Si bien es cierto que la educación es un proceso complejo que va evolucionando a lo largo de nuestras vidas, es increíble la velocidad a la que somos capaces de aprender en nuestros primeros años de vida.

“A partir de los 2 años, la construcción de los roles sexuales se produce a través de procesos de observación, imitación y refuerzo”, señala la investigadora María Amparo Rosa Torres en su artículo, "Estrategias educativas para evitar la discriminación de género", publicado en COMPARTIM: Revista de Formació del Professorat.

De ahí que la educación infantil o preescolar sea la etapa idónea para que tanto niñas como niños asimilen pautas de conductas igualitarias, explica la autora.

Lo que se aprende en la infancia permanece a lo largo de la vida

Uno de los principios básicos del desarrollo y aprendizaje en niños y niñas de 0 a 6 años es que “lo que se aprende en la infancia se mantiene a lo largo de la vida”. Es decir, estas experiencias tempranas, “tienen un efecto acumulativo y a largo plazo en el desarrollo individual de cada niña y niño”, señala otra investigación realizada por la Facultad de Psicología de la UNAM.

En estos primeros años, el contexto en que nos desarrollamos determina en buena medida nuestras motivaciones y actitudes hacia el aprendizaje, pero no solo eso. También recibimos una mayor influencia de nuestro entorno y somos más susceptibles a caer en modelos estereotipados de roles sociales.

El estudio “Actitud en niños y adultos sobre los estereotipos de género en juguetes infantiles” explica que niñas y niños de 3 a 7 años ya relacionan los juguetes con el género en el que fueron influenciados.

La importancia de los juguetes para promover una educación igualitaria
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Durante la infancia, el juego es el principal medio para el desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas. A través de él, comprenden su entorno y es posible reconocer lo que piensan, saben y pueden hacer.

Con los juguetes, niñas y niños aprenden una variedad de valores y comportamientos que se ven reflejados en la vida adulta, lo cual explica que por mucho tiempo las niñas se hayan vuelto expertas en el cuidado de bebés y los niños hayan desarrollado una variedad más amplia de habilidades.

En respuesta a esto, hoy en día existe una gama mucho más amplia de juguetes neutros, además de que cada vez más empresas, conscientes de la importancia de eliminar este sesgo de género, están adaptando su oferta de juguetes y publicidad, con el fin de no hacer suposiciones discriminatorias que limiten el desarrollo de niños y niñas.

Un ejemplo es la empresa Ikitoi, la cual ofrece una variedad de juguetes armables para niñas y niños, diseñados para explotar su imaginación y desarrollar su pensamiento creativo.

Se trata de que tanto ellas, como ellos elijan juegos y juguetes que despierten su curiosidad, en lugar de aquellos que se supone deben elegir por su sexo. En varios países como Suecia esto ya es una realidad.

El papel de las y los docentes

Sin embargo, para lograr una educación igualitaria desde la infancia, las herramientas y recursos son solo una parte de la solución. Es necesario establecer un entorno educativo donde las maestras y maestros no traten de manera diferente a su alumnado en función del sexo.

La guía “Educación en la igualdad de género: Cien propuestas de acción” ofrece sugerencias dirigidas al profesorado, incluyendo conferencias, cursos y actividades para trabajar con el alumnado.

Por otro lado, es recomendable fomentar el uso de contenidos que promuevan la igualdad de género, como canciones, libros, referencias, videos y modelos que contribuyan a obtener una visión más acorde con la igualdad entre sexos.

Para fomentar el uso de estas herramientas es necesario formar a las y los docentes periódicamente en coeducación, un modelo educativo centrado en la igualdad de trato y de oportunidades para niñas y niños, en donde se les inculque a participar por igual en las tareas del aula y a compartir responsabilidades de la misma forma, eliminando la asignación estereotipada de actividades o las agrupaciones en función del género y fomentando juegos cooperativos/ compartidos.

Igualdad de género en todas las etapas de la educación

Para lograr la igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres, es necesario comenzar desde la educación preescolar; sin embargo, ésta debe seguir reforzándose a lo largo de todo el proceso educativo hasta la educación superior.

En México, aunque los esfuerzos aún son incipientes, desde hace algunos años se han impulsado acciones para incorporar la perspectiva de género en las instituciones de educación superior.

Recientemente en el foro ¿Qué sabemos de la aportación de los modelos educativos y la formación para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia?: Elementos para un diagnóstico nacional, realizado por la Conavim, la Dra. María del Rosario Fátima Robles, profesora titular de la Universidad Estatal de Sonora, expresó que desde el 2014 se imparte el diplomado “Transversalidad de la perspectiva de género en la educación superior”.

El objetivo es capacitar a profesoras y profesores de la Universidad Estatal de Sonora para brindarles técnicas y herramientas que les permitan identificar las condiciones actuales y origen de la construcción social del género, sus implicaciones y repercusiones socio-culturales, económicas y políticas.

Las y los especialistas coincidieron en que los modelos educativos y el personal docente son fundamentales para construir una sociedad más igualitaria y erradicar la violencia en razón de género.

Por ello, eliminar los estereotipos de género en la educación y brindar herramientas a estudiantes y docentes son políticas prioritarias para el logro de estos objetivos, sin olvidar que la familia y la convivencia en casa son fundamentales para fomentar un trato igualitario entre hombres y mujeres e inculcar valores como el respeto.