Algunos autores piensan que es un término inventado por los mexicanos. Sin embargo, actualmente es conocido en varias partes del mundo debido a que expresa elementos culturales en común entre una sociedad y otra.

En México sigue siendo un referente de la identidad masculina, entendido como lo que los hombres dicen y hacen para ser hombres. El macho es un estereotipo del que los hombres no se pueden desprender fácilmente. Legitima y justifica socialmente sus acciones, en particular contra las mujeres. Según Mathew Gutmann, “los estereotipos sobre el machismo constituyen los ingredientes críticos en el capital simbólico empleado por los mexicanos comunes y corrientes [...] para muchos, el machismo es considerado como una parte constitutiva del patrimonio nacional de México”; asimismo, es uno de los elementos en los que se sustenta la homofobia.

El machismo se compone de ciertas conductas, comportamientos y creencias que promueven, reproducen y refuerzan diversas formas discriminatorias contra las mujeres. Se construye a través de la polarización de los roles y estereotipos que definen lo masculino de lo femenino. Su principal característica es la degradación de lo femenino; su mayor forma de expresión, la violencia en cualquiera de sus tipos y modalidades en contra de las mujeres.

Les dejamos algunos ejemplos de conductas machistas:

  • Alejamiento del cuidado de los hijos e hijas; 
  • No involucrarse en las labores del hogar, excepto para dictar normas y ejercer castigos; 
  • Mantener una postura vertical en las relaciones familiares; 
  • Tener una sexualidad activa y heterosexual, cuestiones por las que se justifica la poligamia; y
  • No permitirse expresar sus emociones y sentimientos. 
Machismo esjpg