Cualquiera que haya nacido o viva en México sabe que nuestra cultura, como muchas culturas latinas, está fuertemente influenciada por el machismo (expresión derivada de la palabra macho, definido como aquella actitud o manera de pensar de quien sostiene que el varón es por naturaleza superior a la mujer).

Por ello, es muy frecuente que, en algún momento de nuestras vidas, hayamos escuchado al menos una de las múltiples frases sexistas que abundan en nuestro lenguaje. Expresiones que van desde “calladita te vez más bonita”, hasta “la que no enseña no vende”, pasando por una infinidad de frases destinadas a demeritar el valor, talento y habilidades de las mujeres, intentando limitarlas o encasillarlas a objetos sexuales cuyo único fin es complacer o satisfacer a los hombres.

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En este contexto machista, los hombres también pueden llegar a ser víctimas, pues hay frases destinadas a “poner a prueba” su masculinidad, presionándolos para ser fuertes, exitosos, reprimir sus emociones o comportarse de formas en las que es posible que no se sientan cómodos. Ejemplo de ello son expresiones como “los hombres no lloran” o “no seas nena”.

No es casualidad que estas frases busquen ejercer la presión usando la figura femenina como sinónimo de debilidad o de ofensa, reforzando una vez más la idea de que los valores masculinos son la medida de todo lo bueno, aquello a lo que se debería aspirar. Como si ser mujer, o los atributos femeninos, fueran sinónimo de inferioridad.   

¿Por qué ponerle un alto a estas conductas y expresiones sexistas?
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Por mucho tiempo, las frases sexistas han sido parte de nuestra educación, lo que inconscientemente ha conducido a perpetuar la discriminación y desigualdad entre mujeres y hombres. Sin embargo, hoy sabemos que estas expresiones son una de las múltiples formas en que se violenta a las mujeres, pues son ellas las principales víctimas de una cultura androcentrista en la que el hombre es el centro de todas las cosas.

Por ello, más que nunca es importante reflexionar sobre el impacto de permitir y reproducir estas frases, de callar ante estas expresiones que silenciosamente violentan a las mujeres, perpetuando roles de género que representan una barrera para el pleno ejercicio de sus derechos y para el logro de la igualdad de género.  

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A través de la campaña #FraseSexista, en Conavim invitamos a mujeres y hombres a identificar y rechazar estas frases a través del hashtag #FraseSexista. Es hora de ponerle un alto a todas aquellas prácticas y actitudes que promueven el trato diferenciado de las personas en razón de su sexo biológico, del cual se asumen características y comportamientos adecuados para mujeres y hombres.

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