A simple vista podría parecer una portada más de una popular revista de modas. Sin embargo, la elección de Yalitza Aparicio como la imagen de la más reciente edición de la revista Vogue México es un acontecimiento relevante no solo porque es poco común ver mujeres que rompan los estrictos estereotipos de belleza impuestos por la industria de la moda y el entretenimiento, sino porque además rinde tributo a sus raíces indígenas, un sector de la población históricamente discriminado que con frecuencia es representado de forma negativa en los medios de comunicación.

En la portada se lee una frase en mixteco que dice “Ha nacido una estrella”, un detalle igualmente significativo que acompaña esta poderosa imagen.

La recién debutada actriz y protagonista de la película “Roma”, del director Alfonso Cuarón, compartió lo que significó para ella participar en este proyecto y toda la cobertura que ha recibido desde entonces. “Se están rompiendo ciertos estereotipos de que solamente personas con cierto perfil pueden aspirar a estar en una película o en una portada de revista”, señaló Aparicio.

Por su parte, Alfonso Cuarón hizo referencia a la aparición de Yalitza Aparicio en diversos medios y revistas y el impacto que puede tener en la cultura y la sociedad. “Me da mucho gusto el que ciertos estereotipos, sobre todo de belleza, se puedan romper. Esperemos que esto tenga continuidad y no solamente se quieran subir a la moda de una película... Creo que es muy importante poner los ojos en esas revistas para ver si fueron oportunistas o si realmente tienen una convicción de que la belleza también debe coincidir con la realidad de las sociedades y los pueblos”, dijo el director mexicano. 

Más allá del fenómeno viral

En un país donde predominan las imágenes estereotipadas en los medios y la publicidad, y donde hay muy poca representación de la enorme diversidad de la población mexicana, no es de extrañar que la portada de Yalitza Aparicio en la revista Vogue México se haya convertido en un fenómeno viral.

Sin embargo, más allá de ser un suceso de moda, la portada de enero de la revista Vogue México debe ser un punto de partida para poner en el centro del debate la urgencia de impulsar una representación mediática libre de estereotipos y violencia de género contra las mujeres.

Es la ocasión ideal para recordar la importancia de fomentar una actitud crítica ante la difusión de imágenes que refuercen las desigualdades, promuevan la discriminación o reproduzcan modelos irreales de belleza que, hoy sabemos, repercuten enormemente en la confianza y autoestima de las niñas y jóvenes, contribuyendo a la cosificación y sexualización de las mujeres.  

La portada de Vogue México, al igual que las portadas de los grandes periódicos y revistas del país —o los contenidos que aparecen en los medios masivos de comunicación— tienen ese poder para transformar y cambiar la cultura. Por ello, es una labor que debemos seguir reconociendo e impulsando todos los días como sociedad y gobierno.