En las últimas décadas han ocurrido múltiples cambios en las familias mexicanas, muchos de los cuales son expresión de la transición demográfica del país, del acceso a mayor escolaridad de la población, de la incorporación masiva de las mujeres al empleo y la apertura hacia la diversidad en todas sus formas.

Tal como proyectó el Conapo en las campañas de planificación familiar desde los años 70, y de acuerdo con resultados de los censos sobre población y vivienda, el tamaño de las familias mexicanas se ha reducido: en 1990 los hogares tenían en promedio 4.9 miembros y en 2020 se integran por 3.5 personas, cuando son ya 35.2 millones los hogares.

La reducción ha sido lenta en algunas regiones, las familias con más componentes están en Chiapas, donde los hogares pasaron de 5.2 a 4.09 integrantes en promedio; en Tlaxcala la reducción fue de 5.3 a 3.9 por ciento; y en Guanajuato el promedio de integrantes pasó de 5.5 a 3.8 en promedio. Se han triplicado los hogares ampliados, los formados por un miembro adicional además de padre y madre.

También están cambiando las estructuras familiares. En 30 años disminuyen los hogares tradicionales: aquellos integrados por parejas con hijos pasaron de ser 57 por ciento en 1990 a representar 38.9 por ciento para 2020; aumentaron los hogares monoparentales, los conformados por uno de los progenitores, y sus hijos pasaron de ser 10.6 a 11.2 por ciento (de los monoparentales, en 20.2 por ciento de hogares con personas de cero a 17 años sólo reside la madre en la vivienda y solo el padre en 2.1 por ciento, hay también algunos hogares compuestos y otros de corresidentes (sin parentesco).

El crecimiento más notable es el de los hogares unipersonales. Los compuestos por una sola persona aumentaron de 4.9 a 12.4 por ciento, de los cuales 43.6 por ciento son mujeres y 56.5, hombres.

Paralelamente al incremento de familias pequeñas y de hogares monoparentales y unipersonales, disminuye la proporción de población infantil y crece la de jóvenes adultos y personas mayores. En 30 años los hogares con al menos una persona menor de 14 años disminuyeron de 73.1 por ciento a 49.6 por ciento, y aquellos en que se convive con una persona mayor de 60 años aumentaron de 22.8 a 31 por ciento, los hogares encabezados por una persona mayor pasaron de 17.6 a 26.7 por ciento.

 

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