Durante el evento virtual, la titular del Consejo informó que de acuerdo con las Proyecciones de la Población, de los 2 millones 151 mil 358 nacimientos que se estiman para este año, las adolescentes contribuyen con 373 mil 661, lo que se traduce en más de mil nacimientos en madres menores de 19 años cada día y representa casi una quinta parte del total.

Estos embarazos representan una barrera para el desarrollo de la población joven, especialmente de las mujeres, “porque la segunda década de vida no es para que las adolescentes estén cuidando hijos”, reiteró.

En cuanto a la relación de los embarazos en adolescentes y la escolaridad, informó que gran parte de los casos suceden en mujeres con un menor horizonte educativo. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS, 2017), en el nivel de educación superior la desigualdad es más visible, sólo 6.7 por ciento de las mujeres que se hicieron madres antes de los 19 años acceden a la formación profesional, cifra que alcanza el 22.2 por ciento entre quienes se abstuvieron de tener hijas e hijos en esta etapa.

Gabriela Rodríguez indicó que para disminuir el embarazo en adolescentes es necesario impulsar un gran cambio cultural, pues las asimetrías de género y su relación con el poder se reflejan en el momento de negociar sobre la sexualidad y la reproducción. Diversos estudios revelan que son los hombres los que deciden en más del 90 por ciento de los casos: sólo el 4.3 por ciento de las de mujeres unidas y en edad fértil deciden cuándo tener relaciones sexuales y si se usa algún método anticonceptivo.

Además, en una encuesta retrospectiva realizada a mujeres, se reportó que en el 67 por ciento de los casos la primera relación sexual fue con otro adolescente de 12 a 19 años; pero en el 19.5 por ciento de los casos fue con un hombre diez años mayor, y en el 12. 5 por ciento, la pareja era 20 años mayor.

Por otro lado, la Secretaria General reafirmó la importancia de diferenciar los embarazos en adolescentes de 15 a 19 años de aquéllos que ocurren en niñas menores de 15 años. Actualmente se registran 9 mil 876 embarazos anuales de niñas menores de 15 años y uno de los factores que los propicia es la violencia sexual.

Expuso que otro de los factores relacionados con el embarazo en adolescentes es el consumo de alcohol y otras drogas o sustancias psicoactivas, pues se relaciona con una pérdida de percepción de riesgo que lleva a tener relaciones sexuales sin protección que derivan en embarazos e infecciones de transmisión sexual. Del total de mujeres adolescentes (de 10 a 19 años) que consumieron bebidas alcohólicas y han tenido relaciones sexuales en los últimos tres meses, 25.4 por ciento no usó métodos anticonceptivos en su última relación sexual.

Ante este panorama, la Segunda Fase de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), visibiliza este fenómeno como un problema multifactorial y destaca su relación con la persistencia de graves desigualdades socioeconómicas, con la asimetría de poder y las violencias de género, así como con fuertes rezagos étnicos y culturales.

Por esta razón, la Campaña Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes ¡Yo decido!, que forma parte de dicha estrategia, pretende impulsar un gran cambio cultural que fortalezca la autonomía de las niñas y adolescentes a través de la educación integral en sexualidad en todos los niveles educativos, en los medios, en el ámbito familiar y en los programas comunitarios.

En su relanzamiento, la ENAPEA 2020-2024 va acompañada de innovación en las formas de ejecutarla y cuenta con un andamiaje institucional robustecido que permitirá focalizar esfuerzos hacia una meta común que avalen los 32 estados del país y aterrice en los municipios, con los mismos principios y una imagen unificada.

Al finalizar su exposición, la titular del CONAPO felicitó al COESPO San Luis Potosí por sus 32 años de trabajo a favor de un desarrollo sostenible para no dejar a nadie atrás, ni a nadie afuera.