Entre las principales acciones implementadas en el marco de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA)[1], que evidencian un avance contundente en la prevención del embarazo en adolescentes, destaca que, en comparación con 2012, al 30 de noviembre de 2016, se registró un incremento de 56.7 por ciento  en el número de instancias de la Secretaría de Salud que proporcionan Servicios Amigables para Adolescentes, pues éstas pasaron de 1, 055 a 1,653 en todo el país. Al 30 de junio de este año, están operando 1,864, lo que significa un incremento de 211 (12.8%) servicios más al  cierre de 2016. En estos espacios se proporcionan servicios de salud sexual y reproductiva a la población de 10 a 19 años de edad, en un ambiente de privacidad y confianza, lo que ha permitido que cada vez más adolescentes y jóvenes se acerquen a ellos en busca de información y asesoría en temas sexuales y reproductivos.

De acuerdo con la información registrada en el Sistema de Información en Salud (SIS)[2], durante 2016 se atendieron 826,055 adolescentes de 10 a 19 años de edad en los Servicios Amigables, de los cuales 62.5 por ciento son mujeres y 37.5 por ciento son hombres. Llama la atención que cerca del 40 por ciento de la población atendida, corresponde a menores de 15 años.

De igual manera el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) ha reportado un descenso en el número y proporción de eventos obstétricos en población adolescente, tal como lo muestra el cuadro 1.

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En la misma institución, de enero a diciembre de 2016, se proporcionaron 231,811 consultas de planificación familiar a adolescentes, así como 43,106 consejerías y se entregaron 85,796 métodos anticonceptivos a nuevas usuarias adolescentes.

En lo que respecta al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en la consulta externa del primer nivel de atención, de enero a septiembre de 2016, se logró que 1,224 personas de 10 a 19 años aceptaran algún método anticonceptivo: 33.3 por ciento corresponde a hormonales orales; el 17.4 por ciento a hormonales inyectables; el 22.5 por ciento  a implantes hormonales subdérmicos; el 26.7 por ciento al DIU y el 0.1 por ciento a vasectomías.

Con respecto al IMSS, de enero a septiembre de 2016, la cobertura de protección anticonceptiva  post evento obstétrico,  en el rango de edad de 10 a 19 años, fue de 77.5 por ciento (hormonales orales, 2.5%; hormonales inyectables, 5.4%; DIU, 87.9% y oclusión tubaria bilateral 4.2%). Destaca la aceptación de métodos anticonceptivos por parte de un total de 17,461 adolescentes. En cuanto a los eventos obstétricos atendidos en el periodo mencionado,  7.3 por ciento (306,611)  correspondió a menores de 20 años (22,526).

Asimismo, el IMSS Prospera logró que 52,993 beneficiarias aceptaran un método de planificación familiar; lo que representa el 21.5 por ciento respecto al total de aceptantes de todas las edades. Adicionalmente, este programa consiguió que 17,416 adolescentes aceptaran un método de planificación familiar post parto, lo que representa el 77.9 por ciento respecto al total de aceptantes post parto de todas las edades.

Con relación a las labores realizadas en torno a la legislación en las entidades federativas para prevenir el embarazo adolescente, la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), iniciaron durante 2016, un monitoreo para identificar la armonización legislativa que se ha llevado a cabo en los códigos civiles y familiares de la República Mexicana con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, de manera que se establezcan los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio. Hasta noviembre de 2017, en total son 31 las entidades federativas que tienen los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio; sin embargo, 5 aún admiten dispensa. Desde el SIPINNA Nacional y el INMUJERES se ha promovido la prohibición del matrimonio antes de los 18 años y la eliminación de las dispensas y excepciones.

La ENAPEA, plantea que los determinantes del embarazo adolescente están vinculados a factores estructurales, sociales, económicos y culturales, por lo que su prevención requiere ser abordada de manera integral desde diferentes ámbitos (educación, educación integral en sexualidad, oportunidades laborales, salud, entorno habilitante y prevención de violencia) para que el impacto pueda visibilizarse de manera contundente en los siguientes años.

La ENAPEA es una intervención de largo plazo que fue implementada hace apenas dos años, presenta aún retos de gran relevancia para lograr los objetivos establecidos; sin embargo las acciones desarrolladas en su contexto, permiten constatar avances consistentes, que permitirán alcanzar las metas a 2030.

De acuerdo a datos del Subsistema de Información sobre Nacimientos (SINAC) de la Secretaría de Salud (SS), en 2014 se certificaron un total de 440,468 nacimientos en niñas y adolescentes de 9 a 19 años, para 2015 la cifra tiene un descenso y son 417,854 nacimientos, mientras que para 2016, el total es de 395,597 nacimientos en este grupo de edad, lo que representa 44,871 nacimientos menos que en 2014, verificándose, cada año, un descenso en el número de nacimientos en este grupo de la población de aproximadamente 5 por ciento (véase cuadro 2).

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La información del IMSS, ISSSTE y de la Secretaría de Salud, así como de otras instituciones, de 2016,  pueden consultarla en el Informe Ejecutivo 2016, disponible en:

https://www.gob.mx/conapo/acciones-y-programas/informes-112400

La prevención del embarazo en adolescentes es una prioridad en las políticas públicas del Gobierno de la República.

 

[1] https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/232826/ENAPEA_0215.pdf

[2] De acuerdo con información registrada al 3 de febrero de 2017.