La Secretaria General del Consejo Nacional de Población (CONAPO), Gabriela Rodríguez Ramírez, compartió el panel con la Directora Ejecutiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Natalia Kanem, y con autoridades de países como China, India, Kenia, Gambia y Sudáfrica.

En su intervención, la titular del Consejo expuso el marco normativo que guía la política de población del país, destacando el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, como una contribución regional al Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (CIPD) que pone en el centro los derechos humanos y reconoce la estrecha vinculación de los temas de población con las realidades económicas, sociales y ambientales.

El Consenso de Montevideo aborda el fortalecimiento de la cooperación internacional, las alianzas mundiales y regionales. Es una iniciativa complementaria a la Agenda 2030, adecuada a la región latinoamericana por su visión focalizada en las desigualdades, contextos específicos y el enfoque de derechos humanos plenos, especialmente de aquellas poblaciones históricamente discriminadas y grupos de mayor vulnerabilidad.

Con base en este documento, México presentó en la Cumbre de Nairobi compromisos relacionados con:

  • Establecimiento de políticas que contribuyan a disminuir la mortalidad materna.
  • Erradicación de muertes por abortos inseguros.
  • Garantizar el acceso a la atención integral de la salud reproductiva, a 
servicios de anticoncepción de emergencia y de interrupción legal del embarazo, respetando la dignidad, autonomía, integridad y libertad de las mujeres.
  • Consolidar la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Infantil y en Adolescentes, destacando que el componente de violencia sexual es crítico, principalmente en el caso de los embarazos en niñas menores de 15 años.
  • Fortalecer la atención con un enfoque de derechos humanos, dando prioridad a la salud integral, como parte de la transición que se está instrumentando para lograr la universalización de los servicios de salud.

Asimismo, la Secretaria General informó que para contribuir al fortalecimiento de un marco normativo que permita garantizar los derechos humanos de la población, recientemente se aprobó en la Cámara de Diputadas y Diputados la nueva Ley General de Población, que destaca por su enfoque basado en los derechos humanos y su respeto irrestricto, la perspectiva intercultural, tan importante para un país multidiverso como México; así como la perspectiva de género y de curso de vida.

Entre los principales cambios demográficos que se observan en la nueva Ley destacan:

  • Cambio demográfico por envejecimiento: se estima que para el 2050 una de cada cinco personas mexicanas tendrá sesenta años o más. Uno de los aspectos más desafiantes es la velocidad del fenómeno, ya que mientras que a otros países les tomó un siglo o más duplicar su población adulta mayor, a nuestro país le tomará sólo treinta años.
  • Aumento en la fecundidad adolescente: afecta el proyecto de vida de las y los adolescentes, ya que es la etapa en la que se presentan cambios físicos y psicológicos que les preparan para su vida adulta, para un mejor futuro y para contribuir al desarrollo de sus comunidades y del país.
  • Reconfiguración de las relaciones familiares: la transición demográfica ha transformado profundamente las relaciones al interior de los hogares, provocando cambios en la división doméstica del trabajo, en los modelos de socialización, así como en la estructura y dinámica de éstos.
  • Migración interna e internacional y desplazamiento interno forzado: la migración interna e internacional constituye un componente de la dinámica demográfica que influye en el crecimiento o decrecimiento de la población de ciertas entidades federativas y municipios.

La migración interna influye en la distribución territorial de la población, tanto en áreas de expulsión como de atracción, es selectiva según ciertas características sociodemográficas e incluso más cuantiosa que la del tipo internacional.

El desplazamiento interno forzado asociado a situaciones de violencia y desastres naturales actualmente está reconfigurando la distribución territorial y a pesar de ser parte de la migración interna, es necesario visualizar este fenómeno de forma aislada para entender cabalmente sus implicaciones. En el caso de la migración internacional, México se ha consolidado como un país de origen, destino, tránsito y retorno.