El incremento al salario mínimo estuvo por debajo de la inflación en 25 ocasiones mermando su poder adquisitivo en 89.1% que significa $291.18 pesos, a valor actual

• La estrategia es afianzar el compromiso para desarrollar una política sexenal de recuperación del poder adquisitivo de los salarios mínimos, ciertamente gradual, responsable y consensuada

Desde 1976, el incremento al salario mínimo estuvo por debajo de la inflación en 25 ocasiones, provocando una merma equivalente, a precios actuales, de $291.18 pesos, lo que representa una pérdida del poder adquisitivo de 89.1%, según estudios realizados por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).

“El incremento al salario mínimo estuvo por debajo de la inflación en 25 ocasiones, diezmando su poder adquisitivo, por lo que si sumáramos los pesos que se fueron perdiendo –a valor actual- serían $291.18. Por ello es que asumimos como uno de nuestros compromisos torales, para revertir la abismal desigualdad de ingresos, el que en adelante no se vuelva a fijar el salario mínimo por debajo de la inflación”, señaló Andrés Peñaloza Méndez, Presidente de la Conasami.

De hecho, la acción inmediata para cumplir con este compromiso fue subir en 16.21% el salario mínimo general (conformado de 9.43 pesos de monto independiente de recuperación y 5% de ajuste inflacionario), el cual pasó a nivel nacional de 88.36 a 102.68 pesos; y en 43 municipios que conforman la Zona Libre de la Frontera Norte se duplicó para fijarse en $176.72 pesos.

En los siete sexenios previos nunca se registró un alza salarial tan significativa, añadió el funcionario, por lo que, de esta manera, el mayor incremento para un primer año de administración fue con Vicente Fox, creció 0.57% y, en todo su mandato, apenas llegó al 1.09%.

En el periodo de Enrique Peña Nieto el salario mínimo aumentó 14.54%, esto es, prácticamente lo logrado al inicio de este gobierno; con el resto, los decrementos fueron la constante: Felipe Calderón -0.28%, Ernesto Zedillo -10.90%, Carlos Salinas -18.52%, Miguel de la Madrid -30.03% y José López Portillo -13.42%.

Este es el primer año, desde 1976, que el salario mínimo real crece por arriba de los dos dígitos, la última vez que el salario real había experimentado una recuperación importante fue en 1986, cuando creció 6.33%. En otros años las caídas fueron dramáticas: en 1983 se desplomó 24.60% y en 1988 20.04%, relató Peñaloza Méndez.  

Tenemos una estrategia para afianzar el compromiso de desarrollar una política sexenal de recuperación del poder adquisitivo de los salarios mínimos, ciertamente gradual, responsable y consensuada, para evitar que se repita la perniciosa contención salarial.

Aún con el aumento histórico que se dio este año, nuestro salario es menor que en seis de los siete países centroamericanos. Si se desea alcanzar el nivel salarial de El Salvador, nuestro salario mínimo tendría que incrementarse 87%, es decir, 13.3% cada año en lo que resta del sexenio. O bien crecer alrededor de 19% promedio anual para alcanzar el salario de Honduras o Guatemala.

Comparado con países en vías de desarrollo similares a México, nuestro salario mínimo debería incrementarse en 121% para alcanzar un nivel similar al de Turquía, de 360 dólares mensuales. Esto implicaría un aumento de 17% durante los próximos cinco años. Incrementos como estos en un periodo de cinco o seis años son alcanzables. Ejemplo de ello es Rusia y Uruguay, países que, respectivamente, incrementaron su salario mínimo a ritmos anuales de 33.28% y 19.1% entre 2004 a 2009; China lo hizo en 17.61% promedio anual entre 2006 y 2011 y Panamá a ritmos de 14.8% de 2009 a 2014.