- Hay 58.6 millones de personas susceptibles de recibir cuidados en el país.
- Del total de personas cuidadoras de 15 a 60 años, el 76.4% son mujeres. La madre es la principal persona cuidadora de infancias, adolescencias y personas con discapacidad.
La Dirección Técnica de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) presentó al H. Consejo de Representantes el Informe Mensual sobre el Comportamiento de la Economía correspondiente al mes de febrero, donde se incluyeron estadísticas descriptivas de los cuidados y su impacto en la participación laboral de las mujeres, utilizando datos de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022.
Se identificaron 58.6 millones de personas susceptibles de recibir cuidados; de las cuales, 5.6 millones (9.6%) son personas con discapacidad, 10.3 millones (17.5%) son infancias de 0 a 5 años, 25.4 millones (43.3%) son infancias y adolescencias de 6 a 17 años, 17.0 millones (29.0%) son personas adultas mayores de 60 años y más, y 700,330 (1.2%) son personas con alguna enfermedad temporal[1].
Del total de personas susceptibles de recibir cuidados se cubren las necesidades de cuidados de 38.0 millones (64.9%) por parte de una persona del hogar o de otro hogar.
Acerca de las personas que brindan cuidados a estos grupos, se observó que la madre es la cuidadora principal del hogar de las infancias de 0 a 5 años (86.3%), de las infancias y adolescencias de 6 a 17 años (81.7%), las personas enfermas temporales (33.9%) y de las personas con discapacidad (30.6%). En tanto, la persona cuidadora principal de las personas adultas mayores es su cónyuge (49.2%).
Respecto a la condición de ocupación de las mujeres cuidadoras, el 56.3% participa en el mercado laboral, contra un 93.9% de los hombres cuidadores que lo hacen. En tanto que el 43.7% de las mujeres cuidadoras forman parte de la Población No Económicamente Activa (PNEA) y sólo el 6.1% de los hombres cuidadores están dentro de ese grupo.
Se vio que las mujeres cuidadoras ocupadas tuvieron una mayor proporción de trabajadoras por cuenta propia con 31.8% (3.7 millones) y de trabajar una jornada de medio tiempo con 67.3% (7.9 millones) respecto a los hombres que cuidan o a las mujeres ocupadas en general. Esto se debe a que los empleos con estas características permiten mayor flexibilidad de horarios para la realización de cuidados.
Cuando se analizó a la PNEA que cuida (9.6 millones), se les preguntó por su deseo de trabajar. El 40.4% (3.9 millones) del total declaró tener deseo de trabajar; el 94.3% (3.7 millones) fueron mujeres, el restante 5.7% (222,126) fueron hombres. Entre las mujeres con deseo de trabajar el motivo principal para no hacerlo fue que no tienen quién cuide a sus familiares o personas a cargo de cuidados con un 68.4% (2.5 millones); en el caso de los hombres, el motivo principal fue por razones personales con un 20.3% (45,148).
Los resultados dan muestra de que son las mujeres las que apoyan o se dedican a las labores de cuidados en mayor proporción que los hombres, lo que repercute en la posibilidad de que dediquen más tiempo al trabajo remunerado, afectando así su participación en el mercado laboral.
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[1] La suma puede ser mayor al total porque la misma persona pudo pertenecer a un grupo objetivo por la edad y haber reportado ser enferma temporal.