de ocupación, desocupación y subocupación para este grupo de la población.

La relevancia de la población joven dentro del contexto nacional radica no solamente en su importancia numérica, sino principalmente por el desafío que significa para la sociedad garantizar la satisfacción de sus necesidades y demandas, así como el pleno desarrollo de sus capacidades y potencialidades particulares.

De acuerdo con información de la Encuesta Intercensal 2015, el monto de la población joven de 15 a 29 años de edad ascendió a 30.6 millones, que representan 25.7% de la población a nivel nacional, de la cual 50.9% son mujeres y 49.1% son hombres, según datos del INEGI.

En cuanto a su estructura por edad, 35.1% son adolescentes de 15 a 19 años, 34.8% son jóvenes de 20 a 24 años y 30.1% tienen de 25 a 29 años de edad.

Como lo ha señalado António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas: "la paz, el dinamismo económico, la justicia social, la tolerancia: todo esto y más depende, hoy y mañana, de que aprovechemos la energía de la juventud.

Sin embargo, millones de ellos sufren privaciones, hostigamiento, acoso y otras violaciones de sus derechos. En este contexto, las mujeres jóvenes y las niñas son particularmente vulnerables.

Es evidente que la gente joven de todo el mundo necesita espacios seguros: espacios públicos, cívicos, físicos y digitales en los que poder expresar sus opiniones y perseguir sus sueños libremente. Por ello, es necesario invertir para que las mujeres y los hombres jóvenes tengan acceso a la educación, la capacitación y empleos decentes y puedan desarrollar todo su potencial.